Cuando la patriarcal y machista sociedad del siglo XVIII impidió que la hermana mayor de Mozart triunfase en la música

Leopold Mozart ha
pasado a la historia por ser el padre de uno de los genios más importantes que
ha dado la música: Wolfgang Amadeus
Mozart
.

El hecho de que su hijo fuese un prodigio a muy temprana
edad hizo que el Leopold dejara aparcada a un lado su carrera como compositor y
músico y se dedicase en cuerpo y alma a la instrucción de su pequeño Amadeus.

Pero éste no fue el único vástago del matrimonio Mozart
dotado asombrosamente para la música. La primogénita Maria Anna (familiarmente conocida como Marianne o Nanner),
demostró desde muy temprana edad ser también un portento y tener un talento tan
especial como su hermano pequeño, cinco años menor (cabe destacar que entre Marianne
y Amadeus nacieron hubo otro cinco hijos pero tan solo ellos dos sobrevivieron).

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Desde muy pequeñita Marianne  demostró tener un especial interés por la
profesión de su padre, motivo por el que con siete añitos de edad Leopold
comenzó a darle clases de música y le enseñó la ejecución de varios instrumentos;
algo que aprendía a una velocidad sorprendente y dejando boquiabiertos a todos
aquellos invitados del matrimonio Mozart que la escuchaban tocar.

Marianne tenía un talento innato para la música, lo cual
llenaba de orgullo a su padre. Pero por allí rondaba el pequeño Amadeus que,
con tan solo tres años, también demostró tener un especial interés por la
música y Leopold decidió volcar más tiempo en la enseñanza musical hacia su
hijo varón.

No se puede dudar de la genialidad de Wolfgang Amadeus,
quien con cuatro años ya sabía tocar magistralmente clavicordio y a los cinco
ya había realizado algunas composiciones musicales.

Esto provocó que dejara de prestar la especial atención que Marianne
también se merecía. Durante la siguiente década el patriarca de los Mozart
llevó a sus vástagos a tocar frente a los más selectos públicos (sobre todo
ante la Corte y aristócratas), aunque cada vez era menor la presencia de la
muchacha en los conciertos y Leopold le dio un mayor protagonismo a Amadeus.

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Evidentemente esa decisión fue en contra del talento de Marianne
(existen números crónicas de la época que citan su brillante y perfecta
técnica), quien veía que tenía un enorme potencial para la música pero sus
padres preferían fomentar el de su hermano pequeño (a quien ella adoraba y
reconocía que era un pequeño genio).

Pero las costumbres patriarcales y machistas de los tiempos
en los que le tocó vivir -siglo XVIII- (lamentablemente, tres siglos después
continuamos siendo testigos de múltiples injusticias de género) jugaron
totalmente en contra de Marianne y al cumplir los dieciocho años de edad se le
prohibió seguir dedicándose a la música y se le encomendó la ‘femenina tarea’
de encontrar un pretendiente con quien casarse y formar una familia.

Pero fue a enamorarse apasionadamente de un joven que no era
bien visto y aceptado por el matrimonio Mozart y a pesar de tener un momento de
rebeldía, finalmente Marianne no tuvo más remedio que aceptar las decisiones de
sus padres y casarse (a los 32 años de edad) con quién ellos decidieron: Johann Baptist Franz von Berchtold, un
millonario viudo (en dos ocasiones anteriores), padre de cinco hijos y quince
años mayor que la joven.

Alejada totalmente de la música, Marianne dedicó los
siguientes años de su vida a cuidar a sus hijastros y tener tres hijos.

Curiosamente, al mayor de ellos decidió criarlo y educarlo
su abuelo Leopold (el niño llevaba el mismo nombre que su abuelo), por lo que
en sus dos primeros años de vida Marianne apenas pudo ver a su hijo (lo hizo a
partir de 1785, año en el que murió su padre).

Tras quitarse la pesada losa del patriarcado de su padre y
su esposo (de quien enviudó en 1801) Marianne volvió a la música pero como
profesora particular de piano. Había estado muy unida a su hermano, pero este
fallecería en 1791 a los 35 años de edad) y su vida adulta estuvo más llena de
sombras que luces. Quedó ciega en 1825 y murió cuatro años después, a la edad
de 78 años.

Fuentes de consulta e imágenes: smithsonianmag
/ mujeresenlahistoria
/ abc
/ Wikimedia
commons

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