El curioso motivo por el que Napoleón aparece en los retratos con la mano metida en su chaqueta

Si realizamos una encuesta solicitando que nos describan a Napoleón Bonaparte, muy posiblemente, una de las características que más personas señalaran es que el famoso estadista francés siempre andaba con la mano metida entre los botones de su chaqueta o al menos esa es la imagen más icónica que tenemos de éla través de algunos retratos que lo representan.

Muchas son las especulaciones que se han ido dando sobre el verdadero motivo, entre las que se encuentra que lo hacía con la intención de ir apretándose el estómago, ya que sufría de éste debido a una úlcera (recordemos que falleció a causa de un cáncer estomacal). También hay quien ha indicado que la razón se debía a una deformidad que tenía en su mano derecha, causada por una herida en una de las muchas batallas en las que participó.

Pero, en realidad, no hay ni una sola evidencia histórica que indique que el emperador escondía la mano por uno de los dos motivos explicados en el párrafo anterior, ni tampoco existe documento alguno que describa ese gesto como algo habitual en él.

El hecho de aparecer en los retratos con la mano derecha metida en su chaqueta no era más que una representación pictórica que se hizo a imitación de otras muchas de la época.

Se tenía el convencimiento (y así ya se había indicado en tratados escritos muchos siglos antes) que la postura de posar con la mano entre la ropa confería al personaje un aire de superioridad y liderazgo.

Numerosos son los retratos que existen de insignes personajes de la historia (anteriores y posteriores a Napoleón) en los que aparecen con esa misma pose, por lo que la que tenemos asignada a Bonaparte no es más una imitación más a la que otros ya hicieron anteriormente.

El primer pintor que representó a Bonaparte con la mano dentro de su chaqueta fue Jacques-Louis David, en 1812, en el cuadro titulado ‘Retrato de Napoleón en su gabinete de trabajo’ y que encabeza este post. A continuación, otros artista que lo pintaron lo hicieron imitando dicha pose. También cabe destacar que en las sucesivas representaciones teatrales, películas o series de televisión sobre la vida del emperador de Francia, los actores que lo encarnaban se dedicaron a realizar el característico gesto, a pesar de que el auténtico jamás lo hizo.

Cabe destacar que el mencionado cuadro pintado por Jacques-Louis David (que actualmente se exhibe en la Galería Nacional de Arte de Washington, en Estados Unidos) fue realizado justo después de la primera derrota de Napoleón en el frente ruso. A la hora de posar, Bonaparte presentaba una imagen poco solemne y heroica y su rostro reflejaba inseguridad y melancolía, por lo que el artista decidió pintar al emperador con el uniforme de coronel de granaderos de infantería de la Guardia Imperial y un par de vistosas condecoraciones, además de la mencionada postura de la mano metida en su chaqueta, lo que le confería grandeza al personaje.

Pero, como ya he comentado unos párrafos atrás, otros muchos insignes personajes (anteriores y posteriores a Napoleón) también aparecen luciendo dicha pose en sus respectivos retratos, entre ellos, y por poner tan solo tres ejemplos, George Washington (en 1776, siendo aún militar y antes de ser nombrado primer Presidente de los Estados Unidos), Arthur Wellesley, primer duque de Wellington, pintado en 1804 (destacado militar inglés y enemigo de Bonaparte) e incluso el célebre conquistador español, Francisco Pizarro, en un retrato realizado en el año 1540, tal y como se puede apreciar en las imágenes bajo estas líneas.

Fuentes de las imágenes: Wikimedia commons

Más historias que te pueden interesar: