Cuando Eva Perón intercedió frente a Franco para salvar la vida de una comunista

image

La primera década de la posguerra civil posiblemente fueron
en los que Franco ejerció la represión
más férrea sobre todo aquello que representaba al bando vencido y podía tener
alguna relación (por remota que fuera) con la derrocada Segunda República
.
Esos primero años fueron en los que quiso imponer las bases del que debía ser
su modelo de Estado basado en el nacionalcatolicismo, por lo que era primordial
reprimir, detener y eliminar a los que
él llamaba elementos subversivos (rojos, anarquistas y en definitiva todo aquel
que representase la etapa anterior en España)
. Innumerables fueron las condenas
a muerte (y posteriores ejecuciones) que se hicieron de forma arbitraria.

En 1947, finalizada la IIGM, la España franquista se había
quedado aislada al no contar con países afines, motivo por el que Franco empezó a tejer una red de amistades
con otras naciones a las que les unía el carácter
anticomunista
.

[Te puede interesar: Cuando el gobierno de Franco quiso tener su
propia bomba atómica
]

Y aunque el por aquel entonces presidente de Argentina, Juan Domingo Perón, no destacó por tener
una férrea política anticomunista (todo lo contrario, en numerosas ocasiones lo
acusaron de ser demasiado condescendiente con ellos) el dictador español quiso
establecer un cordial puente con ese próspero país.

Cabe destacar que múltiples fueron las muestras de ayuda que
la nación argentina ofreció a la empobrecida España de la posguerra, además de
acoger a infinidad de exiliados.

Esa entente entre ambos países llevó a organizar un viaje de
la esposa del mandatario argentino, Eva
Duarte de Perón
(popularmente conocida como ‘Evita’), por varias capitales europeas de algo más de dos meses de
duración (del 6 de junio al 23 de agosto de 1947), siendo España la primera
etapa de la gira y en donde visitó a lo largo de 18 días un buen número de
poblaciones.

image

El gobierno español había diseñado para Evita una ruta turística
y cuya anfitriona (muy a su pesar) sería Carmen
Polo
(la esposa de Franco), quien tendría el cometido de mostrar a la
ilustre invitada lo más granado y notable del país y su historia. A la esposa
del dictador español no le había sentado demasiado bien la visita de la
consorte del presidente argentino y mucho menos tener que hacerle de guía
turística.

Eran dos mujeres totalmente opuestas y mientras Carmen Polo
disfrutaba de llevar una vida llena de lujos y caprichos,  Eva Perón tenía un marcado sentimiento
altruista hacia los más desfavorecidos.

A raíz de ese viaje Evita recibió la carta de un niño de
nueve años de edad llamado Alexis Mesón
Doña
(algunas fuentes indican que era un cablegrama) donde le explicaba que
su padre (Eugenio Mesón) había sido
fusilado (durante la Guerra Civil) y su madre (Juana Doña) se encontraba en prisión a la espera de ser ejecutada.

Juana Doña era una destacada militante del Partido Comunista
de España que había sido detenida tras ser acusada de poner un artefacto
explosivo en la puerta de la embajada de Argentina en Madrid, algo que ella
siempre negó pero que la responsabilizaron de ello debido a su militancia
política.

[Te puede interesar:
Cuando Franco ordenó investigar si ser marxista
se debía a un ‘gen rojo’
]

El mensaje del pequeño Alexis (que le había sido redactada
por la abuela y tía de éste) conmovió a Evita quien se interesó sobre el tema y
pidió más información al respeto al embajador argentino.

Eva Perón, en uno de los encuentros privados que tuvo con
Franco, habló con éste e intercedió para que la pena de muerte a Juana Doña le
fuese conmutada  por la de prisión, algo
a lo que el dictador no pudo negarse por miedo a hacer enojar/disgustar a la
primera dama argentina y con ello estropear las relaciones de cordialidad con
su país, que, como explico al inicio de este post, era de los pocos con los que
por aquel entonces tenía vínculos el gobierno español, en un tiempo en el que
la mayoría de naciones le habían dado la espalda.

image

Así fue como Juana Doña pudo salvar su vida gracias a la
mediación de Eva Perón, pasando catorce años en la cárcel y saliendo en
libertad en 1961, año en el que se exilió a Francia y regresó a España tras la
muerte de Franco (en la transición fue en la lista para el senado por la ‘Candidatura de los trabajadores de Madrid’).

[Te puede interesar:
El espía comunista que fue condecorado por
Franco
]