El 22 de julio de 1706 se firmaba el ‘Tratado de Unión’ entre los reinos de Inglaterra y Escocia por el cual, a partir del 1 de mayo de 1707,
el territorio escocés pasaba a formar parte del ‘Reino de Gran Bretaña’. Se cerraba así un histórico acuerdo que se
había convertido en una viejísima aspiración por parte de los ingleses.
Pero hasta estar oficialmente unidas las dos naciones
muchísimas fueron las desavenencias entre ambos países e innumerables la
hostilidades de unos hacia los otros a lo largo de los siglos.
Una de las curiosidades que nos deja la Historia sobre los
tiempos en los que existieron tales desavenencias es la que narra una curiosa leyenda urbana que se puso en
circulación desde Inglaterra con el fin de desprestigiar a los escoceses.
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cuatro siglos]
Debemos situarnos en los últimas décadas del siglo XVI
(ningún relato especifica las fechas).
Narra la historia de Sawney
Beane, un escoces proveniente de una humilde y trabajadora familia que,
tras contraer matrimonio, decidió convertirse en asaltador de caminos y robar a
los viajeros.
Para ello, según consta en los relatos, se instaló a vivir en
una cueva de la Bahía de Ballantrae,
en el suroeste de Escocia, muy cercana a la frontera que limitaban con
Inglaterra junto a su esposa Agnes
Douglas (algunas fuentes indican que se dedicaba a la prostitución y otras
que realizaba brujería).
Ese lugar sería el escondrijo donde vivirían los siguientes
años en los que se dedicaron a realizar un sinfín de fechorías y donde sería
prácticamente imposible localizarlos, debido a que cuando la marea estaba alta
la entrada a la cueva quedaba totalmente oculta.
Esas historias sobre Sawney Beane explican que empezó
atacando a viajeros que provenían de Inglaterra en dirección a Edimburgo u
otras poblaciones escocesas, que llevaban una considerable cantidad de dinero
encima ya que se dirigían a realizar compras y tratos comerciales.
Pero parece ser que Sawney y Agnes no se conformaban
simplemente con robarles, también los asesinaban y posteriormente practicaban
el canibalismo comiéndose a sus víctimas.
Se habla de canibalismo, vampirismo y brujería ejercido por Sawney
Beane y su clan de descendientes a lo largo de 25 años, dándose las
astronómicas cifras de más de mil víctimas que acabaron siendo robadas,
asesinadas y devoradas por ese grupo de malhechores.
Y es que todos esos relatos también hablan, de manera
sensacionalista, sobre cómo la pareja tuvo 14 hijos (ocho hombres y seis
mujeres) y estos, a su vez, practicaron el incesto entre ellos, convirtiéndose en
un clan endogámico y teniendo como descendencia 32 nietos (18 chicos y 14
chicas).
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En cierta ocasión, cuando el clan de los Beane atacaba a un
matrimonio que transitaba a caballo por uno de los caminos vigilados por ellos,
el marido se les escapó, no pudiendo darle caza y éste pudo llegar hasta las
autoridades para avisar de lo ocurrido. Al indicar el lugar exacto donde fueron
asaltados pudo ayudar a localizar a Sawney Beane y su familia de asesinos
caníbales y tal y como cuentan algunas de las fuentes, fue el propio rey de
Escocia, Jacobo VI, quien fue a apresarlos al mando de un contingente de 400
soldados y varias decenas de perros sabuesos.
Dieron con la cueva donde se escondían y allí encontraron
numerosos restos humanos, además de toda la prole de descendientes de los
Beane. También se indica que tras apresarlos se les juzgo rápidamente y ejecutó
en el plazo de pocos días.
Cabe destacar que dicho relato está ampliamente difundido y
existen múltiples variantes sobre dicha historia, aunque en realidad no hay ni
un solo documento oficial que acredite su veracidad y, a pesar de ello, muchos
son quienes siguen explicándola como cierta.
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XIX]
La primera referencia que existe sobre el personaje de
Sawney Beane y su clan de caníbales la encontramos en la revista mensual ‘The Newgate Calendar’ en forma de
boletín, que se publicó entre los siglos XVIII y XIX, y que recogía hechos curiosos
y escabrosos de la historia del Reino Unido, aunque dicha publicación no aporta
ni una sola prueba de veracidad y solo se dedicaba a compartir aquellos sucesos
llamativos que iban transmitiéndose de una generación a otra.
Los historiadores y expertos en este tipo de leyendas
apuntan que fue fruto de la invención de los ingleses en un momento de tensión
política con los escoceses y como forma de dejar a éstos como bárbaros,
caníbales y desalmados de cara a la población.
Fuentes de
consulta e imagen: tarlton /
Lives and Exploits of the Most Noted Highwaymen, Robbers, and Murderers / BBC / mysteriousbritain
/ theweirdandtheodd
/ Wikimedia commons