Un par de inocentadas publicadas hace un siglo y que han llegado hasta nuestros días

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Actualmente hay una gran cantidad de webs,
blogs y cuentas en las redes sociales que se dedican a publicar bromas y noticias
inventadas durante todos los días del año, pero hasta no hace demasiados años esto era algo reservado para ser realizado exclusivamente por la prensa convencional en una fecha concreta:
el día de las inocentadas, una jornada que, dependiendo
del país, podía ser el 28 de diciembre (Día de
los Santos Inocentes
) o el 1 de abril (April
Fool’s Day
).

Al no existir la universalización de las comunicaciones
actuales, esas pequeñas bromas que se intentaban colar en los periódicos no
tenían demasiada repercusión, quedando en una divertida anécdota que después
era comentada y compartida oralmente durante unos pocos días en ámbitos muy
pequeños.

Pero, como suele ocurrir algunas veces y sin que el
periodista o medio se lo propusiera, hubo alguna ocasión en la que bromas
publicadas en un periódico acabaron dando la vuelta al mundo y con el tiempo convirtiéndose
en algo que, al desconocerse la intención inicial de ser una simple inocentada,
fue creída como cierta. Estos son un par de ejemplos:

A pesar de que mayoritariamente en Estados Unidos se suele realizar las inocentadas el 1 de abril, en 1917 el periodista Henry L. Mencken
escogió el 28 de diciembre para publicar en su columna del ‘New York Evening Mail’ una pequeña broma que hoy en día, casi un siglo después, sigue compartiéndose como cierta en algunos medios, a pesar de haber sido
desmentida centenares de veces desde entonces.

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A Mencken no se le ocurrió otra cosa que publicar un
artículo en el que se quejaba del olvido, por parte de la prensa y las
instituciones, de la conmemoración del 75 aniversario de la primera bañera en
los Estados Unidos
que, según explicaba, había tenido lugar el 20 de diciembre
de 1842 en Cincinnati por un tal Adam Thompson. Además, también explicaba cómo en 1850 el presidente Millard Fillmore ordenó instalar una en la Casa Blanca.

Evidentemente esa historia era totalmente falsa y fruto de la imaginación de

Mencken, pero no tardó en difundirse en otros periódicos y con los años llegó a incluirse en algún que otro libro de Historia e incluso algunos profesores lo explicaban a sus alumnos cómo el
origen de la bañera en EEUU. En 1926, una década después de aparecer la broma, el periodista tuvo que escribir otro artículo en el que explicaba cómo se inventó la inocentada, haciendo hincapié en que la verdadera historia de la bañera en EEUU era realmente otra muy distinta y anterior a la fecha que él se había inventado.

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Otra de esas bromas que traspasó fronteras y compartida por numerosos periódicos de la época fue la publicada el 1 de abril
de 1921 en la revista ilustrada ‘Berliner
Zeitung Illustrirte’
(la de mayor difusión y venta en Alemania durante
los años de la República
de Weimar
) donde explicaba la noticia de un revolucionario método por el cual se podía extraer lonchas
de manteca de los cerdos mediante una sencilla intervención en la que se
anestesiaba al animal sin que éste sufriera daño alguno, pudiendo seguir vivo unos cuantos años más y produciendo en los siguientes
meses nueva grasa.

La inocentada fue tomada como seria por
una agencia de noticias que la distribuyó a varios periódicos de otros países,
llegando a ser una noticia de impacto en el Reino Unido e incluso Estados Unidos.

Durante toda aquella década, el bulo sobre el método para
obtener manteca de cerdo sin tener que sacrificar al animal, se estuvo compartiendo
y según iba pasando el tiempo la historia se iba convirtiendo en más
rocambolesca.

Fuentes de consulta e imágenes: libapps
/ appalachianhistory
/ snopes / hoaxes.org

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