El día que las mujeres votaron por primera vez en España

El domingo 19 de noviembre de 1933 estaban llamados a acudir
a las urnas todos los españoles y españolas mayores de 23 años para ejercer su
democrático derecho al voto en las Elecciones Generales.

Era la primera vez que las mujeres españolas acudían a votar
gracias al artículo
36 de la Constitución
que había sido aprobada dos años antes (el 9 de diciembre
de 1931): ‘Los ciudadanos de uno y otro sexo, mayores de veintitrés años, tendrán
los mismos derechos electorales conforme determinen las leyes’

Pero conseguir el sufragio universal no había sido una tarea
fácil, debido a lo fragmentada que se encontraban las Cortes, en las que, a
pesar de la mayoría de izquierdas, estaba compuesta por un total de 26 partidos
que provocó que el llegar a concesos y aprobar los diferentes artículos que
compondrían la nueva constitución acabase con famosos enfrentamientos y
discusiones políticas.

[Te puede interesar
leer:
Clara Zetkin, la gran impulsora del
Día Internacional de la Mujer
]

Una de las grandes defensoras del sufragio femenino, y a la que se le debe en
gran medida su aprobación, fue Clara
Campoamor
, diputada por el Partido
Republicano Radical
(aunque era de fuertes convicciones socialistas y unos
años antes había estado muy cercana al PSOE, aunque no llegó a afiliarse).

Cabe destacar que, anecdóticamente en las elecciones
generales de 1931
(en las que fue elegida diputada Clara Campoamor) las
mujeres podían presentarse en las listas electorales pero no ejercer el voto.

Pero a la defensa a ultranza que hizo Clara al sufragio femenino y que éste fuese
incorporado en la constitución se encontró con la férrea oposición de otra
mujer, Victoria Kent, diputada por
el Partido
Republicano Radical Socialista
, quien defendía la teoría de que las
mujeres españolas de la época no estaban todavía preparadas para ejercer el
voto y, en caso de hacerlo, éstas acabarían votando a partidos de derechas
influenciadas por estar tantos años bajo el yugo de la Iglesia.

Estas dos posturas encontradas entre Clara Campoamor y Victoria Kent
proporcionaron algunos de los momentos más brillantes en el debate abierto en
las Cortes. Una batalla dialéctica en la que dada una exponía de un modo
magistral y razonado sus argumentos sobre si era conveniente y de ley permitir
el voto a las mujeres o por el contrario todavía no se debía permitir hasta que
no se instruyese a la ciudadanía  a votar
con responsabilidad.

Los grupos políticos contrarios al sufragio femenino y,
sobre todo, a la presencia de mujeres en el parlamento, aprovecharon este
enfrentamiento entre Campoamor y Kent para criticar que hubiera diputadas, que
entorpecían el normal desarrollo en la Cámara con una discusión que, a su
entender, era absurda.

[Te puede interesar
leer:
Federica Montseny, la ministra que
en 1936 se atrevió a despenalizar el aborto en España
]

Recordado será en los anales de la Historia parlamentaria en
España el debate celebrado, el 1 de octubre de 1931, en las Cortes entre Clara Campoamor
(defendiendo la aprobación en la nueva Constitución del sufragio femenino) y Victoria
Kent (oponiéndose al mismo, pero en aquel momento, ya que defendía que la mujer
debía votar pero para ello debía pasar mucho tiempo de adaptación democrática y
a la República). Un debate en el que, una vez finalizado, se procedió a la votación
por parte de los representantes políticos y ganó la postura de Campoamor por
161 votos a favor de aprobar el artículo 36 y 121 votos en contra: quedaba aprobado
el sufragio universal en España y a partir de aquel momento todos los
españoles, sin distinción de sexo (y que fueran mayores de 23 años, edad mínima
para votar en aquel momento) podrían ejercer el derecho democrático del voto.

Pero para ello se tendría que esperar un par de años y no
fue hasta el 19 de noviembre de 1933 cuando tuvieron lugar las siguientes
elecciones generales en las que las mujeres españolas pudieron votar por
primera vez.

Unas elecciones en las que la izquierda se presentó
desfragmentada y dividida y que benefició a la derecha que las gano al
presentarse en coalición bajo las siglas del CEDA
(Confederación Española de Derechas Autónomas).

El hecho de que la derecha ganase las elecciones
de 1933
provocó que desde los partidos radicales y más a la izquierda del
espectro político (quienes se habían opuesto a que se aprobase el voto
femenino) se acusase a la inexperiencia femenina, haciéndose eco de ello la
prensa de la época.

Fuentes de consulta e imágenes: hemerotecadigital / Wikimedia commons