El primer cuarto del siglo XX destacó por los conflictos sociales y laborales que
tuvieron lugar en un gran número de lugares del planeta en los que los trabajadores comenzaron a organizarse y
sindicarse con el propósito de conseguir
mejores condiciones y salarios.
Muchos fueron los sindicatos de ideología anarquista que cogieron mucha fuerza y que consiguieron
afiliar a un gran número de obreros
que ya estaban cansados de ser
explotados (debemos recordar que por aquella época las jornadas laborales
eran de más de 12 horas seis días a la semana, trabajaban incluso los niños de
corta edad y los sueldos eran ínfimos).
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Una de las organizaciones anarcosindicalistas que más relevancia tuvo en los Estados Unidos
fue la IWW, acrónimo de ‘Industrial Workers of the World’ (Trabajadores
Industriales del Mundo), sindicato fundado en 1905 en Chicago y que en tan solo
una década se convirtió en uno de los más apoyo por parte de los obreros tuvo.
El IWW organizó un gran número de sonadas huelgas y movilizó
a miles de trabajadores que deseaban mejorar sus condiciones laborales. En 1916
organizó unas jornadas de protesta en la población de Everett (en el Estado de Washington, al noroeste del país) que
acabaron en una trágica masacre.
Fue el domingo 5 de noviembre y ese día tenían que llegar a
esta población portuaria un gran número de representantes desde otros puntos
del país quienes se manifestarían ante el abuso de poder de los empresarios y
las autoridades locales.
Ya se habían producido algunos actos con obreros de Everett manifestándose
y llamando a la huelga y que habían sido reprimidos por los hombres del sheriff Donald McRae, quien además de tener
a sus órdenes a los miembros de la policía local contaba con un numeroso grupo
de matones (alrededor de 300) financiados por los empresarios.
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El traslado hasta Everett de un gran número de sindicalistas
del IWW se produjo por mar y llegarían en dos barcos de vapor desde Seattle (la
ciudad más grande e importante del Estado): el Verona y el Calista.
Un grupo de obreros de Everett se dirigieron a esperar a sus
compañeros de Seattle al puerto, encontrándose que aquel lugar estaba tomado
por los matones al mando del sheriff McRae. Cuando el Verona estaba llegando al
muelle se produjeron una serie de disparos que no se sabía de dónde provenían.
Muchos de los tiros iban dirigidos al barco de vapor, que estuvo a punto de
zozobrar y que, gracias a la pericia del capitán, pudo dar la vuelta y volver
por donde había llegado, pudiendo avisar al Calista que estaba acercándose para
que se diera también la vuelta.
Pero en el puerto hubo una auténtica batalla campal que se
saldó con un gran número de heridos y algunos fallecidos. Se contabilizó 5
muertos por parte de los obreros (y una treintena de heridos) y 2 muertos del
otro bando que casualmente eran empresarios (y una veintena de matones y
policías heridos).
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Se detuvo a 74 obreros que iban a ser juzgados por los altercados
y que, además, se les responsabilizaría del ‘asesinato’ de los dos empresarios,
pero unas eficaces investigaciones pudieron demostrar que los dos fallecidos
habían recibido los impactos de bala por la espalda y, por tanto, habían sido
disparadas por las armas de los matones que habían contratado ellos mismos.
La conocida como ‘masacre
de Everett de 1916’ pasó a ser uno más de los nefastos capítulos de la
historia negra del país y la lucha obrera, que tan reprimida fue y que fue
dando paso a los posteriores logros conseguidos en favor de los trabajadores.
Fuentes de consulta e imágenes: historylink / University of
Washington Libraries / Everett Public Library