El eclesiástico que en el siglo XVIII se inventó algunos de los datos más conocidos sobre la ‘Toma de Granada’ de 1492

El 2 de enero de 1492 es la fecha que consta como el de la ‘Toma de Granada’ por parte de los
reyes Isabel I de Castilla y Fernando II
de Aragón
, quienes pasaron a ser universalmente conocidos como los ‘Reyes Católicos’; título que no ostentaban
en el momento de la reconquista y que les fue concedido cuatro años después
(concretamente el 19 de noviembre de 1496) a través de la bula ‘Si convenit’ extendida por el papa Alejandro VI, como devolución de
los favores que la pareja real hizo para que Rodrigo de Borja (o Borgia
como es frecuentemente nombrado) alcanzara el pontificado.

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Mucho se ha escrito sobre la famosa ‘Toma de Granada’ de
1492, siendo este uno de los temas obligatorios a estudiar en la asignatura de
Historia de los colegios e institutos españoles.

Pero con el paso de los años, y gracias a las
investigaciones realizadas por expertos e historiadores, se ha podido ir
descubriendo que algunos de los datos
más significativos y conocidos sobre uno de los episodios más importantes en la
Historia de España
y alguno de sus protagonistas, son erróneos y no se ciñen a lo realmente acontecido.

Uno de los responsables de que mucha de la desinformación o datos falseados, sobre la
Toma de Granada
, fue Juan Velázquez
de Echeverría
, un eclesiástico que en 1764 publicó el libro ‘Paseos por Granada y sus contornos’,
en el que explicaba numerosos datos y anécdotas sobre la célebre ciudad
andaluza y en el que le metió una gran dosis de imaginación, con la que
trastocó y desdibujó en cierta medida lo realmente acontecido en 1492.

Uno de los ‘datos
fakes’
surgidos de la imaginación y pluma del padre Echeverría y que más se
extendió a lo largo de los años fue el que explica cómo Aixa, la madre de Boabdil,
el entonces Emir de Granada que
entregó las llaves de la capital del Reino Nazarí a Isabel I de Castilla y
Fernando II de Aragón, dijo a su hijo la célebre frase:

‘Llora como mujer lo que no supiste defender como hombre’ (aunque
Echeverría la escribió como ‘Bien haces, hijo, en llorar como mujer lo que no
fuiste para defender como hombre’).

Esta locución, repetida hasta la saciedad, se convirtió en una de las anécdotas más famosas y
explicadas en todas las escuelas e institutos durante la lección de Historia de
España
y el eclesiástico la colocó en su libro para denigrar la imagen del
emir musulmán en el capítulo en el que explicaba la toponimia de la colina
conocida como ‘El suspiro del Moro’,
la cual se encuentra a una docena de kilómetros de la capital granadina y,
según dicha explicación, fue el lugar en el que Boabdil se paró para contemplar por última vez su querida Granada,
suspiró y se puso a llorar desconsoladamente.

Varios son los historiadores que indican que Boabdil, cuando
partió hacia su destierro, no pasó por la mencionada colina y
dicha denominación fue acuñada varias décadas después, muy posiblemente por el
también eclesiástico y escritor, del siglo XVI, Antonio de Guevara, quien también reescribió a su manera lo
acontecido en 1492 y malintencionadamente desdibujó la biografía del último emir nazarí de Granada. Según
apuntan los expertos, fue hecho para agradar y contentar al entonces rey Carlos I (nieto de los Reyes
Católicos) y así ganarse las simpatías del monarca cuando éste visitó la ciudad
de Granada en 1526 (durante su viaje de luna de miel).

Dos siglos después, Juan Velázquez de Echeverría tomaría
algunos de esos datos falseados y difundidos por Antonio de Guevara, le
añadiría algunas inexactitudes e invenciones más y lo publicaría en su libro ‘Paseos
por Granada y sus contornos’ (algunos de los capítulos incluso no serían
escritos por el propio Echeverría, sino por Cristóbal de Medina Conde bajo el seudónimo de ‘Don Joseph Romero Yranzo’).

El libro se hizo inmensamente popular, hasta tal punto que
muchas de las anécdotas allí explicadas sobre la Toma de Granada se utilizaron
para ser añadidas en los libros de texto que se utilizaron en las escuelas
españolas durante gran parte del siglo XX, sin que nadie corrigiese los errores
y datos falseados que en él aparecían.

Actualmente, la inmensa mayoría de personas siguen dándolas
como ciertas e incluso muchísimas son las rutas turísticas por la Alhambra y Granada
en las que los guías siguen explicando y dando como cierta la frase falsamente
atribuida a la sultana Aixa o la toponimia de la colina del ‘suspiro del Moro’.

Fuente de la imagen: Wikimedia
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