Los descontentos campesinos de Oklahoma que en 1917 intentaron organizar una revolución socialista en EEUU

Durante la última década del siglo XIX y las dos primeras
del XX hubo un espectacular auge del movimiento socialista en gran parte del
planeta. Muchas fueron las organizaciones sindicales y obreras que basaron sus
idearios en el marxismo, además de la popularidad que alcanzó la revolución
bolchevique en Rusia que hizo que fuesen millones las personas de todo el mundo
que abrazaron el socialismo como su ideología política.

Y Estado Unidos no fue ninguna excepción, por lo que un buen
número de partidos de tendencia socialista surgieron a inicios de 1900 que
aglutinaron, mayoritariamente, a trabajadores del ámbito rural.

Cuando, en abril de 1917, el presidente Woodrow Wilson accedió a que el país entrase en la
Primera Guerra Mundial
, se encontró con que una gran parte de la ciudadanía estadounidense se oponía al conflicto
armado
y el cupo de reclutamiento voluntario para ir al frente no alcanzaron
el número de soldados esperados, por lo que, un mes después, se promulgó una ley  de
reclutamiento forzoso
con la que cubrir las necesidades de personal militar
que debía ser enviado a la guerra.

Las organizaciones socialistas de EEUU se habían opuesto
desde el primer momento a la entrada del país en la guerra, promoviendo
numerosos actos de protesta por todo el territorio norteamericano. Pero la
promulgación de la ley de reclutamiento obligatorio provocó que a principios de
agosto de aquel mismo año se gestase en Oklahoma
un intento de revuelta ciudadana,
bautizada como ‘la rebelión del maíz
verde’
, con la que se pretendía derrocar al gobierno de Woodrow Wilson,
derogar la ley de reclutamiento obligatorio, declarar la nación como una república socialista (imitando el
modelo de la URSS) y retirar al país de la guerra.

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Alrededor de un millar de personas  participaron en esta revolución socialista y
la inmensa mayoría de ellos provenían de los entornos rurales de Oklahoma
(campesinos estadounidenses, pero también inmigrantes europeos, afroamericanos
o nativos de varias tribus amerindias). Todos ellos con el convencimiento de
que un régimen marxista ayudaría a mejorar el país. A pesar de compartir los
participantes el ideario político socialista, éstos no estaban respaldados en
su pretendida revuelta por organizaciones políticas, como el Partido Socialista de América.

Además de estar en contra de la guerra (por convicciones
políticas), les había afectado en gran medida la ley de reclutamiento, haciendo
que muchos de los jóvenes campesinos tuviesen que dejar sus empleos en el campo
para ir obligatoriamente al frente. Estaban convencidos de que el conflicto
armado tan solo serviría para hacer ganar más dinero a las grandes fortunas del
país y dejaría sin mano de obra a la agricultura.

Dicha movilización fue denominada como Rebelión del Maíz
Verde (Green Corn Rebellion) debido
a que el camino que se trazó para recorrer la distancia de dos mil kilómetros
que separaban la población de Seminola (en Oklahoma) de donde se partiría y
Washington DC iba a ser a través de los campos de cultivo de maíz, ya que este
cereal serviría como alimento de todos aquellos que se unieran al levantamiento
ciudadano.

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Durante varias noches se estuvieron reuniendo en las
inmediaciones del río Canadian, donde trazaron un plan. Empezarían la rebelión atacando
varias infraestructuras como cortar los cables del telégrafo y telefónicos o
destruir puentes de la línea ferroviaria; pero un chivatazo a las autoridades
(por parte de un infiltrado) provocó que los acontecimientos se precipitasen e iniciaran
la revuelta sin estar del todo organizados.

La noche del 2 de agosto, durante uno de sus encuentros,
algunos miembros fueron sorprendidos por el sheriff del condado de
Seminola, iniciándose un intercambio de disparos. Tras estos acontecimientos, a
primera hora del día siguiente los rebeldes se reunieron en una granja cercana
(de un granjero conocido como ‘el viejo Spars’), donde unos días antes ya se
había izado una bandera roja y sin que llegaran a iniciar la marcha hacia
Washington fueron sorprendidos por una setentena de hombres armados, con el
sheriff al mando.

Ese fue el final de la Rebelión del Maíz Verde’, la cual
apenas había empezado. Los rebeldes decidieron dispersarse, huyendo cada uno
hacia un lado diferente, aunque en los siguientes días se fue atrapando a la
mayoría de ellos.

Hubo alrededor de 450
detenciones, aunque tan solo se presentaron cargos sobre 184 y de los
cuales a 150 se les declaró culpable, cumpliendo la mayoría penas que iban de
una multa económica y algunos meses de prisión, pero para algunos de los
cabecillas se les condenó a varios años de cárcel.

Aquel incidente también sirvió para desacreditar al Partido
Socialista de América, que en los siguientes meses perdió gran parte del apoyó
electoral que estaba teniendo en los últimos años.

Fuentes de
consulta e imagen: workers / libcom / okhistory / reddirtreport / marxisthistory
(pdf)
/ lewrockwell
/ newspapers

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