El periodista que tiñó su piel de negro para denunciar la discriminación racial en EEUU

image

A finales de 1975 el periodista John Howard Griffin recibía una brutal paliza por parte de unos
cuantos miembros del Ku
Klux Klan
. Llevaban más de una década tras él amenazándolo e intentando
sabotear todos aquellos actos a los que asistía y en los que denunciaba el racismo al que, día a día, se
enfrentaban cientos de miles de afroamericanos por el mero hecho del color de su piel

.

Y es que Griffin, a pesar de ser caucásico, había padecido
ese rechazo racial en 1959 cuando decidió teñir su piel para hacerse pasar por
negro durante unas cuantas semanas en las que se dedicó a viajar por algunas
poblaciones de los Estados sureños de Mississippi, Alabama, Luisiana, Georgia o
Carolina del Sur y donde pudo comprobar en carne propia el trato vejatorio.

[Te puede interesar:
El acto que hizo cambiar las cosas en los
derechos civiles de las personas negras
]

Griffin no quería utilizar cremas ni tintes que pudiesen dar
alguna pista de que su piel no era realmente negra, por lo que, con la ayuda de
un dermatólogo de confianza, el periodista comenzó a ingerir Oxsoralen, un pigmentador dermatológico
utilizado por los especialistas para tratar el vitíligo, una enfermedad de
la piel que padecen algunas personas cuyo organismo no produce melanina (el
pigmento encargado de dar color a la piel, cabello, ojos…)

además de pasar numerosas horas bajo una lámpara bronceadora.

Tras conseguir un

aspecto totalmente creíble comenzó su periplo viajando en transporte público de una población a otra, entrar en comercios, buscar empleo o llevar una vida corriente como negro.

No tardó en empezar a vivir en primera persona el rechazo y
racismo cuando lo mandaban ocupar los últimos asientos en los transportes
públicos, no le  permitían entrar en
según qué lugares, utilizar los mismos aseos que las personas de piel blanca o
beber en las mismas fuentes.

image

Al mismo tiempo que era tratado con desprecio iba tomando
buena nota de todo lo que le estaba sucediendo para publicarlo posteriormente
en la revista afroamericana ‘Sepia’ que se
editaba en Fort Worth (Texas).

Tras vivir esa desgarradora experiencia en la que se sintió
continuamente humillado, ninguneado e incluso vejado, decidió dedicarse a dar
conferencias por todos los Estados unidos con la intención de explicar la
injusticia con la que

tenían que vivir a diario los afroamericanos.

[Te puede interesar: El infame caso
racista de los chicos de Scottsboro
]

Algunos programas de televisión (no demasiados) también le
dieron la oportunidad de poder ir a explicar cómo fueron los días que vivió
como un negro. De todo ello nació un libro que fue publicado en 1961 y que
llevaba por título ‘Black Like Me’
(Negro como yo), el cual se convirtió en un auténtico best seller, vendiendo millones de ejemplares, y del que se rodó una película
homónima
.

Durante las siguientes dos décadas sufrió todo tipo de
amenazas y palizas por grupos racistas. Su libro era retirado de muchas
bibliotecas y librerías ante el temor de ser incendiadas e incluso tuvo que
huir de su hogar y esconderse durante un tiempo junto a su familia ante el

peligro que corrieron sus vidas.

image

Fuentes de consulta: BBC / todayifoundout
/ Kurioso
/ smithsonianmag

Fuente de las imágenes: Black Like Me de John Howard
Griffin
. Fotografías tomadas por Don Rutledge

[Te puede interesar: Richard y Mildred, la
historia del primer matrimonio en EEUU entre una mujer negra y un hombre blanco
]