Desde que el ser humano tuvo por primera vez un arma entre
sus manos (ya sea una espada, pistola o
un simple trozo de madera) se ha enfrentado, peleado y retado a duelo con su
adversario, sea cual fuere la razón: una ofensa, por el linde de un terreno, el
amor de una misma mujer…
Numerosísimos han sido los duelos, a vida o muerte, que se
han llevado a cabo y aunque parezca que se trata de una práctica antigua y de
tiempos pasados, cabe destacar que hasta hace relativamente poco todavía había
países en los que se contemplaba por ley el poder retarse a duelo. Por ejemplo
en Uruguay la ley que lo contemplaba no fue derogada hasta el año 1992 e
incluso en Chile tuvo lugar en 1952 un curioso
duelo entre el entonces senador socialista Salvador Allende y su oponente
político, del Partido Radical, Raúl Rettig (ambos fallaron el tiro y años
después llegaron a ser amigos e incluso Allende, tras ser elegido Presidente de
la República, nombró a Rettig como Embajador en Brasil).
[Relacionado: ¿Cuál es el origen del término ‘duelo’?]
Pero de todos los duelos que se han llevado a cabo a lo
largo de la Historia (y de los que se han tenido constancia) hay uno que
destaca por su singularidad: llevarse a cabo (subidos sus dos contendientes
junto a sus respectivos padrinos) en globos aerostáticos a más de 800 metros de
altura.
Tuvo lugar en París el 3 de mayo del año 1808 (aunque no se
conoció la noticia hasta tiempo después, según consta recogido el 22 de junio de
ese mismo año en el ‘Dodsley’s Annual Register’
y en un artículo publicado del 23 de
julio en el periódico ‘Northampton
Mercury’) y fue a causa del amor que
sentían dos hombres por una misma mujer: Mademoiselle
Tirevit.
La joven señorita Tirevit
trabajaba como bailarina en la
prestigiosa Ópera de París y raro era el día que no recibiera en su
camerino un buen número de ramos de flores y la visita de fervientes y obnubilados
admiradores quienes bebían los vientos por la hermosa muchacha.
Resulta que dos caballeros pertenecientes
a la sociedad parisina (los señores Grandpree
y Le Pique, de quienes solo trascendió sus
apellidos) se enteraron, a través de un amigo en común, que ambos compartían los favores amatorios y
sexuales de la joven Tirevit.
Grandpree, tras ser
conocedor de esta deshonrosa noticia para su dignidad, mandó llamar a Le Pique
y tras un acalorado intercambio de palabras decidieron retarse en un duelo que tendría lugar a primera hora de la mañana del
mencionado día 3 de mayo en las inmediaciones del céntrico Palacio de
las Tullerías.
[Relacionado: El día que Abraham Lincoln
fue retado a batirse en un duelo]
No se sabe quién y por qué,
pero se decidió que dicho duelo no se llevaría a cabo de forma tradicional (los
dos contendientes de espaldas andan unos pasos, se giran y enfrentan con las
armas elegidas: pistola o espada) sino que se realizaría desde el aire subidos
en dos globos
aerostáticos propulsado por gas (algunas fuentes indican aire caliente,
pero la mayoría desmienten que fueran de aire) y como armas eligieron trabucos.
Hasta allí se personaron
ambos contendientes y cada uno subió a la cesta de su correspondiente globo
acompañado de sus respectivos padrinos. A las 9 de la mañana los aeróstatos comenzaron
a ascender.
Un nutrido número de público se
agolpó para verlo, pero no porque supieran que se iba a producir un duelo entre
caballeros, sino porque creían que se trataba de una exhibición (muy de moda en
la época).
Una vez alcanzados 800
metros de altura se dio la señal para disparar. Por la lejanía que había de un
globo al otro sabían que el disparo no impactaría sobre cuerpo del adversario,
así que había que apuntar hacia el globo.
[Relacionado: Cuando Andrew Jackson se
batió en duelo y mató al mejor duelista de su época]
El primero en disparar fue Le
Pique, quien erró en el tiro y acto seguido hizo lo propio Grandpree, acertando
y provocando que por el agujero saliera rápidamente el gas y precipitándose el
globo hacia el suelo, yendo a chocar contra el tejado de una casa cercana y falleciendo
Le Pique y su padrino tras el impacto.
El globo del ganador del
duelo descendió a varios kilómetros de allí (las fuentes indican que 20 millas,
el equivalente a 32 km).
Las crónicas nada más
explican sobre cuál fue el futuro del señor Grandpree y ni tan siquiera de su
amante Mademoiselle Tirevit, aunque esta historia (documentada en los
periódicos de la época) ha quedado para la posteridad como uno de los duelos más
curiosos que han tenido lugar.
Fuentes de consulta e
imágenes: britishnewspaperarchive / hathitrust / historychannel
/ resolviendolaincognita
/ bathroomreader