Virgilio Leret, el oficial que plantó cara al ejército sublevado en el inicio de la Guerra Civil

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Se cumplen 80 años desde que se inició la sublevación
militar que dio origen a la Guerra Civil
Española
y que terminó en una dictadura que duró 36 largos años.

Todo empezó con el levantamiento de un nutrido grupo de
militares que en julio de 1936 decidieron dar un golpe de Estado y acabar con
la II República.

La sublevación, que estuvo gestándose en el seno del
ejército durante varios meses, pretendía acabar con el gobierno del Frente Popular (coalición de partidos
de izquierda y nacionalistas) que había ganado democráticamente las elecciones del 16 de febrero
de aquel mismo año.

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Los responsables de la conspiración golpista decidieron que
ésta se iniciaría a las cinco de la madrugada del 18 de julio, pero unos
acontecimientos de última hora hicieron que se adelantase a las 17 horas del
día anterior la sublevación y toma del Protectorado
de Marruecos
, empezando por Melilla.

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Cuando un grupo de tropas de regulares junto a
una sección de infantería se dirigió a la Base
de Hidroaviones del Atalayón
, muy cercana a Melilla, con la intención de
tomarla e iniciar el golpe de Estado, se encontraron con la férrea oposición
del militar al frente de dicha base: Virgilio
Leret Ruiz
.

El capitán Leret, leal a la II República, intentó repeler el
ataque de los sublevados encontrándose que el número de atacantes eran muy
superior al de hombres que tenía bajo sus órdenes.

Tras un intercambio de disparos y quedarse sin municiones, Leret
y sus hombres no tuvieron más opción que rendirse y entregar la plaza a los atacantes.

Y nada más de supo del oficial que plantó cara con valentía al
ejército sublevado en el que se considera como el inicio de la Guerra Civil
Española.

Las crónicas cuentan que se lo llevaron, junto a los alféreces
de aviación Armando González Corral y
Luis Calvo Calavia
, y los fusilaron en las primeras horas del 18 de julio
frente a la pared del pabellón de oficiales. Pero esas muerte, que podrían ser consideradas como de las primeras acontecidas en la
Guerra Civil y la primera de un oficia
l (Virgilio Leret), no se dieron a
conocer de este modo, debido a que se
falsificó el acta de un juicio sumarísimo que nunca se celebró y que lo
condenaba a ser fusilado
y en la que figuraba como fecha de la ejecución el
23 de julio.

El cuerpo del capitán Leret, junto al de los alféreces,
nunca apareció y fueron a parar a una fosa ilocalizable.

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Pero la figura de  Virgilio
Leret  Ruiz no debería de ser recordada solo
por esta heroicidad sino también porque este hombre estaba destinado a haber sido uno de los personajes más importantes de
la Historia de la aeronáutica española
y al quien aquel asesinato impune lo convirtió en
alguien semidesconocido para la mayoría de las personas.

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Virgilio Leret, además de tener una intachable hoja de
servicio como militar y haber sido condecorado, fue un adelantado en su tiempo,
inventando y patentando en 1935 un motor a reacción (cuando todavía ningún
avión lo llevaba) y al que bautizó como ‘Mototurbocompresor
de Reacción Continua’
.

Unos meses antes había presentado su proyecto al Presidente
de la República, Manuel Azaña, quien
se lo había aprobado y había dispuesto todo para que en septiembre de 1936 se
empezase a trabajar en él. Dicho motor se mantendría como un secreto, ante el
temor de ser robada la idea, pero nunca pudo ponerse en práctica debido al
inicio de la Guerra Civil.

No ha sido hasta hace relativamente poco tiempo cuando la
figura de Virgilio Leret  Ruiz ha
comenzado a ser más conocida, publicándose varios libros sobre su vida y algún
que otro documental. Gran parte de la información que se tiene sobre su figura ha sido gracias a lo que aportó su viuda, la escritora y periodista

Carlota O’Neill (y posteriormente las hijas de ambos, Carlota y Mariela). 

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Fuentes de consulta e imágenes: Documental ‘Virgilio
Leret, el caballero del azul’ / público / euskonews / apdhacadiz / elotropais / nodo50 / elalminardemelilla / Alfredo
Castillo (@DemasiadaLex)