El siglo XVI fue especialmente prolífico en Inglaterra para
la aparición y propagación de todo tipo
de historias que tenían algún componente extraño, mágico e incluso terrorífico.
Sobre todo hubo un gran auge de esas leyendas en la segunda mitad de aquel
siglo, coincidiendo con la conocida como ‘Época
Isabelina’ (a partir de 1558).
Relatos de brujería,
seres malignos, espíritus e incluso hechos tan paranormales como el concebir
hijos en forma de animales o monstruos se puso de moda y eran explicados
oralmente de una generación a otra, habiendo llegado algunas de aquellas
leyendas hasta nuestros días y que siguen compartiéndose en ciertos entornos, dándoles
incluso credibilidad por muy absurdas y rocambolescas que estas sean.
Una de las leyendas de aquella época que llegaron a hacerse muy
célebres y que hoy en día todavía hay quien la explica como si fuese un caso
que realmente ocurrió es la historia de Agnes
Bowker, una joven sirvienta que en 1569 dio a luz a una escalofriante
criatura muy semejante a un gato.
El hecho de que este relato se hiciera inmensamente popular
y hay quien le dé incluso credibilidad fue gracias a la gran cantidad de documentación
que se generó alrededor de la misma, debido a que la historia sobre el extraño parto de Agnes Bowker fue haciéndose cada
vez más grande (algo conocido como ‘efecto
bola de nieve’, que cuanto más rueda más grande se hace) llegando incluso a
interesar a ilustres personajes de la época que investigaron y escribieron
sobre ello.
El nacimiento de aquella criatura en forma de gato, dado a
luz por una humana, fue puesto en conocimiento por Elizabeth Harrison, una de las más populares comadronas de la época
del condado de Leicestershire (en pleno centro geográfico de Inglaterra) que
asistió el parto de Agnes Bowker, en la entonces pequeña población de Harborough,
el 16 de enero de 1569.
La partera comunicó a las fuerzas vivas y autoridades del
condado (entre ellas el archidiácono de Leicester) un singular hecho: la joven Agnes
Bowker (de 26 años de edad) había dado a luz a un gato rojo (color asignado en
la época para representar al maligno), habiendo nacido aquella criatura ya
muerta.
Se inició una investigación, no encontrándose testigos
directos del hecho, siendo todos los testimonios basados en lo argumentado por
la comadrona y llegando al lugar del parto cuando éste ya se había producido.
Muchos fueron quienes investigaron el asunto y determinaron
que se trataba de una falsedad, pero el hecho de que algunos expertos dejaran
en el aire una cierta duda de credibilidad, al no poder afirmar ni desmentir,
provocó que se expandiera rápidamente como si de una historia cierta se
tratara.
Mucho se ha escrito sobre el tema desde hace cinco siglos y
centenares los artículos de investigación publicados en los que se trataba de
esclarecer lo sucedido, existiendo actualmente una más que razonable hipótesis
sobre el asunto:
Parece ser que la joven Agnes Bowker tenía algún tipo de
discapacidad (muy probablemente provocada por los ataques de epilepsia que padecía)
y que a lo largo de su vida había sido víctima de abusos sexuales por parte de
los diferentes amos para los que trabajó como sirvienta. Entre ellos un tal Hugh
Brady (al que se le describe como vicioso y perverso) quien abusaría de ella
repetidamente ante la excusa de ser el mejor remedio para liberarla del maligno que llevaba dentro.
Todo parece señalar que, de uno de aquellos abusos, Agnes
quedó embarazada y, en el momento de dar a luz se le envió a la partera Elizabeth
Harrison con el fin de que esta se deshiciera del hijo ilegitimo, urdiéndose la
increíble historia de que había parido un gato.
Incluso algunas fuentes indican que la joven sirvienta
estaba casada y que el hecho de dar el cambiazo la comadrona de un niño dado a
luz por aquel animal habría sido para advertir del castigo divino por el acto
impuro realizado.
Los visitantes a la British
Library (Biblioteca Británica) pueden solicitar revisar un documento
realizado en aquella época, en el ‘Manuscripts
Reading Room’ (Sala de lectura de manuscritos) que se encuentra en la
segunda planta y en el que hay el informe e ilustración elaborados sobre el
gato que dio a luz Agnes Bowker (imagen que encabeza este post). Curiosa y
sorprendentemente dicho documento está datado entre el 22 de enero y el 12 de
febrero de 1568, un año antes de los hechos relatados, pero en el resto de
informes y documentación relativos al asunto siempre consta el año 1569.
Fuentes de
consulta e imagen: British Library / scotsman / ladyscience / historicmysteries / tudorsociety / Agnes
Bowker’s Cat de David Cressy
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