Jack Frost, propietario de un prospero hotel en Cincinnati, organizó en 1875 un concurso de tiro al que acudieron los más importantes tiradores de la época. Por aquel entonces, la figura nº 1 en la habilidad con el rifle era Frank E. Butler, un joven de origen irlandés que se ganaba la vida yendo de población en población apostando de que era el mejor.
Pero aquel año le salió una dura competencia ya que al evento organizado por el señor Frost se presentó una jovencita de 15 años que ganó el concurso de tiro y se embolsó los 100 dólares del premio.
Butler, en lugar de enojarse, quedó prendado por el encanto de la joven a la que quiso conocer y de la que se enamoró perdidamente. El nombre de esta se haría mundialmente famoso: Annie Oakley.
Annie había sido una superviviente nata y había aprendido el manejo del rifle para poder subsistir. La joven, originaria de Ohio y muy lejos de salvaje oeste, utilizaba su destreza con el arma para poder cazar y vender las piezas y pieles y así poder mantener a su numerosa familia, encabezada por una madre que se había casado y enviudado en tres ocasiones.
Tras un corto noviazgo, se casaron cuando Annie contaba con apenas 16 años y él era una década mayor que ella. Se la llevó consigo a trabajar por todas las ferias ambulantes de norteamérica, triunfando con un espectacular número de tiro en el que Frank se colocaba un cigarrillo entre sus labios y ella, a treinta pasos de distancia, disparaba y acertaba.
Se convirtieron en toda una pareja artística pero, sin lugar a dudas, la joven Annie Oakley se había convertido en la preferida del gran público.
Sus largas giras por todo el país la llevaron a conocer a grandes personajes de la época, entre ellos Toro Sentado, toda una leyenda del viejo oeste y gran jefe Siux, el cual trabajaba en el espectáculo “Wild West Show” que dirigía el legendario William F. Cody, más conocido como Buffalo Bill.
Annie se incorporó junto a su esposo en el elenco de artistas que actuaban en el espectáculo y que superaba el medio centenar de personas. Una gran gira entre 1888 y 1890 les llevó hasta Europa, donde actuaron en lugares tan importantes como Londres, París, Barcelona o Roma, donde lo harían frente al Papa León XVIII. En la capital del Reino Unido tendría la oportunidad de conocer en persona a la Reina Victoria, la cual le dijo a la joven tras su actuación: “Eres una chica muy inteligente”.
La gira europea también los llevaría a Alemania, donde Annie Oakley obtuvo un gran éxito al utilizar al mismísimo Kaiser Gillermo II para su famoso número del cigarrillo entre los labios, siendo ovacionada por todo el público presente, al que dejó boquiabierto.
Pero el infortunio se cruzó en su camino en 1901, resultando herida tras un aparatoso choque de trenes y que la dejó con parte de su cuerpo parcialmente paralizada, teniendo que retirarse de los escenarios durante un largo periodo de tiempo.
Dos años después, la prensa sensacionalista se cebó con Annie, que por aquel entonces contaba con 43 años. El 11 de agosto de 1903 apareció publicada una noticia en la que el titular decía que Annie Oakley había sido detenida tras cometer un robo para comprarse una dosis debido a su adicción a la cocaína. En total fueron 55 los periódicos que a lo largo de los siguientes días publicaron artículos relacionado con este tema.
Pero todo lo publicado era mentira y a pesar de ello, el descreditó personal recayó sobre la figura de la que había sido una de las figuras más importantes del far west americano. Debido a ello, su vuelta a los escenarios se vio afectada, no acudiendo el público a verla actuar.
Annie demandó a todos y cada uno de los periódicos que publicaron alguna noticia relacionada con esa falacia y a lo largo de los siguientes siete años se dedicó a ganar 54 de los 55 juicios contra los diarios, el único que no ganó fue sobreseído.
Las demandas le aportaron una importante cantidad en concepto de indemnizaciones, en total 27.500 dólares, los cuales gastó hasta el último centavo para limpiar su imagen y restituir su buen nombre, pero el daño causado por la prensa sensacionalista había sido demasiado grande y tuvo que pasar mucho tiempo hasta que ese escabroso tema quedase olvidado en el colectivo popular.
Los siguientes años fueron difíciles para el matrimonio Butler-Oakley, volviendo y dejando el mundo del espectáculo una y otra vez, hasta que se retiraron definitivamente en 1922.
Annie Oakley falleció el 3 de noviembre de 1926, a la edad de 66 años. Había pasado junto a su esposo 51 años de su vida, estando muy unidos y sintiendo un gran amor y respeto el uno por el otro. El 21 de noviembre de ese mismo año (dieciocho días después) moría de inanición Frank E. Butler, el cual había decidido dejar de comer tras la muerte de su amada esposa.
Post publicado originalmente para Yahoo! Noticias España el 28/12/2011:
https://es.noticias.yahoo.com/blogs/cuaderno-historias/la-vaquera-annie-oakley-donde-pon%C3%ADa-el-ojo-123722781.html
Fuentes de consulta: smithsonianmag / bbhc / pbs / creativecouples