Los disturbios interraciales que perjudicaron la reelección del primer y único alcalde afroamericano de Nueva York

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Nueva York está
señalada como una de las urbes más
cosmopolitas y progresistas de todo el planeta
. Una ciudad en la que
incluso los alcaldes y gobernadores republicanos, que han ido pasando por sus
despachos oficiales, han realizado unas políticas mucho más sociales que las del
resto de sus correligionarios en otros lugares del país.

A pesar de ese progresismo en la sociedad neoyorquina, es
curioso comprobar cómo en toda su historia ha habido un único alcalde afroamericano, quien, además, tuvo que lidiar
durante su mandato (de una sola legislatura) con numerosos conflictos interraciales en la ciudad.

Se trata de David
Dinkins
(recientemente fallecido a la edad de 93 años) quien ganó las elecciones
municipales del 7 de noviembre de 1989
tras ser escogido candidato del Partido
Demócrata en unas reñidas primarias contra el entonces alcalde de la ciudad Ed Koch (quien llevaba en el cargo
desde 1978).

Ed Koch, a pesar de haber sido hasta aquel momento el
candidato oficial y predilecto de los demócratas, fue apartado de la carrera
electoral para su reelección, debido a las críticas
raciales que había hecho en 1988 en contra de su compañero de partido, el
afroamericano Jesse Jackson
, cuando éste optaba a ser el elegido de la
formación política a las elecciones presidenciales de aquel año.

Esto provocó que las llamadas minorías raciales del Partido Demócrata
(que lo habían estado apoyando hasta aquel momento) le dieran la espalda a Koch
y eligieran como candidato a David Dinkins, quien se enfrentó en las elecciones
municipales al republicano Rudolph
Giuliani
, ganándole la alcaldía por un estrecho margen de 47.000 votos de
diferencia.

David Dinkins se presentaba como un candidato capaz de solucionar los conflictos raciales
existentes en la ciudad y acabar con la
corrupción
y la creciente ola de
delincuencia callejera
. Desde la década de 1970 Nueva York estaba
considerada como uno de los lugares más
inseguros
de todos los EEUU.

El nuevo alcalde no era alguien ajeno a la vida social y
política de la ciudad. Tenía una sólida formación universitaria (se licenció en
matemáticas y derecho), además de haber sido condecorado por el Congreso durante
sus años de juventud en los Marines, además de llevar varios años trabajando
para organismos municipales de Nueva York y ocupando el cargo de ‘Beep’ (presidente de distrito de
Manhattan) desde 1985; un organismo encargado de asesorar a la alcaldía.

Tras su toma de posesión como el 106º alcalde de la ciudad
de Nueva York, el 1 de enero de 1990, David Dinkins parecía tener casi todo a
su favor para llevar a cabo su programa electoral, pero desde el primer momento
en el que se puso al frente de la corporación municipal, empezaron a surgir una
serie de problemas que se le volvieron en contra.

Su mala gestión económica provocó que en tan solo un año las
arcas municipales no tuvieran dinero suficiente para pagar a los funcionarios. Ello
era debido a que gran parte del presupuesto se había destinado a aumentar las
plantillas policiales (ante el acuciante aumento de la delincuencia en Nueva
York), provocando que se realizarán importantes recortes presupuestarios a
otros servicios públicos y sociales de la ciudad. Dinkins fue señalado de
autoritario y se le comparó a menudo con Fiorello
La Guardia
(político populista que ocupó la alcaldía entre 1934 y 1945).

Pero dos fueron las situaciones que provocaron que, prácticamente
desde el inicio de su mandato, su imagen y liderazgo frente a la alcaldía se
vieran cuestionados.

El primero se produjo en enero del mismo 1990, cuando David
Dinkins llevaba tan solo unos días como alcalde y que duró cerca de un año y
medio, solapándose con un segundo incidente que se convirtió en el detonante de
su impopularidad.

Un comercio regentado por una familia de origen coreano y
que se encontraba en el barrio  de Flatbush
en Brooklyn se convirtió en el objetivo de los ataques de varios grupos y
asociaciones afroamericanas, debido a una agresión que había sufrido en el
local una compradora (de origen haitiano) que había pretendido marcharse de la
tienda sin pagar la compra.

Los propietarios del ‘Family
Red Apple’
(nombre del establecimientos) estuvieron sufriendo todo tipo de
asedios, ataques y boicot por parte de colectivos afroamericanos, quienes no
pararon el hostigamiento hasta que el propietario vendió el negocio y se marchó
del barrio junto a su familia.

Fueron 18 meses de continuos conflictos conocidos como el Red Apple boycott’, siendo señalado el alcalde David
Dinkins de comportarse pasivamente y sin tomar medidas contundentes ante el
comportamiento de los asediadores.

Coincidiendo con la resolución de estos disturbios en el
barrio de Flatbush se iniciaron otros en otra parte del distrito de Brooklyn el
19 de agosto de 1991, concretamente en Crown Heights. En aquella ocasión se
produjeron graves enfrentamientos entre afroamericanos y judíos.

Aquel día, un conductor atropelló accidentalmente a un par
de niños negros que jugaban en la calle (Gavin, quien falleció, y su prima
Angela quedó malherida, ambos de siete años de edad). Los pequeños eran de origen
guayanés, mientras que el conductor (un muchacho de 22 años llamado Yosef Lifsh) pertenecía al movimiento jasídico
(judíos ortodoxos).

A lo largo de tres días los ‘disturbios de Crown Heights’ tuvieron en vilo a todo el distrito, siendo
asesinado un estudiante judío (Yankel Rosenbaum) por varias puñaladas que le
asestó un muchacho de 16 años llamado Lemrick Nelson, siendo éste absuelto en
el juicio que se celebró en 1992 y en el que la inmensa mayoría de los miembros
del jurado eran personas afroamericanas o latinas.

Todo ello enrareció el ambiente en un Nueva York caótico y
con un creciente aumento del desempleo que subió cerca de un 5 por ciento en
tan solo cuatro años (del 6,7% al 11,1%). La popularidad del alcalde David
Dinkins fue disminuyendo, pasándole factura a la hora de presentarse a la reelección
en los comicios
celebrados el 2 de noviembre de 1993
y en los que ganó el candidato
republicano Rudolph Giuliani.

Uno de los motivos de la pérdida de votos y apoyos a David
Dinkins fue debido a una extraña relación de cordialidad que siempre mantuvo
con los varios importantes personajes judíos, favoreciéndoles en algunos
negocios y concesiones municipales (algo que no fue bien visto por el colectivo
afroamericano) y su posición neutral e indiferente durante los disturbios de
Crown Heights enfrió las relaciones con la comunidad judía, retirándole gran
parte de ésta su apoyo.

Tras la derrota en las elecciones municipales, David Dinkins
se retiró de la política activa (tenía 66 años) y se incorporó como profesor en
la Universidad de Columbia, donde se mantuvo activo hasta su fallecimiento el
pasado 23 de noviembre de 2020, a los 93 años
de edad.

Cabe destacar que, en sus cuatro años como alcalde de Nueva
York, David Dinkins tuvo algunos aciertos y buenas decisiones en su gestión municipal,
la mayoría de carácter cultural y deportivo, que quedaron ensombrecidas por los
disturbios interraciales comentados.

Fuentes de consulta e imagen: nytimes
/ columbia.edu
/ jstor / njjewishnews
/ time
/ gettyimages

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