Cuando la Unión Europea declaró la guerra a la crema de cacao Nutella

El 16 de junio de 2010, la comisión encargada en el Parlamento europeo de regular la información del etiquetado y publicidad en los alimentos (envasados y  procesados) anunció la obligación de indicar en las etiquetas y envases la salubridad de los productos y la incorporación de una especie de semáforo que advertiría al consumidor visualmente. Semáforo en color verde: productos considerados sanos; en color ámbar: con más azúcares o grasas de los recomendados; y con semáforo en color rojo: los productos desaconsejados para el consumo de personas con patologías, obesidad, niños…

Las normas establecidas por los parlamentarios de la comisión también indicaban que no se podría publicitar en los medios de comunicación aquellos productos que, en 100 gramos del mismo, excediesen de los 10 gramos de azúcar, 4 gramos de grasas y 2 miligramos de sal.  

En un momento de la discusión de los miembros de la comisión parlamentaria, desde el sector que defendía este tipo de etiquetado y advertencias se puso como ejemplo de ‘producto poco recomendable para el consumo’ (por su contenido en azúcares y grasas superior al recomendado) a la crema de cacao ‘Nutella’, algo que encendió el debate, debido a que todos los eurodiputados italianos de dicha comisión (de diferentes grupos e ideologías políticas) se unieron para protestar contra aquel señalamiento que se había hecho hacia un producto que en Italia estaba considerado como un ‘símbolo nacional’.

Al día siguiente, la prensa italiana llevaba a primera plana de los periódicos y noticieros la grave ofensa que se había hecho desde el Parlamento de la Unión Europea a un alimento con el que habían crecido varias generaciones desde hacía medio siglo.

Y es que para los italianos era mucho más que una simple crema de cacao, era todo un emblema patrio. Incluso, había llegado sido una de las marcas patrocinadores de la Selección italiana y, tal y como explicó en su día el preparador de ese equipo nacional, durante el Mundial de Fútbol de 2006 (celebrado en Alemania), parte de la dieta con la que se alimentaban los jugadores italianos fue a base de pan untado con Nutella y el resultado fue que la ‘squadra azzurra’ ganó dicho campeonato.

Partidos políticos (tanto de derechas, centro o izquierdas), asociaciones, consumidores y diferentes organizaciones sociales, cívicas y empresariales de Italia se unieron en su protesta contra la Unión Europea y la abierta declaración de guerra que se había hecho contra su crema de cacao más apreciada. Ya no lo veían como un ataque a Nutella sino a la nación italiana.

Por tal motivo se creó una comisión que llevó por nombre ‘Hands off Nutella’ (Manos fuera de Nutella), en la que representantes de todos los espectros de la sociedad italiana (político, social, económico…) con el que hacer presión al Parlamento Europeo con el fin de que no se llevase adelante la propuesta de la comisión, oponiéndose a lo que denominaron como ‘fundamentalismo nutricionista’.

También se presionó por parte de los lobbies de la alimentación y los eurodiputados de la mencionada comisión empezaron a recibir centenares de correos electrónicos invitándoles a olvidarse de tal polémica decisión.

Desde la Unión Europea se explicó por activa y pasiva que las medidas adoptadas en la comisión no eran en contra de Nutella ni de ninguna marca o compañía en concreto y que estaban encaminadas en mejorar la salud de los ciudadanos europeos, sobre todo de los más pequeños, debido al gran aumento de obesidad infantil que desde los últimos años había crecido exponencialmente.

Entre los argumentos de la comisión (avalada por nutricionistas) se señalaba que, décadas atrás, los niños tras merendar salían a jugar a la calle y quemaban todo aquel exceso de calorías y azúcares que habían ingerido, pero, de un tiempo a esta parte (sobre todo con la aparición de las nuevas tecnologías y videojuegos) la mayoría de la infancia llevaba una vida sedentaria.

Durante los siguientes meses hubo un fuego cruzado de declaraciones entre los representantes de ‘Hands off Nutella’ y los parlamentarios de la comisión. Cuando parecía que todo andaba más calmado estalló otra agria polémica que salpicó también de lleno a productos como ‘Nutella’: la regulación del ‘aceite de palma’ en productos de alimentación.

Y esta vez le daba de lleno a la empresa Ferrero que comercializaba la crema de cacao (y otros muchos productos) cuya base de elaboración también era el denostado aceite obtenido del fruto de la palma.

A lo largo del siguiente lustro la guerra cruzada entre Nutella y la Unión Europea fue encarnizada y los representantes de ambos (de la empresa y de las comisiones parlamentarias) tuvieron un continuo tira y afloja (además de aparecer en escena los lobbistas defensores de los intereses de los productores del aceite de palma).

Nutella declaró que una de las bases de su producto era precisamente ese tipo de aceite y echarle otro sería cambiar totalmente su composición, textura y sabor que tanto había caracterizado a la marca.

Otras empresas que producían cremas de cacao similares aprovecharon para cambiar su composición y retirar el aceite de palma, por lo que, a partir de aquel momento, indicaban en sus etiquetas ‘Sin aceite de palma’ o ‘Libre de aceite de palma’, algo que los productores de Nutella denunciaron por competencia desleal e instaron a la Unión Europea a prohibir el uso en etiquetas y publicidad de las mencionadas frases.

El 21 de febrero de 2018, la comisión parlamentaria de Asuntos Económicos y Monetarios, aprobó una enmienda en el marco del informe anual sobre competencia a las orientaciones políticas sobre las relaciones comerciales en el seno de la Unión Europea, en la que solicitaba expresamente prohibir la publicidad de ingredientes que no están presentes en las etiquetas de los alimentos, sino solo los contenidos realmente en el producto, para proteger a los consumidores de la proliferación de publicidad y, por tanto, el indicar que un producto no llevaba o estaba libre de aceite de palma, sería incurrir en una práctica engañosa, por lo que podría ser sancionado por la entidad correspondiente.

Fue un pequeñísimo triunfo de la empresa Ferrero y su producto estrella Nutella, en una guerra declarada a la UE desde hace más de una década.

Fuentes de consulta e imagen: inventarioitaliano / theguardian / repubblica.it / quotidiano / politicheeuropee / lastampa / Wikimedia commons

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