La leyenda urbana sobre el aumento de natalidad en Nueva York tras el ‘gran apagón’
Corretea por la red desde hace un puñado de años (y antes de la aparición de internet se hacía a través del boca oreja o medios más convencionales como la radio, televisión o prensa escrita) una curiosa historia que explica en agosto de 1966 tuvo lugar el índice de natalidad más alto de la historia de la ciudad de Nueva York, el cual había sido provocado por un gran apagón que afectó a la ciudad y un gran número de Estados del Este de los EEUU e incluso algunas zonas de Canadá, el 9 de noviembre de 1965 y que los había tenido a oscuras a lo largo de trece largas horas.
Estos relatos explican cómo millones de estadounidenses, tras irse la luz durante más de medio día, optaron por mantener relaciones sexuales, debido que en aquellos tiempos tampoco se podía hacer muchas cosas más cuando se quedaban a oscuras.
A pesar de lo repetida que es esta historia, la inmensa mayoría de expertos aseguran que se trata de una leyenda urbana el hecho de que se produjese el aumento de natalidad más grande de la historia de la Gran Manzana y con datos estadísticos en la mano, no consta oficialmente que a partir de agosto de 1966 aumentase el número de recién nacidos registrados.
Sí es cierto que el gran apagón del 9 de noviembre de 1965 tuvo lugar y también podría ser que un gran número de parejas optaran por mantener relaciones sexuales durante el tiempo en el que se quedó la ciudad a oscuras, pero eso no fue garantía de que aumentasen los embarazos.
A finales de 1965 los métodos anticonceptivos ya eran de utilización frecuente entre los neoyorquinos, siendo esta una ciudad que siempre ha estado unos pasos más adelantada a otros lugares del país y más en plena época de revolución sexual que se vivía en aquellos momentos en los EEUU, donde numerosos colectivos y asociaciones fomentaban y regalaban píldoras anticonceptivas y preservativos.
También se apunta, sobre la imposibilidad de que se hubiera producido un aumento de embarazos, el hecho de que un gran número de personas pasaron todo el tiempo que duró el apagón atrapadas en lugares distintos a los de sus parejas (evidentemente se puede mantener relaciones con desconocidos) pero la mayorías de estas estaban acompañadas de más de una persona, como en los vagones del metro.
Se calcula que en el subsuelo de Nueva York quedaron atrapadas miles de personas (algunas fuentes indican que cerca de ochocientas mil). También en numerosísimos ascensores, muchos de ellos en rascacielos de oficinas, ya que el apagón se produjo alrededor de las cinco y media de la tarde, una hora en la que muchos oficinistas salían de trabajar. Hubo incluso quien se quedó dentro del mismo puesto de trabajo y no se atrevió a salir por no ir a oscuras por la calle. A otros les pilló por la calle, en la otra punta de la ciudad de donde vivían, e invirtieron gran parte del tiempo en regresar caminando a sus hogares.
Uno de los mayores expertos del tema, Philip Morgan, profesor del Departamento de Sociología y Demografía de la Universidad de Duke (Carolina del Norte) y presidente de la Population Association of America (Asociación de Población de América), publicó en 2004 un informe, lleno de datos estadísticos, que los llamados ‘baby boom’ (aumento de natalidad) tras un apagón (como el ocurrido en noviembre de 1965 en Nueva York) son una leyenda urbana y ya no solo en ese caso concreto, sino en el del resto de apagones o algún tipo de desastre que obligaba a los ciudadanos a pasar un largo periodo de tiempo encerrados en sus casas.
Eso sí, cada vez que ha ocurrido uno, en los medios y las redes sociales se ha repetido hasta la saciedad (como si de un mantra se tratara) la leyenda urbana sobre el aumento de natalidad nueve meses después de haber tenido lugar un apagón o confinamiento.
Fuentes de consulta e imagen: sciencedaily / snopes / jstor / Wikimedia commons
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