El represor de anarquistas que trabajó para el independentismo catalán durante la II República

Fue conocido con el apodo de ‘Capità Collons’ (Capitán Cojones) pero su verdadero nombre era Miquel Badia i Capell y se trataba de
un siniestro y peligroso personaje que trabajó como jefe superior de los servicios de orden público de la Generalitat de
Catalunya
durante la Segunda República.

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Su nombramiento llegó en unos convulsos años en los que los enfrentamientos eran continuos y numerosos entre diferentes facciones políticas:
entre republicanos de izquierdas y los de derechas, entre republicanos y
anarquistas, enfrentamientos de socialistas y comunistas, entre anarquistas
entre sí, nacionalistas contra independentistas… Un largo etcétera que
convertía esta amalgama política en un peligroso polvorín y que Badia no ayudó a apaciguar, todo lo contrario.

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Miquel Badia fue designado para el cargo gracias al
currículo que tenía y en el que destacaba su activismo radical en grupos como Bandera Negra, una
organización armada surgida en la década de 1920 (durante la dictadura de
Miguel Primo de Rivera) y compuesta por miembros y simpatizantes del
partido independentista Estat Catalá.

Entre los actos terroristas más destacables en los que
participó Miquel Badia se encuentra el intento
de asesinato del rey Alfonso XIII
, durante su visita a Cataluña en junio de
1925, y que fue conocido como ‘Complot
de Garraf’
.

Era un hombre fiel a los intereses independentistas, aunque
su ideología política se encontraba en las antípodas de muchos de los miembros
de Estat Catalá, pues a Miquel Badia se le reconoce como un activo fascista y así lo indican numerosas reseñas que se han hecho sobre su figura.

Durante los primeros años de la II República estuvo
vinculado a la organización de grupos paramilitares, al servicio de los
intereses soberanistas y por expreso deseo del Presidente de la Generalitat
Francesc Macia. Esta organización era conocida como ‘escamots’, los cuales recibían encargos tan diversos como reventar
las huelgas (entre ellas de los tranvías) que habían sido convocadas por las
organizaciones anarquistas o el asalto (el 24 de octubre de 1933) del semanario
satírico y político ‘El Be Negre’ (La
oveja negra).

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Pero el sobrenombre de ‘Capità Collons’ se lo ganó a partir de 1934, cuando fue designado para dirigir los servicios de orden público de la Generalitat de Catalunya, debido a que empezó una etapa conocida como ‘pistolerismo’ y en la que numerosos hombres bajo las órdenes de Badia iban armados y usaban la violencia contra los sindicalistas de la FAI (anarquistas que también iban armados), llegando a producirse auténticas batallas campales en plenas calles de Barcelona.

La violencia y represión de Miquel
Badia parecía no tener límites, convirtiéndose en uno de los personajes más
temidos (a la vez que odiados) de aquella nefasta etapa política del país.

Incluso no dudó, en cierta
ocasión, en acudir hasta los juzgados e interrumpir un juicio que se estaba
celebrando a un amigo personal suyo (el abogado nacionalista Josep Mª Xammar),
agrediendo a los funcionarios, haciendo detener al fiscal e incluso al propio juez. Este hecho fue la gota
que colmó el vaso de la paciencia del entonces Presidente de la Generalitat Lluis Companys y su entorno, quienes lo
forzaron a presentar la dimisión como responsable de seguridad y orden público.

Cabe destacar que era
público y notorio que Badia y Companys no habían tenido nunca unas buenas relaciones
y que ambos se detestaban, siendo numerosas las ocasiones en las que ‘Capità
Collons’ había despreciado y denostado públicamente al mandatario catalán.

Miquel Badia se había convertido en uno de los personajes
más odiados de la época y muchos eran quienes deseaban acabar con su vida, pero
sobre todo los anarcosindicalistas. Y fueron precisamente varios miembros de la
FAI quienes lo asesinarían el 28 de abril de 1936 junto a su hermano mayor,
Josep, en pleno centro de la Ciudad Condal (en la confluencia de las calles
Muntaner y Diputació). Un lugar que, coincidiendo con la efeméride, se ha
convertido en punto de encuentro de destacados dirigentes soberanistas que
acuden a rendirle homenaje y que tiene a los hermanos Badia como dos auténticos
héroes, a pesar del sanguinario y violento pasado del Capità Collons.

Fuente de la imagen: germansbadia.wordpress.com

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