El documento de disputa que en la Edad Media exoneraba a quien lo cursaba en caso de asesinar a su contendiente

Algunos eran los países europeos en los que, durante la Edad Media, en los que las autoridades
consentían que en caso de una disputa o mal entendido entre dos personas éstos
pudieran solventar sus problemas a base de agredirse y atacar sus
correspondientes propiedades y en caso de que una de las partes en litigio
muriese el otro no sería apresado ni acusado de asesinato.

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Dicho documento, conocido como ‘carta de disputa’ (en inglés ‘Feud  letter’ y en alemán ‘Fehdebrief’) tenía unas especificaciones muy concretas para poder
ser dado como válido: ser enviado con tres días de antelación a la fecha en la
que empezaría la anunciada pelea, no involucrar a ninguna persona inocente que
nada tuviese que ver con dicha disputa y la prohibición explícita de ejercer
algún tipo de ataque dentro de una iglesia ni en el edificio de un tribunal
(incluyendo el camino tanto de ida como de vuelta a estos) e incluso ni dentro
del propio hogar. Respetando estas normas, todo lo demás era válido.

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Y es curioso cómo entre las normas estaba la prohibición de
dañar a personas inocentes y atacar dentro del hogar pero, sin embargo, sí que
se podía arrasar con todos los bienes ue el contrincante poseía (incluyendo las
casas, tierras…), por lo que eran numerosas las ocasiones en las que, de manera
indirecta, se perjudicaba gravemente los intereses de quienes nada tenían que
ver en dicha disputa (esposa, hijos, padres…).

La carta de disputa solía expedirse cuando surgía alguna
adversidad entre dos personas, normalmente por asuntos comerciales en los que
una de las partes se sentía engañado, estafado u ofendido.

Cabe destacar que no siempre se hacía uso de esa carta de
disputa y la mayoría de ocasiones se intentaba arreglar por la vía de los
tribunales e incluso de los duelos a vida o muerte.

Pero no todas las personas estaban dispuestas a recurrir a
retarse con alguien (que solía hacerse en caliente y/o momento de la ofensa),
prefiriendo el dejar enfriar las cosas, planear una buena venganza y ponerla en
marcha al cabo del tiempo, presentando a la parte contraria y autoridades la
mencionada carta de disputa y, al cabo de tres día comenzar la ofensiva.

Hay casos en los que algunas personas habían tenido que
recurrir a ello después de poner en manos de la justicia su caso (por ejemplo
el haber sido estafados en una compra-venta o por la disputa de unas lindes de
unos terrenos) y al no haber obtenido una sentencia favorable o justa para ellos,
optaban por declarar la guerra a la parte contraria (que incluso podía ser a
varias personas a la vez).

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Incluso consta alguna declaración formal de guerra realizada
por el singular método de la carta de disputa, entre ellas la realizada, en
1444, por parte de la ciudadanía de la población alemana de Soest (ubicada en
el actual Estado de Renania del Norte-Westfalia) contra el arzobispo de
Colonia, Dietrich von Moers, al
quien indicaron que no aceptaban como gobernante y preferían al Duque de Cleves-Mark, Johann I. Un
enfrentamiento que duró cinco años (1449) hasta la renuncia del arzobispo.

Otro caso del que hay constancia es el que le sucedió al
alemán Hans Kohlhase en el siglo
XVI. Se dedicaba al comercio de caballos y en 1532, mientras se dirigía a una feria
en Leizpig fue asaltado por los hombres del noble sajón, Günter von Zaschwitz, quienes lo identificaron como un delincuente
y se quedaron con los equinos que llevaba consigo para comercializar creyendo
que los había robado.

Los animales quedaron al cuidado del noble quien exigió a Kohlhase
el pago de los gastos de manutención de los caballos durante los días que
estuvieron en su poder. Éste se negó e interpuso una demanda ante las autoridades
locales, quienes dieron la razón a von Zaschwitz.

El comerciante recuperó sus caballos y juró vengarse de lo
sucedido, emitiendo una carta de disputa en contra del noble sajón y las
autoridades que le habían dado la razón a éste. Durante los siguientes años
estuvo atacando intereses de toda Sajonia, llegando a crear una de la banda de
criminales más importantes y temerarias de la época. En 1540 fue apresado junto
a algunos de sus socios y torturado hasta la muerte.

Fuente de la imagen: Wikimedia
commons

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