El entierro de Genarín, la concurrida procesión de los borrachos

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Partiendo desde la Plaza del Grano, en pleno casco antiguo de la ciudad de León, al tocar las campanadas de medianoche empieza a desfilar cada Jueves Santo una de las procesiones más concurridas que se celebran ese día: ‘El entierro de Genarín’.

La peculiaridad de esta es que no es de signo religioso, sino totalmente pagano, y con una vertiente muy diferente a la que le dan otros ‘pasos’ que salen esa misma noche en otros puntos de la ciudad.

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La procesión de los borrachos, como también es conocida, empezó a celebrarse en el año 1930 y fue realizada por cuatro amigos de Genaro Blanco, que en memoria de este decidieron rendirle un homenaje coincidiendo con el primer aniversario de su fallecimiento.

Genarín, como era llamado por todo aquel que lo conocía, era un tipo despreocupado, amigo de las largas noches de juerga, el orujo, la compañía de prostitutas y la vida libertina.

En el transcurrir del Jueves al Viernes Santo de 1929, mientras estaba orinando junto a la muralla de León que delimita el casco antiguo de la ciudad, fue atropellado por el primer camión de basura que tuvo el municipio.

Su conductor era un joven de diecinueve años llamado José María Sáenz que iba acompañado por otros dos miembros del servicio de limpieza de la ciudad. Tras el mortal atropello, en el que Genaro Blanco quedó aprisionado entre el camión y la muralla, el conductor declaró que, debido a la velocidad que llevaba en aquel momento, no pudo “hacer funcionar los frenos”, según sus palabras, recogidas en un artículo publicado en el Diario de León un día después.

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Testigo del fatal accidente de Genarín fue ‘la Moncha’, una de las prostitutas con las que solía alternar y que tapó con las hojas de un periódico el cuerpo sin vida de su cliente y amigo.

A partir de entonces, sus cuatro amigos e inseparables compañeros de juerga decidieron rendirle anualmente un homenaje, en el que cenaban a base de sopa de ajo, bacalao y orujo (el mismo menú que cenó por última vez Genaro), y después realizaban un recorrido por todas las tascas, mesones y burdeles del barrio húmedo de León.

El grupo se autodenominó “los evangelistas” y estaba compuesto por Nicolás Pérez, alias ‘Porreto’, Luis Rico,  Francisco Pérez y Eulogio ‘el gafas’.

Año tras año, esta peculiar procesión fue ganando adeptos que se iban sumando al recorrido y, con el tiempo, se realizó una figura de cartón piedra representando a Genarín agarrado a una farola y otra que emula el momento en el que la Moncha cubría su cuerpo.

Debido a la presión realizada desde la iglesia católica, el régimen franquista prohibió en 1957 la celebración de esta procesión pagana. No fue hasta el año 1974 en el que se volvió a realizar, alcanzando año tras año más seguidores, que se cuentan por miles.

Un error muy común, que se encuentra en diversos relatos sobre esta historia, es el que dice que el camión de basura que atropelló a Genarín era llamado “la Bonifacia”, pero este nombre lo recibía realmente el primer camión de bomberos que llegó a la ciudad de León y que fue adquirido por el entonces concejal Bonifacio Rodríguez.

Post publicado originalmente para Yahoo! Noticias España el ¾/2012:
https://es.noticias.yahoo.com/blogs/cuaderno-historias/el-entierro-genar%C3%ADn-la-concurrida-procesi%C3%B3n-los-borrachos-104225461.html

Fuentes de consulta: genarin.net / rosanegra / leonoticias