El atentado ocurrido el 11 de septiembre de 2001 que acabó con la vida de cerca de 3.000 personas y dejó más de 6.000 heridos, es el acto terrorista más atroz que se ha producido en toda la historia de los Estados Unidos.
Unos hechos que permanecerán en el recuerdo colectivo de todos los norteamericanos por ser el peor día de sus vidas.
Pero junto a todos los dramas personales que sufrieron los afectados del 11-S quedará en su memoria y grabado con rencor la imagen de una persona que los engañó haciéndose pasar por una víctima del fatal atentado, cuando ni tan siquiera había estado en el lugar de los hechos esa fatídica fecha. Su nombre: Tania Head, y el relato de los acontecimientos es el siguiente.
Miles fueron los afectados directa e indirectamente del ataque a las torres del World Trade Center y tras el atentado, un grupo de supervivientes sintieron la necesidad de agruparse en una asociación llamada «Survivor’s Network», en la que poder compartir experiencias y ayudar a otros en su misma situación.
Poco tiempo después de constituirse la red, se presentó una mujer llamada Tania Head, tenía unos 30 años y que decía ser una de las supervivientes del atentado del 11-S y que se encontraba en la planta 78 de la torre sur del World Trade Center.
Su relato les pareció fascinante y desgarrador.
Tania explicó con todo lujo de detalles cómo fue su traumática experiencia durante el atentado. Contó cómo, tras el impacto del avión en el edificio, la planta en la que se encontraba se llenó de combustible y todo empezó a arder.
La mujer tenía uno de sus brazos lleno de cicatrices y quemaduras. Su relato incluía a un joven héroe que se había hecho popular por salvar varias vidas, pero que finalmente perdió la suya allí. Era conocido como «el hombre del pañuelo rojo».
La guinda de toda la historia estaba en cómo perdió a su novio Dave, que se encontraba en la torre norte y con el que debía casarse.
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Todos los elementos del relato hacían que Tania Head fuese la superviviente y afectada del atentado ‘perfecta’.
Comenzó a colaborar con la asociación y día tras días su implicación fue mayor, convirtiéndose en la cara visible de Survivor’s Network hasta llegar a ser la presidenta. Cada vez era más habitual verla en actos institucionales junto a importantes personalidades, entre ellos el alcalde de la ciudad de Nueva York, Rudolph Giuliani.
En 2006, para los actos de celebración del quinto aniversario de los atentados, el rostro de Tania Head era uno de los más populares de la ciudad y su historia fue la elegida para englobar la de todos los supervivientes de aquel fatídico 11 de septiembre.
Todos los medios de comunicación informaban sobre lo relacionado con el 11-S y la mujer que representaba el espíritu de superación de tan dramática experiencia.
Pero a David W. Dunlap, un periodista del The New York Times, había algo en la historia de Tania Head que no le encajaba.
Comenzó a indagar sobre su vida, a entrevistar a otros miembros de la asociación, a buscar en la hemeroteca del periódico e intentó atar cabos.
Una de las cosas más chocantes fue que en un artículo publicado por el nytimes tras los atentados y en que habían entrevistado a todos los supervivientes, no aparecía el nombre de Tania Head por ningún lado.
Dicha investigación llevó a David W. Dunlap a publicar el 27 de septiembre de 2007 en la portada de The New Yok Times un artículo en el que destapaba el falso testimonio de Tania Head sobre su presencia en el lugar del atentado y cómo jamás vivió lo relatado por ella.
Dos días después, el diario español La Vanguardia se hacía eco de la noticia del nytimes y publicaba un extenso artículo sobre la verdadera identidad de Tania Head.
En realidad se trataba de Alicia Esteve, una barcelonesa perteneciente a una rica y famosa saga de industriales de la alta sociedad catalana. Años atrás, su familia se había visto envuelta en un escándalo tras esta multimillonaria estafa.
Entre las muchas cosas que se destaparon de su extraño pasado estaba la coincidencia de que, el mismo día que Tania Head dijo que estaba en un hospital de NYC recuperándose de sus heridas por las quemaduras sufridas en el atentado, Alicia Esteve se estaba matriculando en un curso de la prestigiosa escuela de negocios ESADE.
En su tiempo en el curso, jamás mencionó el atentado del 11-S, sin embargo, sus ‘historias fantásticas’ sobre cómo se lesionó su brazo eran infinitas: a bordo de un Ferrari, montando a caballo en el Club de Polo de Barcelona, etc…
Así es cómo se destapó el engaño de una persona que quiso fama y notoriedad y para ello no dudó en engañar a toda una nación a costa de hacerse pasar por quien no era y decir vivir lo que jamás vivió ni sufrió.
Nunca más se supo de la farsante. Desapareció de la noche a la mañana y un día de 2008 los miembros de la asociación Survivor’s Network recibieron un correo electrónico desde una dirección española en el que les decía que Tania Head se había suicidado; hipótesis a la que muy pocos han dado credibilidad, debido a su extenso historial de mentiras y engaños.
Enlace a los artículos publicados en nytimes y La Vanguardia (en pdf).