La joven que quería ser piloto comercial y se convirtió en la primera azafata de vuelo de la Historia

Hoy en día, cuando tomamos un avión, nos encontramos que la
tripulación está compuesta indistintamente por hombres y mujeres. Quienes
atienden a los pasajeros son conocidos como ‘auxiliares de vuelo’, hasta hace un par de décadas llamados
comúnmente ‘azafatos’ y azafatas’,
siendo hasta entonces un trabajo mayormente desempeñado por personal femenino. También
es común encontrar pilotos de ambos
sexo, aunque esta profesión ha estado más vinculada y desempeñada por el género
masculino.

En el post de hoy en el ‘Cuaderno de Historias’
os traigo el relato de Ellen Church,
una joven estadounidense que, en 1930, cuando contaba con 25 años de edad, se
convirtió en la primera mujer en trabajar como sobrecargo para una compañía comercial.

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Ellen, con mucho esfuerzo había conseguido sacarse el título
para pilotar aviones y su mayor propósito era poder ganarse la vida pilotando
aviones comerciales, pero su condición de mujer provocaba que ninguna compañía
(de las pocas que operaban en aquella época) la contratase. Al mismo tiempo
también había cursado estudios de
enfermería
, debido a la presión que ejerció su padre, quien prefería que la
muchacha se dedicara a las tareas de auxilio a los enfermos en lugar de pilotar
aviones.

En febrero de 1930 se reunió con el director de la compañía aérea
Boeing Air Transport (BAT), Steve
Stimpson, que por aquel tiempo, además de fabricar aviones, comercializaba
varias rutas en los Estados Unidos. Le mostró su título de piloto con el fin de
que éste la contratara para alguno de sus vuelos comerciales, pero el director
de la BAT, a pesar de ver grandes cualidades en la joven, no terminó de convencerse
de la conveniencia de tener a Ellen en su plantilla para pilotar alguno de sus
aviones.

Ellen quería trabajar en la Boeing Air Transport como fuese
y regresando de un viaje en un avión se dio cuenta que en aquel vuelo faltaba
alguien que pudiese atender las
necesidades de los pasajeros
. Por tal motivo le propuso a Steve Stimpson que la contratara para
ese trabajo, debido a que estaba capacitada para atender cualquier necesidad
médica a bordo gracias a sus estudios de enfermería, además de poder ser de
gran ayuda a los pilotos, en caso de necesidad, por sus conocimientos en el
manejo de un avión.

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Así fue como convenció al señor Stimpson para que en sus
vuelos se incorporada una auxiliar.

Muchas fueron las voces discordantes, debido a que por aquella
época se tenía el erróneo convencimiento de que las mujeres que menstruaban no
podían viajar en avión ya que podrían padecer una hemorragia. Tras consultar
con numerosos médicos (que aseguraron que esa creencia se trataba de una falacia),
el director de la BAT decidió contratar mujeres auxiliares para sus rutas
aéreas, entre ellas, evidentemente, a Ellen Church.

En todos los vuelos operados por su compañía viajaría una
mujer como encargada de atender las necesidades de los pasajeros que tuviesen
alguna indisposición. Por tal motivo una de las exigencias, a la hora de
seleccionarlas, era que debían poseer el título de enfermeras.

No se sabía que denominación laboral se les daría a ese
grupo de auxiliares (que en un principio fueron ocho, entre ellas Ellen) y se
descartó desde un principio llamarlas ‘enfermeras de vuelo’, ya que se quería
evitar que los pasajeros vinculasen ese cargo con algo relacionado con la
salud.

Inicialmente se las conoció como ‘Sky Girls’ (Chicas del cielo) pero poco después se encontró un
término con el que han sido conocidas hasta la actualidad: ‘stewardess’, que viene a traducirse como ‘azafata’ y que era la palabra con la que ya siglos atrás se llamaba
a las  camareras que trabajaban en  los barcos y atendían a los pasajeros a su
llegada a bordo.

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El 15 de mayo de 1930 Ellen Church iniciaba su trabajo como stewardess
en un vuelo de la BAT, que realizaba la ruta entre Oakland (San Francisco) y
Chicago, a bordo de un Boeing 80 con una duración de 20 horas y 13 escalas y en
el que debía atender a un total de catorce pasajeros. De este modo se convirtió
en la primera azafata de la Historia en un vuelo comercial.

Pero la mala suerte hizo que Ellen Church tan solo pudiese
ejercer ese empleo a lo largo de un año y medio, debido a que sufrió un
accidente de automóvil que la obligó a dejar el trabajo como azafata de vuelo,
dedicándose desde entonces a la enseñanza para formar nuevas enfermeras y
muchas de ellas acabarían trabajando como auxiliares de vuelo.

Fuente de la imagen: Wikimedia
commons

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