‘Rosie, la remachadora’, la mujer que inspiró el icónico cartel ‘We can do it!’

Todos hemos visto en alguna ocasión el cartel titulado ‘We can do it!’ (¡Podemos hacerlo!) y
en el que aparece una mujer vestida con un mono azul, un pañuelo rojo con topos
blancos en su cabeza y con un inconfundible gesto en el que muestra su brazo
como símbolo de fuerza.

Un cartel que ha acabado convirtiéndose en una representación
icónica del poder de la mujer y utilizado por innumerables colectivos
feministas como imagen de estos movimientos. Esta es su curiosa historia…

La entrada de Estados Unidos en la Segunda Guerra mundial (tras el bombardeo japonés de Pearl Harbor) provocó que muchas fábricas se
quedaran sin mano de obra debido al alistamiento masivo de hombres que debían ir
al frente. Las esposas, madres, hijas y hermanas de los soldados, que estaban
luchando y jugándose la vida por el país, acudieron en masa a cubrir esos puestos
de trabajo.

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Desde las instituciones gubernamentales y militares
estadounidenses se realizaron diferentes campañas de concienciación para animar
a las mujeres a incorporarse a la vida laboral (por aquel entonces era muy
pequeña la cantidad de ellas que trabajan, ya que socialmente solían tener
asignado el rol de ‘ama de casa’). Más de seis millones de mujeres
estadounidenses de todas las edades abandonaron sus tareas domésticas o
estudios para incorporarse a la vida laboral.

Eslóganes y mensajes que se retrasmitían en los programas de
radio más escuchados, spots que se proyectaban al inicio de las películas en
todos los cines y carteles publicitarios animaban a los hombres a alistarse al
ejército y a las mujeres a acudir a las fábricas a trabajar.

Ya no solo eran las empresas y factorías tradicionales las
que no tenían mano de obra masculina, sino que se tuvo que crear numerosísimas
fábricas destinadas a la industria armamentística (muchas se dedicaban
inicialmente a fabricar otras cosas y se apartaron para producir armas y todo
lo necesario para la guerra).

Pero los mensajes institucionales no solo debían servir para
animar a incorporarse a filas o en las fábricas, sino que debía ser un
revulsivo para levantar la moral de la población.

El enviar mensajes de ánimo a través del cine y la
publicidad era algo de los que ya tenían experiencia y les había funcionado una
década atrás.

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En marzo de 1942 el diseñador gráfico J. Howard Miller, de 24 años de edad, realizó unas
cuantas fotografías en Westinghouse Electric (una de las miles de empresas a
las que se había incorporado personal femenino) con intención de inspirarse
para la creación de carteles publicitarios.

Una de ellas se la tomó a Naomi Parker Fraley, una joven muchacha
de 21 años de edad que trabajaba como remachadora, accionando una palanca y que
había hecho que se le desarrollara la musculatura de su brazo.

Iba vestida con el mono azul
pertinente y se recogía su pelo con un vistoso pañuelo rojo con topos blancos.

La fotografía de Naomi
mostrando su brazo a Miller acabó siendo la que inspiró al diseñador gráfico
para crear el cartel más icónico de su carrera.

Pero a pesar de que el cartel con el eslogan ‘We can do it!’ se hizo enormemente popular,
la identidad de la mujer que aparecía en él se desconocía. Tras finalizar la IIGM
el poster quedaría en el olvido (tal y como ocurrió con el icónico poster
británico del famoso ‘Keep calm…’) y
no fue hasta 1982 que sería redescubierto y se comenzaría a utilizar con
propósitos feministas.

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Mucho se especuló sobre quién era la protagonista del
cartel, siendo docenas las mujeres que aseguraron serlo. J. Howard Miller no dijo
nunca de quien se trataba y tras su fallecimiento en 2004 un profesor
universitario llamado James J. Kimble
quiso averiguar de quien se trataba realmente.

Kimble pasó seis años investigando
hasta que dio con el original de la fotografía en una casa de antigüedades y en
la que en el reverso tenía la inscripción: ‘La
bella Naomi Parker parece que puede pillarse la nariz en el torno que está
utilizando’. Ya tenía el nombre, ahora solo le quedaba descubrir qué había
sido de ella.

Tras una ardua búsqueda dio
con ella en 2015. Todavía estaba con vida (tenía 93 años de edad) y residía en
California.

El pasado 20 de enero de 2018, Naomi Parker Fraley (Rosie,
la remachadora, como se había rebautizado al personaje del icónico cartel) falleció
a la edad de 98 años.

Fuente de las imágenes: Wikimedia commons

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