Los falsos textos que desde hace más de un siglo son utilizados para fomentar el odio antisemita

El pueblo judío ha sido uno
de los más perseguidos y represaliados de la historia
, viéndose sometidos a
expulsiones, encierros en guetos y campos de concentración y genocidios a lo
largo de muchísimo tiempo.

Muchos han sido los pueblos, gobiernos y culturas que han
mostrado un especial odio y antisemitismo. No solo fue durante el periodo del
Tercer Reich alemán cuando se ha producido (sí que fue el más atroz y reciente
en la historia, pero no el único), encontrándonos que se les persiguió en
épocas y lugares tan diversos como en la Antigua Roma (siglo I d.C.), en el
Reino Visigodo (VI), del Al-Ándalus (XII),  Inglaterra (XIII), Francia (XIV), España,
Austria, Portugal y Ducados de Parma y Milán (XV), Reinos de Nápoles, Génova, Baviera
y Estados Pontificios (XVI) y así un largo etcétera hasta llegar a nuestros
días (sin olvidarnos de la Unión Soviética en el siglo XX).

Acompañando a ese inexplicable rechazo que han recibido las
personas judías siempre ha habido una serie de historias, relatos y leyendas
que se han dedicado a fomentar el odio antisemita.

Uno de los textos de propaganda antijudía que más se han
difundido fueron los conocidos como ‘Los
protocolos de los sabios de Sion’
y que fue puesto en circulación en la
Rusia zarista de 1902 y en los que, supuestamente, se indicaba los planes que
secretamente habían tomado los sabios de Sion para que los judíos controlaran
la sociedad y dominasen el mundo.

En el mismo se señalaba que las mencionadas reuniones
tuvieron lugar durante el ‘Primer Congreso
Sionista’
celebrado en la población suiza de Basilea entre el 20 y el 31 de
agosto de 1897.

Curiosamente ese documento lo puso en circulación un
funcionario de gobierno ruso, quien indicaba haberlo recibido de una fuente
fiable que le había asegurado que se trata de las verdaderas actas de las
reuniones secretas de los viejos sabios judíos.

Esos textos se difundieron por toda Rusia, cruzando
fronteras y llegando a todos los rincones del continente europeo (y
posteriormente del resto del planeta), sirviendo como uno de los elementos antisemitas
en las siguientes décadas ajo el título ‘The
Jewish Peril’
(El peligro judío).

Tomó gran relevancia tras la Revolución Rusa de 1917, siendo
usado por los soviéticos para excusarse en su persecución hacia los judíos ruso.
Pero con el paso de los años se usó como un manual entre los grupos antisemitas.

Cae destacar que mucho antes de la llegada de Adolf Hitler al
poder, ya se habían publicado y distribuido una treintena de ediciones de ‘Los
protocolos de los sabios de Sion’ por toda Alemania y numerosas son las
referencias que hizo el líder nazi (entre ellas en su libro ‘Mi lucha’) y que
le sirvieron como firme argumento para justificar el odio y persecución hacia
el pueblo judío.

Pero cabe destacar que muchísimo antes que el texto se
difundiera a través de los canales propagandísticos del nazismo ya había sido
desenmascarado en 1921 como un fraude por el diario británico ‘The Times’, pudiendo demostrar que ‘Los
protocolos de los sabios de Sion’ eran en realidad un plagio de otra obra que
nada tenía que ver con el judaísmo y a la que se le había ido añadiendo las
referencias al pueblo hebreo, con el fin de provocar, malintencionadamente, su
persecución y fomentar el odio antisemita en Rusia.

En realidad esos supuestos textos sionistas habían sido
sacados y transcritos de la obra de 1864, realizada por el escritor satírico
francés Maurice Joly y que llevaa
por título ‘Diálogo en el infierno entre
Maquiavelo y Montesquieu, o la política de Maquiavelo en el siglo XIX’
la
cual versaba en un complot urdido por el emperador Napoleón III con intención
de dominar el mundo y que no era más que un panfleto humorístico y que nada
tenía que ver con el judaísmo.

Fuente de la imagen: Wikimedia
commons

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