El vertido de mercurio al mar en Japón que originó la ‘Enfermedad de Minamata’

La ciudad de Minamata, ubicada en la prefectura de Kumamoto, al sur de Japón, está considerada como uno de los lugares más ecológicos del planeta, habiendo recibido en las últimas décadas los más prestigiosos galardones internacionales sobre gestión de residuos y medio ambiente y colocada en lo más alto del ranking japonés del ‘Top Eco-City’.

Pero todo este desarrollo de cara a ser una población eficiente y respetuosa con el medio ambiente no se originó a través del cambio climático que viene padeciendo el planeta desde hace varios años (que, evidentemente, también lo tienen en cuenta), sino por uno de los peores desastres industriales que vivió el país, hace siete décadas, y que provocó el fallecimiento de cerca de un millar de personas y más de dos mil afectados que quedaron con secuelas y enfermedades crónicas, incluyendo a descendientes a los que se les transmitió la conocida como ‘Enfermedad de Minamata’.

Un drama y suplicio para miles de personas de Minamata que comenzó en 1953, año en el que se detectaron los primeros casos aislados de un extraño brote de intoxicación (que creció alarmantemente en 1956) y que afectaba al sistema nervioso, provocando a los afectados la pérdida sensorial de las extremidades (sobre todo en manos y pies), descoordinación a la hora de caminar o de intentar agarrar algo, fatiga extrema y deterioro de los sentidos de la vista y el oído.

A pesar de la gran cantidad de afectados (que según iban pasando los años aumentaban considerablemente, se convertían en enfermos crónicos e incluso fallecían), las autoridades no tomaron cartas en el asunto hasta quince años después de los primeros casos (en 1968), determinando las correspondientes investigaciones y estudios (tanto científicos como gubernamentales) que la causa de dicho brote se debió a una intoxicación por mercurio, el cual había sido ingerido por los afectados a través del pescado y marisco consumido (principal fuente de alimentación de los habitantes de Minamata).

El responsable de tal intoxicación había sido la empresa ‘Shin Nihon Chisso Hiryō Kabushiki Kaisha’ (comúnmente conocida como ‘Chisso Corporation’), una importante compañía química de Minamata que llevaba vertiendo grandes cantidades de aguas residuales industriales, contaminadas con ‘metilmercurio’ altamente tóxico, a la bahía del puerto desde 1938.

Hasta el momento en que fue detectado por las autoridades japonesas, durante las tres décadas que ‘Chisso Corporation’ estuvo vertiendo agua contaminada por mercurio al mar (1938-1968), se calcula que la cantidad evacuada fue de 81 toneladas de residuos altamente tóxicos, que acabaron entrando en contacto con la fauna marina de la zona y posteriormente consumida por los habitantes de Minamata.

A pesar de detectarse, en 1968,  la causa de las intoxicaciones que provocaban la ‘Enfermedad de Minamata’, no fue hasta casi una década después cuando se empezó a tomar medidas y poner remedio. En 1975 se cercó la bahía con redes, con el fin de evitar que los peces y marisco contaminado fuesen pescados y llegaran hasta el consumo humano. Dos años después se empezó a levantar un dique de contención submarino cuyas obras duraron hasta 1990. En 1997 la bahía de Minamata fue declarada zona segura, tanto para sus habitantes como para el medio ambiente.

Un gran número de mujeres que tuvieron descendencia a partir de mediados de la década de 1950 (cuando se detectaron los primeros casos) transmitieron la enfermedad a sus hijos y actualmente (a pesar de las medidas tomadas y el tiempo transcurrido) ya hay una cuarta generación de afectados que han nacido con problemas de ataxia (descoordinación en los movimientos), poca o ninguna visión y audición o parálisis (además de muertes prematuras).

Sorprende que, a pesar de las medidas tomadas a partir de la segunda mitad de la década de 1970, el gobierno japonés no asumiese ni reconociera su parte de responsabilidad y oficialmente, hasta el año 2010, no pidiese disculpas públicas a los ciudadanos de Minamata por lo sucedido.

Por su parte, la compañía ‘Chisso Corporation’ fue sancionada con unas multimillonarias multas y pagos compensatorios a las víctimas, además de dejar de verter aguas residuales a la bahía e involucrarse en la limpieza medio ambiental del mar para convertir a Minamata en una de las ciudades en la posición más alta en el ‘Top Eco-City’ japonés.

Fuentes de consulta e imagen: The Asian Pacific Journal / xatakaciencia / minamatadiseasemuseum

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