El curioso manual del siglo XIX para que los hombres honrados aprendieran a usar la navaja y a defenderse

El legado literario que nos ha llegado desde que el ser
humano empezó a escribir nos ha dejado a lo largo de la Historia un número
incalculable de obras de todo tipo. Sería prácticamente imposible catalogar los
cientos de miles de libros escritos (posiblemente varios millones) de los que
no hay ni existe constancia de un gran número.

Hoy en día tenemos miles
de tutoriales
(ya sea publicados en papel o a través de formato vídeo) que
nos son muy útiles para realizar o aprender cualquier cosa, pero siglos atrás
era sumamente difícil acceder a la información (básicamente porque no tenían
los medios de difusión, sociabilidad y comunicación actuales). Así que había
quien se preocupaba de poder ayudar a los demás –de un modo altruista- sobre
todo en lo que concernía a la seguridad y los peligros que podrían sufrir.

Entre toda la amalgama de obras escritas hay de los más diversos géneros, pero hoy voy
a centrarme concretamente en uno: los manuales que se publicaban antiguamente con
el fin de ayudar al prójimo.

[Relacionado: La curiosa guía de 1818 para evitar que los
turistas en Londres fuesen engañados o robados por los carteristas
]

Uno de esos curiosos libros fue publicado en Madrid, en el
año 1849, y llevaba como título ‘Manual
del Baratero, o Arte de manejar la navaja, el cuchillo y la tijera de los gitanos’

(realmente ponía ‘jitanos’ ya que por aquel entonces se escribía con jota).

Pero este manual no estaba hecho con la intención de enseñar
a delinquir a los ciudadanos de la época, sino para que los ‘hombres honrados’ (tal y como indicaba
en el prólogo), para que esto supieran manejar armas como la navaja -así como el
cuchillo o unas tijeras de esquilar- usadas habitualmente por delincuentes, personas
de mal vivir o ‘barateros’; término utilizado
para referirse a ciertos individuos que se movían en los bajos fondos, violentos
y sin escrúpulos, que eran capaces de matar con tal de robar cualquier cosa. No
hacía falta provocarlo para que el arma y se liara a navajazos.

Estos personajes tenían un muy buen y experimentado manejo
de la navaja (y las otras armas mencionadas) y eran sumamente peligrosos. Algunos
de ellos, a lo largo de la Historia, acabaron uniéndose a peligrosos grupos de
bandoleros.

No solo vivían de robar, sino también de extorsionar a los
propietarios de tabernas, mesones y negocios, donde se presentaban y exigían un
pago. Precisamente este pago exigido era conocido como ‘el barato’, dando lugar a que fueran conocidos como barateros.

[Te puede interesar:
La temida cuadrilla de bandoleros ‘Los siete
niños de Écija’
]

Muchos eran las personas que se negaban a pagar y a las que atacaban
a punta de navaja, con la mala fortuna de que, además de ser robadas, acababan
acuchilladas. Por tal motivo hubo un ciudadano que vio la conveniencia de
publicar un manual que ayudara a salvar la vida a todos esos hombres honrados
atacados impunemente por los barateros.

Lo curioso es que lo hizo de manera anónima, no conociéndose
quién fue el autor de tal libro. Mucho se ha especulado sobre su identidad y aunque
no se ha podido determinar sí que había una cosa en claro: era alguien que
conocía perfectamente el mundo de la delincuencia, los suburbios y el manejo de
las armas, por lo que no se descartó de que hubiese sido un baratero redimido.
Pero son muchos los expertos que tras estudiar este manual han descartado que
se tratara de alguien que perteneciera a los bajos fondos, debido a que el
libro estaba realmente bien escrito.

A lo largo de una cincuentena de páginas, el ‘Manual del
Baratero, o Arte de manejar la navaja, el cuchillo y la tijera de los gitanos’
daba una serie de instrucciones sobre cómo colocarse en un cuerpo a cuerpo, la
forma de moverse, hacia dónde hacerlo, cómo agarrar el arma y las diferentes
maneras en las que el adversario podría atacar y el modo en el que debía de
esquivarse sus navajazos.

Todo un compendio de instrucciones que, de bien seguro,
fueron muy útiles para más de una persona.

En el prólogo se indicaba que ese manual podría ser recibido
‘malamente’ por algunas personas, viendo su aparición como perjudicial y advertía
en él que el propósito del mismo era que fuera ignorado ese libro por ‘barateros, trúhanes y otras gentes de vida
airada’
. Esa obra pretendía aleccionar a hombres honrados a los que la
religión, los tratados de moral, ni las leyes podían ayudar cuando eran
atacados y provocados.

Fuentes de consulta e imágenes: esgrimahistorica
(pdf con el libro completo)
/ extramuros
/ elretohistorico
/ Wikimedia
commons

[Relacionado: El librero que creó el primer cuerpo de policía
de Nueva York y escribió un útil libro sobre la jerga utilizada por los
delincuentes
]