‘Papus’, el ocultista de origen español que trabajó para el zar de Rusia
Recién iniciado el siglo XX, en uno de los momentos en los que la popularidad del zar Nicolás IIestaba más cuestionada, llegó hasta San Petersburgo un enigmático personaje apodado ‘Papus’, poniéndose al servicio del emperador del Imperio Ruso y de su esposa, la zarina Alejandra.
Se trataba de un ocultista nacionalizado francés y que había nacido en 1865 en A Coruña, bajo y cuyo verdadero nombre era Gérard Anaclet Vincent Encausse Pérez(su padre era un químico galo y su madre de origen español). A los cuatro años de edad se trasladó con su familia a París, donde vivió gran parte de su vida, estudió y se doctoró en medicina y también entró en contacto con los círculos cabalísticos y espiritistas de finales del siglo XIX que tan de moda se pusieron.
Durante un tiempo compaginó su oficio como médico (en una clínica que abrió en una céntrica avenida parisina) con sus estudios cabalísticos y ocultistas, convirtiéndose en uno de los mayores expertos de la época en dichas disciplinas y siendo uno de los principales referentes.
También fue uno de los principales impulsores del tarot y rara era la reunión social (de carácter parapsicológico) que no contara con la presencia de ‘Papus’ (sobrenombre que obtuvo de uno de los escritos de Eliphas Lévi, otro célebre ocultista y predecesor de él, significando literalmente ese término ‘médico’).
De hecho, fue tal la vida social que Gérard Encausse llevó en Paris que hay quien apunta que la famosa expresión ‘Ser más conocido que el pupas’ sea en realidad una adaptación que se hizo del seudónimo Pupas de este célebre personaje.
También tuvo diversos momentos en los que generó importantes polémicas, entre ellos consagrarse como obispo de la Iglesia Gnóstica de Francia, fundar la Orden de los Superiores Desconocidos (masónica) o cuando realizó algunos escritos antisemitas, llegando incluso a ser señalado (erróneamente) de ser también el autor de los polémicos ‘Los protocolos de los sabios de Sion’, puestos en circulación por la misma época (principios del siglo XX).
Tres son las ocasiones en las que Gérard Encausse viajó hasta Rusia (en 1901, 1905 y 1906) para ponerse al servicio del zar Nicolás II y la zarina Alejandra, tanto como médico como ocultista. Parece ser que Papus realizaba sus lecturas y predicciones cabalísticas, advirtiéndoles (según indican algunos cronistas) del peligro que corría el Imperio Ruso y que éste caería en manos de una revolución popular.
También advirtió a la esposa del zar, en 1915 y mediante correspondencia epistolar, sobre el personaje de Rasputín, poniendo en una de las cartas el siguiente texto: ‘Desde un punto de vista cabalístico, Rasputín es un jarrón similar a la caja de Pandora, que encierra todos los vicios, todos los crímenes, todos los pecados del pueblo ruso. Si ese jarrón se rompe, inmediatamente veremos verterse sobre Rusia su espantoso contenido’.
Un año después de aquella correspondencia, Gérard Encausse fallecía en París (a los 51 años de edad) a causa de la tuberculosis y tan solo unos meses después, Nicolás II abdicaba como zar como resultado de la Revolución Rusa.
Fuente de la imagen: Wikimedia commons
Más historias que te pueden interesar: