La apasionante, aunque corta, vida de Antoine de Saint-Exupéry

El nombre de Antoine
de Saint-Exupéry
está estrechamente vinculado a uno de los libros de
literatura infantil y juvenil más universales, aunque su lectura es recomendada
para todas las edades y se encuentra entre los mejores libros franceses
publicados en el siglo XX: ‘Le Petit
Prince’
(El Principito).

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Se trata de relato, en forma de cuento, escrito a raíz de
una traumática experiencia vivida por el autor tras estrellarse el avión que
pilotaba en el desierto del Sáhara (en Libia), en 1935, junto a su copiloto André Prevot y donde tuvieron que pasar cuatro angustiosos y
largos días sin apenas provisiones ni agua, llegando a estar al borde de la
deshidratación.

Saint-Exupéry y su compañero fueron rescatados por un beduino
que por allí transitaba y esa vivencia le sirvió para escribir esa obra que
pasaría a la historia junto al hecho de su prematura e inesperada muerte en
1944 (a los 44 años de edad) que lo convirtieron en todo un referenciado mito.

Antoine de Saint-Exupéry nació en junio de 1900 en Lyon en
el seno de una aristocrática familia francesa. Siendo apenas un adolescente ya
deseaba vivir aventuras alrededor del mundo y solicitó alistarse a la marina, aunque
fue rechazado en la Escuela Naval, algo que le frustró pues su deseo habría
sido navegar por todos los mares del planeta.

Cuando en 1921 fue llamado a filas para cumplir el servicio
militar vio la oportunidad de hacerse piloto, algo que consiguió y que, cuando
se licenció, sirvió para encontrar un empleo pilotando aviones en la compañía Latécoère (pionera en la aviación
francesas) siendo uno de sus primeros destinos argentina, donde coincidió con
su necesidad de escribir y en donde nació, en 1926, su primer relato corto
titulado ‘El aviador’.

Sus siguiente libro fue ‘Correo
del Sur’
(1928) coincidiendo con el nuevo destino que le dio la empresa de
aviación en la recién creada división de la empresa: ‘Compagnie générale aéropostale’.

En él relató su experiencia
durante los numerosísimos viajes que realizó llevando el correo postal
entre Europa y el continente africano. Concretamente realizaba el trayecto
entre Toulouse, el Sáhara español (realizando escalas en  Barcelona, Málaga y Tetuán) y Dakar.

En 1931 publicaría una nueva novela: ‘Vuelo nocturno’ la cual recibió muy buenas críticas y algunos premios
y que empezó a consolidar a Antoine de Saint-Exupéry como una de las jóvenes
promesas de la literatura francesa (acababa de cumplir los 30 años de edad).

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Los siguientes años centró su carrera como escritor y
periodista, viajando a un gran número de destinos, escribiendo crónicas para la
prensa y viviendo experiencias que después plasmaría en sus libros.

Numerosas fueron las idas y venidas entre ambos destinos y
en más de una ocasión, gracias a un talente innato para la negociación había ayudado
a liberar a algunos pilotos franceses que habían sido apresados por las
autoridades marroquíes, que le sirvió para ser condecorado por el gobierno galo
con la medalla de la Legión de Honor.

En uno de esos viajes entre Francia y África fue cuando
sufrió el relatado accidente (el 30 de diciembre de 1935) que le sirvió para
escribir su obra cumbre ‘El Principito’.
Pero no fue un libro escrito inmediatamente después del incidente, sino que lo
hizo cinco años después, cuando se encontraba viviendo en los Estados Unidos,
país al que se exilió tras el estallido de la Segunda Guerra Mundial y la firma
del armisticio por parte de las autoridades francesas frente a los nazis. El
libro fue publicado en 1943, alcanzando cierto éxito convirtiéndose en un best
seller y obra de culto a raíz del repentino fallecimiento del escritor.

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Antoine de Saint-Exupéry, en su nueva residencia de Nueva
York, veía que no era de utilidad para los intereses de su amada Francia al
encontrarse tan lejos de allí, por lo que en la primavera de 1944 decidió
participar activamente en la guerra, aunque a pesar de su edad (ya había
cumplido los 43 años) rechazaban su solicitud.

Finalmente consiguió que lo admitieran en una misión aérea con
la que los aliados pretendían invadir el sur de Francia. La mañana del 31 de
julio de 1944 fue enviado en un vuelo de reconocimiento, partiendo de la base
de Córcega, pero el avión pilotado por Saint-Exupéry desapareció y nada más se
supo de él, dándole por fallecido transcurrido el tiempo reglamentario.

Mucho se ha especulado a lo largo de todas estas décadas que
han pasado desde el fatídico día en que desapareció y varios fueron los pilotos
de la Luftwaffe alemana que aseguraron haber sido quienes derribaron el P-38
Lightning  pilotado por Antoine de
Saint-Exupéry.

Su desaparición y fallecimiento se convirtieron en un
misterio. Días después fue hallado a las orillas de Marsella un cuerpo sin vida
de alguien que vestía el uniforme de la Fuerza Aérea francesa, aunque estaba
irreconocible, por lo que se mantuvo la hipótesis de que pertenecía al escritor,
aunque nunca se ha llegado a confirmar.

Tras la desaparición de Antoine de Saint-Exupéry se
convirtió en un autor de culto y su libro ‘El Principito’ en una de las obras
de lectura obligada en las escuelas y más vendidos de la historia.

Fuente de la imagen: Wikimedia
commons

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