Cuando “el juez de la horca” y “el príncipe de los verdugos” pusieron orden en el salvaje oeste

Fort Smith, en el estado de Arkansas, fue un asentamiento fundado en 1817 con el fin de vigilar y poner orden en el territorio indio que había estado allí hasta aquel momento.

La ley y el orden era prioridad para todos los representantes gubernamentales que se trasladaban hasta allí con el fin de trabajar como sheriff, agentes o jueces.

Treinta años después de la creación de aquel lugar, llegó hasta allí un joven emigrante alemán que acababa de cumplir los 18 años. Su deseo era el de ayudar a imponer la ley en un lugar inhóspito del salvaje oeste.

George Maledon sabía desde pequeño que su función en la vida sería esa, velar por la seguridad y el orden allá donde estuviera, y consiguió en breve espacio de tiempo trabajar como oficial de policía.

Tras las Guerra Civil americana, la delincuencia y los actos vandálicos habían aumentado desproporcionadamente y Maledon fue trasladado como guardián de noche a la prisión federal, el lugar donde estaban encerrados los presos más peligrosos.

Tras varios años de caos y desorden, incluso judicial, fue enviado a Ford Smith un nuevo juez que llegaba con la intención de poner orden y mano dura en aquel lugar.

Rápidamente, George Maledon se ganó la confianza del juez Isaac Parker, cuyo pasado como congresista por el partido republicano había sido intachable y venía dispuesto a aplicar la ley en aquel lugar.

Entre 1873 y 1896, año de su fallecimiento, el juez Parker mandó ahorcar a 86 personas, aunque inicialmente había firmado 160 sentencias de muerte, pero 74 no se llevaron a cabo por diversos motivos: conmutación de pena, fallecimiento del reo antes de la ejecución por enfermedad o tiroteado al intentar la fuga, etc.

Ilustración del patíbulo de Fort Smith durante la ejecución de Cherokee Bill (1896)

A George Maledon se le acabó conociendo como «el príncipe de los verdugos» debido a que fue la persona que llevó a cabo la mayoría de esas ejecuciones; más de sesenta hasta el día de su jubilación en 1894.

Posee el nada honroso record de ser el verdugo que más personas ha ejecutado en la historia de los Estados Unidos.

Realizó su trabajo de manera impecable y jamás se negó a ahorcar a ninguno de los sentenciados. En una entrevista, que concedió una vez jubilado, recordó que la primera ejecución en la que participó como verdugo seis eran los condenados que debían ser ahorcados, pero finalmente ahorcó a cinco, ya que uno intentó escapar y lo mató de un tiro.

El Juez Parker en la sala del tribunal de Ford SmithEl tándem que formaron Isaac Parker y George Maledon funcionó a la perfección y fueron temidos y respetados por la mayoría de los habitantes de Ford Smith siéndoles reconocida su rigurosidad y rectitud a la hora de juzgar, condenar y ejecutar a los criminales.

El juez Parker tras su fallecimiento se le conoció como «el juez de la horca» y su figura se hizo célebre por ser el protagonista de infinidad de historias en la literatura y los westerns del cine del siglo XX.

Patíbulo de ejecución de Ford Smith, tal y como se conserva actualmente

Tras su jubilación, Maledon montó una tienda de comestibles, pero, tres años más tarde, tomó unas cuantas muestras de las reliquias de los ahorcamientos en los que había intervenido e hizo una gira por diferentes poblaciones.

Llevaba sogas, trozos de viga de la horca y las fotografías de los bandidos más notables exhibiéndolas en una tienda de campaña.

Info e imágenes de http://www.nps.gov/fosm/index.htm