Jack Johnson, el primer boxeador negro que fue Campeón del Mundo de los pesos pesados

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Posiblemente aquellas personas que no sean aficionadas al
boxeo no les suene el nombre de Jack
Johnson
, pero este boxeador, al que apodaron con los sobrenombres de ‘el gigante de Galveston’ y ‘el campeón de Ébano’, llegó a ser el primer
púgil negro en ganar el Campeonato del Mundo
de pesos pesados
y, además, es considerado por
los grandes expertos a este deporte como uno de los diez mejores boxeadores de
la Historia
.

Sucedió a principios del siglo XX y su condición de afroamericano no le puso las cosas
fáciles para poder destacar y triunfar en una disciplina deportiva en la que
los títulos oficiales y el dinero solo se lo llevaban las personas de piel
blanca.

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Descendiente de esclavos, Jack Johnson siempre fue señalado por
sus orígenes y, sobre todo, su color de piel, por lo que desde que era niño
estuvo continuamente envuelto en trifulcas y peleas que hicieron que creciera
como un hombre fuerte (además de ser corpulento, gracias a su gran altura) y
descubriera que no se le daba nada mal eso de pelearse, algo que le abría dos
posibles caminos: quedarse en su Galveston
natal (población en el Estado de Texas con un alto índice de racismo) y pasarse
la vida peleándose con todo aquel que se metiera con él o labrarse un futuro
lejos de allí e intentar labrarse un futuro.

Eligió la segunda opción y siendo un adolescente imberbe se
trasladó a Dallas, donde realizó varios trabajos, entre ellos el de aprendiz junto
a un pintor llamado Walter Lewis y
que era un gran apasionado al boxeo. Éste lo llevó a algunas peleas e inculcó
todo lo que sabía sobre ese deporte, hasta tal punto que Jack quedó fascinado y
decidió que quería dedicarse profesionalmente a pelear en un cuadrilátero.

En aquella época el boxeo no era un deporte en el que un
hombre negro pudiese destacar y tan solo eran usados para exhibiciones y
entrenamientos y los profesionales afroamericanos eran escasos, además de no
triunfar. A pesar de ello quiso probar suerte y en 1894, con 16 años de edad,
se marchó rumbo a Nueva York.

Se colocó a trabajar en un gimnasio de Manhattan, donde limpiaba y era el chico de los recados
de los que allí iban a entrenar, mientras aprovechaba para fijarse cómo
peleaban y cuáles eran las instrucciones que los entrenadores daban.

También le fue de gran ayuda compartir apartamento con un
par de boxeadores aficionados que habían llegado desde el extranjero y que le
enseñaron todo lo que sabían.

El joven desarrolló su propia manera de pelear y demostraba
ser el mejor en combates clandestinos que eran organizados en las inmediaciones
del muelle, adquiriendo una depurada y personal técnica y dando pasos de
gigantes para convertirse en toda una estrella.

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Aquellos que se dedicaban a los combates profesionales no
podían dejar pasar la oportunidad de organizar veladas pugilísticas en las que
pelease el gigante de Galveston y gracias a ello (y a pesar de tener muchísima
gente en contra) en 1898 ya estaba debutando como profesional.

Durante los siguientes años disputó medio centenar de combates
que ganó por KO, la mayoría de peleas las disputó
contra otros boxeadores negros, ya que las peleas mixtas con blancos no podían
ser catalogadas como profesionales, solo de exhibición.

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En 1903 ganó el título
mundial de Pesos Pesados de boxeadores negros
y decidió que quería dar un
paso más allá y disputar el título al campeón blanco. Pero se encontró con
innumerables impedimentos. Ningún campeón blanco quería pelear con él en un
combate oficial.

Jack se veía en el derecho de poder luchar por ese título,
así que decidió seguir por allí a donde iba al entonces campeón Tommy Burns, quien se negaba a pelear. Finalmente
la técnica de Jonhson funcionó y en diciembre de 1908 Burns accedió a disputar
un combate en el que se jugaba el título.

Se disputó en Sídney (Australia) y fue considerado como ‘el
combate del siglo’. Jack se alzó con el triunfo y fue proclamado ‘Campeón del Mundo de los pesos pesados’,
a pesar de tener en contra a la mayor parte de la profesión, prensa y
aficionados. A lo largo de los siguientes siete años (hasta 1915) mantuvo el
título, pero también ganó innumerables enemigos.

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Durante ese tiempo Jack Johnson se convirtió en un hombre
sumamente famoso y comenzó a ganar grandes sumas de dinero. Le gustaba vivir
lujosamente, derrochar dinero a manos llenas y hacer ostentación de todo lo que
tenía.

Desde los sectores más conservadores y racistas de la
sociedad estadounidense se reclamaba la llegada de ‘la gran esperanza blanca’ que pudiera arrebatarle el título al campeón
de Ébano. Esta iniciativa estuvo respaldada y difundida por el escritor Jack London y apoyada por el Ku Klux Klan.

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Uno de los hechos que más ofendió a la población racista fue
el hecho de que Jack Johnson comenzara a salir con mujeres blancas, encontrando
en ello un acto de provocación. Cuanto más odio generaba más se envalentonaba y
fanfarrón se volvía.

En cierta ocasión Johnson pronunció la siguiente frase: ‘Soy
negro, nunca dejasteis que olvidara que soy negro. De acuerdo, soy negro, nunca
dejaré que lo olvidéis’

No fue hasta 1915 cuando Jess Willard, uno de los innumerables aspirantes que lo habían
intentado antes sin éxito, consiguió noquear a Jack Johnson en un larguísimo
combate celebrado en La Habana, terminando ahí la hegemonía e imbatibilidad del
gigante de Galveston.

Según cuentan algunas crónicas, Jack se dejó ganar en ese
combate y lo había pactado previamente con el aspirante y las autoridades,
debido a que estaba pendiente de ingresar en prisión para cumplir una condena
impuesta años antes por haberse casado con una mujer blanca en un Estado en el que
no estaba permitido por ley ese tipo de relaciones.

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Hasta 1920 estuvo viajando por todo el mundo (incluso a
España donde disputó cuatro combates) y cuando regresó a EEUU se entregó a las
autoridades, pasando un año encerrado en la prisión de Leavensworth (Estado de
Kansas).

Un año que aprovechó para disputar algunos sonados combates
dentro de prisión. Pero tras salir de la cárcel en 1921 su vida ya no fue lo
mismo y ahí se inició su declive profesional y decidió retirarse en 1938 a los
60 años de edad. Falleció en 1946 a consecuencia de un accidente de tráfico.

Fuentes de consulta: vice
/ quefuede
/ bbc