Whitney Plantation, el Auschwitz estadounidense para esclavos negros

A lo largo y ancho de Estados Unidos hay alrededor de 35.000 museos dedicados a innumerables tipos de
temas
, pero hasta diciembre de 2014 no existía en todo el país ni uno solo que estuviera dedicado a la
esclavitud
.

Y es que parece paradójico que en una nación como los EEUU, donde
se dedican explosiones y museos a cualquier suceso cultural o histórico, no
hubiese ni un solo espacio que conmemorase y recordase una de las etapas más
importantes desde su fundación como país (sí que hay cientos de espacios
dedicados a la cultura afroamericana, pero ninguno exclusivamente a la
esclavitud).

[Relacionado: El ex esclavo que envió una
carta a su antiguo amo
]

Esa es la cuestión que animó a John Cummings, un abogado de Nueva Orleans, a abrir el primer museo
dedicado a la esclavitud en los Estados Unidos. Para ello invirtió cerca de
ocho millones de dólares, de su fortuna personal, en reformar y habilitar una vieja edificación que había
adquirido quince años antes en las afueras de la población de Wallace (en el
Estado de Luisiana) conocida como ‘Whitney
Plantation’
(originalmente conocida como Habitation Haydel), una de las mayores plantaciones de caña de azúcar
y algodón de la zona y en la que dos siglos atrás habían trabajado y vivido
varios centenares de esclavos.

Al igual que en Europa se reconvirtieron numerosos campos de
concentración nazis en museos que mostraban el horros allí vivido, John
Cummings deseaba mostrar al mundo lo que consideraba
que había sido el Auschwitz estadounidense para esclavos negros
.

El museo Whitney Plantation debía ser un lugar donde
recordar y honrar a todas aquellas personas que fueron injustamente
maltratadas, vejadas, violadas y obligadas a trabajar en condiciones infrahumanas,
tan solo por tener un color de piel diferente. En aquel lugar se puede encontrar el ‘muro del honor’, una gran placa de granito que recoge los
nombres de alrededor de 107.000 afroamericanos que sirvieron como esclavos en
el Estado de Luisiana.

[Relacionado: El esclavo que se envió por
correo para reunirse con su familia
]

Tras una década de reformas y adecuación, el museo Whitney
Plantation presenta varios espacios donde se puede visitar y conocer cómo era
la vida de los esclavos, encontrando un buen número de esculturas que
representan a éstos (la mayoría de niños y niñas) y que van guiando al
visitante por todo aquel lugar.

En su origen, la casa y terrenos de la Habitation Haydel pertenecían
a Ambroise Heidel y su familia (colonos
de origen alemán) que llegaron hasta Luisiana en 1721 y trabajaron como
granjeros en ella. La prosperidad hizo que en pocas décadas se hicieran
inmensamente ricos, fuera pasando la propiedad de una generación a otra a la
vez que adquirían nuevos terrenos y plantaciones, todo ello trabajado por la
mano a mano de obra traída desde África que, a lo largo de un siglo y medio
(hasta después de la Guerra Civil americana), albergó a centenares de esclavos
que allí sirvieron y fueron explotados.

Pero como en todas las historias en las que unos son los que
someten a otros, en el trasfondo de todo ello hay centenares de episodios
llenos de violencia, maltrato, agresiones sexuales y ajusticiamientos.

El del museo Whitney Plantation es solo una ínfima muestra
de lo que representa la esclavitud en la Historia del país y, tal y como indica el propio John Cummings: ‘Estados
Unidos no puede reescribir su historia, pero eso no quiere decir que debemos
ignorarla’

Cabe destacar que en 2012, antes de abrirse al público como
museo, en este lugar se rodaron algunas escenas de la película ‘Django
desencadenado’
dirigida por Quentin Tarantino.

Fuentes de consulta: smithsonianmag
/ washingtonpost / whitneyplantation

Fuentes de las imágenes: coreyann (Flickr)
/ msmccarthyphotography
(Flickr)
/ anthonyturducken
(Flickr)
/ bigheadedbrownie
(Flickr)

[Relacionado: Los esclavos de Thomas Jefferson]