A finales de octubre de 1922 tuvo lugar la conocida como ‘Marcha sobre Roma’, organizada por el
Partido Nacional Fascista y que llevó hasta la capital italiana a 30.000 personas.
Fue a raíz de esta marcha, el líder de la misma, Benito Mussolini, sería nombrado presidente del país por el rey Víctor Manuel III y poco
después, el denominado como ‘Duce’,
convertiría el régimen político de la nación en una dictadura fascista.
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A lo largo de los siguientes años varias fueron las ocasiones en las que Mussolini sufrió algún intento de
asesinato, siendo el que tuvo lugar en Bolonia,
en la media tarde del domingo 31 de octubre de 1926, durante los actos de celebración
del aniversario de su llegada al poder, uno de los que más cerca estuvo de lograr
su objetivo (aunque el dictador salió ileso) y alrededor del cual ha habido
numerosas especulaciones sobre quiénes se encontraban realmente tras la
organización del intento de magnicidio.
Lo que sí se supo desde un principio es la identidad de la
persona que apretó el gatillo: Anteo
Zamboni, un adolescente de quince años de edad que se plantó frente al
coche descapotado en el que iba Mussolini saludando al público congregado
mientras se dirigía a la estación de vuelta a Roma.
El dictador italiano había inaugurado aquel día un estadio
deportivo en Bolonia, como uno de los actos importantes del aniversario de su
llegada al poder. A las 17:40 horas, mientras iba de regreso en un coche con la
capota bajada y él de pie saludando a los presentes, el joven salió entre la
muchedumbre y empuñando una pistola la
disparó, errando el tiro, yendo a parar la bala a la carrocería del automóvil.
Se supone que la imprecisión se debió al momento de nerviosismo de Anteo y a su
inexperiencia con las armas.
Pero, tal y como efectuó el disparo, un enorme grupo de
exaltados fascistas que allí se encontraban se abalanzaron hacia el muchacho,
donde le propinaron todo tipo de golpes durante poco más de un minuto.
Tras el linchamiento al que fue sometido Anteo Zamboni, por
aquella turba de fanáticos seguidores de
Mussolini, el cuerpo del chico yacía sin vida en el suelo, estaba
totalmente ensangrentado y presentaba numerosos apuñalamientos (un total de 14)
e incluso estrangulado.
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Nunca se esclareció qué fue lo que llevó al muchacho a
atentar contra el dictador italiano, siendo numerosas las hipótesis y
especulaciones que surgieron sobre los motivos del intento de magnicidio.
Las fuentes oficiales apuntaron que se trató de un atentado
cometido por el anarquismo y se intentó vincular de todos los modos posibles a
Anteo con organizaciones y personajes anarquistas de la época.
Incluso, se arrestó al padre y una tía del muchacho, acusándolos de militar en una organización
anarquista y de haberlo instigado a cometer el crimen. Todo ello sin existir
ni una sola prueba que confirmase tal afirmación.
Otra de las hipótesis (y que más historiadores apuntan que
puede ser la cierta) es la que señala como autor intelectual del atentado a Leandro Arpinati, un conocido político
boloñés afín a Mussolini y a quien éste había nombrado subsecretario de
Interior.
Parece ser que Arpinati era del ala más radical del Partido
Fascista y aspiraba a ocupar el puesto de Mussolini y una de las maneras más rápidas
y fáciles de hacerlo era atentando contra su vida. Para ello habría contactado
con un humilde adolescente al que le habría pagado una buena suma de dinero
para que fuese la mano ejecutora, prometiéndole que nada le ocurriría.
Sea cual fuere el motivo por el que el joven Anteo Zamboni intentó
atentar contra Benito Mussolini, lo que
sí se sabe es que fue linchado inhumanamente por una turba de enloquecido
enfervorizados fascistas.
Fuentes de las imágenes: Hemeroteca
La Vanguardia / Wikimedia
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