por Actualmente las ventas anuales del famoso ‘Calendario Zaragozano “El Firmamento”’
rondan los 150.000 ejemplares (posiblemente alguna decena de millar más), una
cantidad nada despreciable teniendo en cuenta el volumen de ventas de otros
anuarios similares. Pero hubo una época en la que este almanaque llegó a ser el
más famoso de toda España (incluso exportándose) y cuyas ventas alcanzaban el
millón y medio cada año.
Comenzó a publicarse en 1840 inicialmente bajo el nombre de ‘El Firmamento’ y su autor era un
jovencísimo aficionado a la astronomía llamado Mariano Castillo y Ocsiero que había nacido diecinueve años antes
en la población de Villamayor de Gállego,
perteneciente a la provincia de Zaragoza.
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Mariano pertenecía a una familia acomodada que invirtió en
sus estudios de ‘Astronomía y Meteorología’,
la gran afición del muchacho desde temprana edad
(cabe destacar que la mayoría de fuentes, incluida la web de calendariozaragozano indican que estudió Astrología y Meteorología).
Una de sus grandes aficiones desde niño había sido observar
a diario el firmamento e ir anotando en un cuadernillo todo tipo de datos sobre
ese día: la temperatura, presión atmosférica, humedad, si llovía o hacía sol,
si estaba nublado o había nevado. Absolutamente todos los detalles diarios los
iba guardando y con toda esa información, con los años, logró crearse unas
plantillas que le eran de gran ayuda para predecir el tiempo que iba a hacer
solo con mirar al cielo.
Se había dado cuenta que todo era cíclico y que cada lustro
solía repetirse los comportamientos meteorológicos de cinco años atrás
(evidentemente con algunos cambios e imprevistos). Hoy en día ya no se sigue
dicha regla de previsión (sobre todo porque hay satélites y medidores mucho más
precisos, además de que la meteorología ha cambiado radicalmente en todo este tiempo
debido al ‘cambio climático) y el Calendario
Zaragozano (que sigue publicándose aunque bajo la propiedad de otros
editores que nada tiene que ver con los descendientes de Mariano Castillo y
Ocsiero) utiliza las predicciones proporcionadas por el Observatorio Astronómico de Madrid.
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El joven Mariano, estudió en Zaragoza y Madrid y
posteriormente trabajó realizando las prácticas en el observatorio de San
Fernando (provincia de Cádiz) y fue en esa misma época en la que se animó a
publicar su primer almanaque de predicciones meteorológicas al que llamó ‘El Firmamento’.
Años después, ya de vuelta a Zaragoza, se convirtió en toda
una institución y su almanaque en una referencia para todas aquellas personas
que tenían alguna curiosidad o necesidad por saber qué clima les depararía a lo
largo del año entrante. Coincidiendo con la entrada del invierno cada año se
ponía a la venta el calendario que serviría para tener las previsiones de las
cuatro estaciones que había por delante.
Cada edición era más completa y se le iba añadiendo nuevas
cosas como el santoral, citas de personas ilustres, recomendaciones y algún que
otro dato que saciaba la curiosidad de los lectores.
No fue hasta bastantes años después del inicio de su
publicación cuando al almanaque ‘El Firmamento’ se le añadió la coletilla de ‘Calendario
Zaragozano’. Como dato curioso, cabe destacar que el término ‘Zaragozano’ del título de la
publicación no se colocó por ser el gentilicio de la provincia de nacimiento
del autor (Mariano Castillo y Ocsiero) sino que fue un guiño y homenaje al
apellido de uno de los más ilustres astrónomos españoles que vivió en el siglo
XVI: Victoriano Zaragozano Zapater.
Este astrónomo fue muy famoso en su tiempo y sus
predicciones (ya en su época) se conocían como Zaragozano y, por tanto, el
añadirle ese subtítulo al almanaque creado por Mariano le daba un especial
carácter de importante.
Una de las peculiaridades del ‘Calendario Zaragozano “El
Firmamento”’ es que desde el primer número que se publicó (en 1840) hasta hoy
en día se ha utilizado una ilustración del rostro de su autor en la portada.
Fuente de información e imágenes: calendariozaragozano
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