Cuando el Royal Albert Hall de Londres acogió en 1891 la primera convención de ciencia ficción del mundo
El Royal Albert Halles una de las edificaciones culturales y artísticas más importantes y relevantes del Reino Unido. Fue inaugurado el 29 de marzo de 1871 (tras cuatro años de obras) y su construcción se basó en una vieja aspiración que había tenido años atrás (poco antes de fallecer) el consorte de la reina Victoria, el príncipe Alberto de Sajonia (de ahí el nombre del edificio) en el que disponer en la capital del imperio británico de un lugar con un gran salón central donde poder promover las artes y las ciencias.
Dos décadas después, coincidiendo con el vigésimo aniversario de la apertura de aquella gran sala cultural, se celebró entre el 5 y el 10 de marzo de 1891 lo que se ha considerado como ‘primera convención de ciencia ficción del mundo’, en la que se reunieron un gran número de personas que se habían convertido en auténticas entusiastas del libro titulado ‘The Coming Race’, publicado dos décadas atrás por Edward Bulwer-Lytton; aunque en un principio lo había hecho de forma anónima y tras ver el éxito que alcanzó la obra decidió dar a conocer su autoría.
‘The Coming Race’ era una novela de ciencia ficción, género que en el último cuarto del siglo XIX había provocado mucha curiosidad por parte de los lectores, en unos años en los que el interés por todo tipo de temas relacionado con lo desconocido iba creciendo (el esoterismo y los temas relacionados con adivinación y el más allá).
Esta novela versaba alrededor de una raza superior de seres con poderes telepáticos que vivían escondidos en el subsuelo. En ella se habla del ‘Vril’, un fluido en forma de energía a través del cual se comunican con el narrador de la historia.
Fue tal el éxito del libro que se crearon varias organizaciones de seguidores y fanáticos ya no solo de la novela sino de la temática que trataba, siendo el reconocido médico londinense Herbert Tibbits (fundador del West End Hospital and School of Massage and Electricity de Londres) uno de sus más fervientes fans, hasta tal punto de idear la organización de una convención a la que llamó ‘Vril-Ya Bazaar and Fete’ cuyo significado en inglés era ‘The Coming Race’ and ‘Vril-Ya’ Bazaar and Fete, in joint aid of The West End Hospital, and the School of Massage and Electricity’ y traducido al español vendría a ser ‘The Coming Race’ y ‘Vril-Ya’ Bazaar and Fete, en ayuda conjunta del West End Hospital y la Escuela de Masaje y Electricidad’.
Cuando Herbert Tibbits planteó la celebración de tal evento, muchos quisieron aportar una ayuda económica, por lo que se recaudó un generosos presupuesto que permitió organizarlo en el Royal Albert Hall, el cual daría cabida a las miles de personas que se esperaba que pasasen por allí a lo largo de los cinco días que duraría (inicialmente iban a ser tres jornadas, pero ante las buenas previsiones que había se aumentó en dos días más).
El propio doctor Tibbits puso una gran suma de dinero de su propio bolsillo con el fin de conseguir que la decoración del Royal Albert Hall fuese lo más fiel a los paisajes descritos en la novela. Se invitó a famosas personalidades de la época y se solicitó a los asistentes que acudieran disfrazados a tal evento.
A pesar de la presencia de miembros de la casa real británica el día de la inauguración, el 5 de marzo de 1891, (entre otras la hija y yerno de la reina Victoria) y numerosas personalidades del mundo de la alta sociedad londinense, el evento se convirtió en un auténtico fracaso.
Los periódicos publicaron al día siguiente unas crónicas que fueron totalmente críticas con la organización y dejaron en muy mal lugar la decoración (en el que se había invertido gran parte del presupuesto), convirtiéndose el evento en un auténtico fiasco y que acabó llevando a la ruina total al doctor Herbert Tibbits, quien había invertido todos sus bienes en aquel faraónico proyecto.
A pesar de este sonado fracaso, este evento ha quedado para la posteridad como la primera convención de ciencia ficción del mundo, siendo algo de referencia para las generaciones actuales amantes de ese tipo de literatura.
También cabe destacar que el argumento de la novela ‘The Coming Race’ sirvió para sentar la base a muchas teorías conspiranoicas, sobre la creencia de la existencia de seres superiores entre nosotros, hasta tal punto que muchos destacados nazis, durante la época del Tercer Reich, basaron parte del ideario de la ‘raza aria y superior’ en ello. Pero este tema da para otro post que publicaré próximamente.
Fuentes de consulta: royalalberthall (1) / royalalberthall (2) / bbc / observationdeck / Wikimedia commons
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