El ruso que se autoproclamó rey de Andorra

Hay historias que, vistas en perspectiva y con el transcurrir de los años, se convierten en más fabulosas, sorprendentes e incluso surrealistas de como se vivió durante la época en la que sucedieron, llegando hasta nuestros días como episodios dignos de incluir dentro de los curiosos relatos que os traemos habitualmente en el blog ‘¡QUÉ HISTORIA!’.

La de Borís Skósyrev es la historia de un hombre que, gracias a su talento, consiguió autoproclamarse rey del Principado de Andorra.

Skósyrev nació en Bielorrusia en 1896 y siendo un joven de 21 años huyó al Reino Unido tras el estallido de la Revolución Rusa. La habilidad innata que poseía para convencer a todo aquel con el que se cruzaba le abrió numerosas puertas en su nuevo país de residencia, consiguiendo introducirse rápidamente para colaborar como espía para la inteligencia británica.

Su talento y verborrea lo llevaron a viajar a numerosos países del planeta, cada vez adquiriendo un estatus mayor y una muy buena posición económica gracias a las diferentes relaciones y matrimonios con mujeres millonarias.

Tras un ir y venir entre diversos países europeos, Borís apareció, recién iniciada la década de los años 30, en el Principado de Andorra. Se instaló a vivir en una acogedora casa y desde allí tramó un plan perfecto para hacerse con el poder del pequeño país ubicado en los Pirineos.

Llevaba bajo el brazo el título nobiliario de Conde de Orange (aparentemente inventado por él, al explicar que le había sido concedido por la propia reina Guillermina I de los Países Bajos). También traía una nueva identidad, ya que su apellido había sufrido unas pequeñas transformaciones, quedando en Boris de Skossyreff.

Tras un tiempo residiendo en Andorra y comprobar las numerosas ventajas económicas que podría tener ese pequeño Estado tras unos adecuados cambios, presentó un plan para modificar el sistema de gobierno del país, reuniéndose con los consejeros responsables de velar por los intereses del principado. Estos, viendo la inviabilidad de lo expuesto y la clara intención de aprovecharse de la situación por parte del ruso, no aceptaron llegar a ningún acuerdo con Skossyref, mandando su expulsión del territorio andorrano y declarándolo ‘persona non grata’.

Fue entonces cuando, desde su exilio en el Hotel Mundial de la Seo d’Urgell, decide tramar un elaborado plan para hacerse con el poder absoluto del país y poder llegar a ser proclamado rey de Andorra. Para ello empezó a contactar con influyentes hombres de la época (1934) con los que se reunió y convenció para recibir su apoyo incondicional.

La única ficha del entramado que no encajaba en su propósito era la del Obispo de la Diócesis de l’Urgell, copríncipe junto al Presidente de la República Francesa del Principado de Andorra, quien no dio su apoyo y desautorizó a Borís como pretendiente a ocupar un trono que no le pertenecía por derecho ni linaje.

Boris de Skossyreff concedió múltiples entrevistas a diarios de varios países en los que anunciaba su plan de reinar en Andorra. Unos extraños contactos con el ducado de Orleans (pretendiente del trono de Francia) le abrieron las restantes puertas que le quedaban, y en julio de 1934 volvió a presentar de nuevo a las autoridades andorranas su plan de convertir al Principado en un país próspero en inversiones de capitalistas extranjeros, del mismo modo que funcionaban otros pequeños estados europeos.

Y esta vez consiguió convencerles gracias al aval de importantísimas personas que le apoyaban. Tan solo uno de los consejeros andorranos votó en contra, siendo aprobado por mayoría el nuevo modelo de Estado del país, nombrando a Borís I rey de Andorra.

Durante los siguientes nueve días Skossyreff fue monarca. Poco más de una semana; tiempo suficiente para organizarse la oposición a este nombramiento encabezada por el consejero que dio su voto en contra, el Obispo de la Seo d’Urgell, y otros que veían lo sucedido como algo surrealista e inviable.

Tras tocar las teclas pertinentes, la oposición consiguió su propósito, y el 21 de julio de 1934 (algunas fuentes indican que fue el día 14) se envió desde España a la Guardia Civil para arrestar al recién nombrado monarca del Principado de Andorra.

Se le trasladó en un principio a Barcelona y posteriormente a Madrid, donde se le aplicó la Ley de vagos y maleantes. Tras un corto tiempo en la prisión Modelo fue puesto en libertad y expulsado de España. Algunas crónicas indican que se trasladó a Portugal, donde pasó varios años, y después a Francia, siendo apresado durante la Segunda Guerra Mundial y enviado a un campo de concentración.

A Borís de Skossyreff, el que fuera el primer y único rey de Andorra, se le pierde toda pista a partir de 1944, muy posiblemente a causa de su fallecimiento.

Fuentes de consulta: andorraantiga / olhao / anatomiadelahistoria