Tras finalizar la Primera
Guerra Mundial, el 11 de noviembre de 1918, Europa occidental vivió los
siguientes años de un modo algo diferente a como lo había hecho hasta entonces
y que abarcó prácticamente toda la década de 1920.
Se podría decir que ese cambio radical en los conceptos
culturales, morales y religiosos, que se habían conocido hasta entonces, se
ubicó en París, convirtiéndose la Ciudad de la Luz en el epicentro de la diversión nocturna del
planeta, así como punto de encuentro de los más diversos artistas de la
época: pintores, cantantes, escritores se reunían y debatían por la mañana en
las cafeterías parisinas y por las noches se divertían desmadradamente en los
locales más golfos de la ciudad (así como en fiestas privadas).
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Paralelamente, en otras ciudades como Londres, Roma. Barcelona, Berlín o Madrid, también ocurría algo muy
similar pero a una menor escala, aunque cabe destacar que los grandes artistas
e intelectuales de esos países estaban viviendo esos ‘locos años 20’ en la capital francesa.
Curiosamente, durante esa misma década, Estados Unidos vivía
una época dorada en cuanto a la prosperidad económica (allí se conoció como ‘felices años 20’) pero la diversión no
era pública y desmadrada (como ocurría en
Europa) debido a la Ley Seca (prohibición
de destilación, venta y consumo de alcohol en el país) que estuvo en vigor
entre el 16 de enero de 1920 y el 6 de diciembre de 1933 (aunque sabido es
que clandestinamente sí que se servían y consumían licores y tenían lugar
numerosas fiestas privadas). Por tal motivo muchos eran los intelectuales
estadounidenses de la época que se trasladaron a vivir durante esos años al
continente europeo (un gran número de ellos a París).
En los clubs nocturnos y domicilios particulares parisinos se
celebraban todo tipo de fiestas y reuniones. En los lugares más intelectuales
se entretenían al sonido de las bandas de jazz, mientras que escritores,
filósofos, pintores y artistas en general tomaban copas y hablaban de los
humano y lo divino.
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Otros locales reunía a lo más canalla de la vida nocturna,
en los que el charlestón (e incluso el tango) divertía a los asistentes.
Fiestas en las que un gran número de asistentes acaban desnudos bailando,
riendo y divirtiéndose, siendo una de las artistas top de la década la
afroamericana Josephine Baker (conocida como la ‘Venus de bronce’) quien llegó a París
en la segunda mitad de aquella década (no había cumplido los veinte años de
edad) y enloqueció a los asistentes a sus espectáculos en los que cantaba,
bailaba y mostraba sus pechos desnudos.
Durante la década de los locos años 20 se produjo una
auténtica revolución sexual, dejando de lado la encorsetada y estricta sociedad
puritana que hasta entonces había imperado. Muchas mujeres se contaron el pelo
(el conocido estilo ‘garçon’ que
también dio origen al movimiento ‘Garçonne’
con el que muchas mujeres reivindicaban los derechos de igualdad, además de
revelarse contra los conceptos tradicionales de feminidad).
El largo de los vestidos dejó de estar por los tobillos o
pantorrillas y frecuente fue ver en aquellas fiestas a muchachas con faldas por
encima de las rodillas, mientras bailaban y se divertían desenfrenadamente.
Fueron unos años en los que la represión sexual y de género
quedó semienterrada. En las reuniones podía verse que el protagonismo lo tenían
por igual hombres y mujeres, y éstas se habían sumado a la moda de fumar en
público.
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Personajes tan diversos como Coco Chanel, Pablo Picasso, Henri Matisse, F. Scott Fitzgerald, Cole Porter
, Marcel Proust, James Joyce o Ernest
Hemingway se dieron cita en el Paris de mediados de la década de 1920.
Muchos de ellos acudieron a las reuniones que celebraba en su domicilio la escritora
estadounidense (afincada en la capital francesa) Gertrude Stein.
Cabe destacar el libro de memorias (publicado póstumamente en
1964) titulado ‘París era una fiesta’
en el que un joven Ernest Hemingway describe los años en los que vivió junto a
su primera esposa como corresponsal en la Ciudad de la Luz y las divertidas y
enriquecedoras reuniones a las que asistió.
Cabe destacar que en la Unión Soviética también se vivieron unos
curiosos y particulares ‘locos años 20’ (con revolución sexual incluida) del que os hablaré en un próximo post.
Fuente de las imágenes: Wikimedia commons / Captura Youtube / theculturetrip
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