El periodista estadounidense asesinado en Nicaragua que provocó el rechazo internacional al régimen de Anastasio Somoza
En julio de 1980 se hacían públicos los nombres de los ganadores de los ‘Maria Moors Cabot Prizes’, unos prestigiosos premios que empezaron a entregarse cinco décadas antes (concretamente desde 1939) por la Universidad de Columbia y el filántropo y empresario estadounidense, Godfrey Lowell Cabot (denominados de ese modo en memoria al nombre de su fallecida esposa). Estos galardones (que siguen entregándose actualmente) premian anualmente a cuatro periodistas (del continente americano) cuyo trabajo que ha destacado en el año anterior. En aquella ocasión, se estaba premiando a los de 1979 y entre los galardonados se encontraba un reportero al que se le concedía póstumamente: Bill Stewart.
Se trataba de un joven periodista de 37 años de edad, pero una dilatada carrera como corresponsal en diversos conflictos internacionales (entre ellos la revolución iraní de febrero de 1979) y que en junio de 1979 había sido enviado por la cadena ABC News, para la que llevaba un tiempo trabajando.
Se desplazó hasta Managua el 10 de junio con intención de ir informando de la guerra civil que se había desatado en Nicaragua tras el asesinato, un año y medio antes, de Pedro Joaquín Chamorro, editor del diario La Prensa y ferviente opositor del régimen totalitario y déspota de Anastasio Somoza.
Este crimen cometido por fuerzas del gobierno desencadenó el último y decisivo tramo de la conocida como ‘Revolución Sandinista’, que poco después echaría del gobierno al dictador y, además, abriría una crisis internacional en Nicaragua, debido a que numerosas fueron las naciones que retiraron su apoyo al régimen de Somoza, entre ellos Estados Unidos, cuyo presidente, Jimmy Carter quiso impulsar desde su administración una política de mayor respeto hacia los derechos humanos, siendo criticado duramente, desde la Casa Blanca, el mencionado asesinato de Pedro Joaquín Chamorro.
Anastasio Somoza llevaba gobernando Nicaragua desde 1967, pero el poder no le llegó de una manera democrática, sino cedido por su padre que también gobernó el país (desde 1956) y a éste le cedió el cargo a su vez su progenitor (presidente desde 1937). Tres generaciones de Somozas que hicieron y deshicieron a su antojo durante seis décadas, teniendo ya el relevo preparado para cedérselo en breve a su hijo (que en aquellos momentos tenía 28 años de edad).
La retirada de apoyo a Somoza, por parte de la administración Carter, provocó que el dictador diese orden de señalar como ‘personas non gratas’ a todos los estadounidenses que se encontraran en territorio nicaragüense.
El 20 de junio de 1979, Bill Stewart se encontraba transitando en un vehículo por Managua. Se dirigía a un punto de la ciudad donde recabar información, sobre cómo transcurría el conflicto, y poder transmitirla a ABC News, tal y como llevaba haciendo desde que llegó al país diez días antes.
Un convoy de la Guardia Nacional nicaragüense (cuerpo militar que dependía directamente de Anastasio Somoza, que era su Jefe Director) interceptó el auto en el que viajaba Bill Stewart junto a un intérprete, Juan Francisco Espinoza.
La camioneta iba visiblemente identificada como servicio de prensa, portando una bandera blanca y a pesar de ello la obligaron a parar. De ella descendieron el periodista y su traductor, presentando la documentación a los soldados. Los miembros de la Guardia Nacional obligaron al periodista a arrodillarse en medio de la calzada y a su acompañante a apartarse unos metros más allá.
Toda esta acción fue registrada por la cámara de televisión de Jack Clark, quien viajaba en la parte de atrás y pudo grabar casi todo de lo que sucedió. Y digo ‘casi todo’, porque Juan Francisco Espinoza, al ser obligado a desplazarse unos metros más allá, quedó fuera del ángulo de grabación.
La cámara solo pudo grabar el momento de la ejecución de Bill Stewart, a quien, después de hacerlo arrodillar, obligaron a tumbarse boca abajo en el suelo, para posteriormente recibir una patada por parte de un soldado que, acto seguido, dispararía su arma en la cabeza del periodista (la bala impacto tras su oreja derecha causándole la muerte en el acto). El intérprete, Espinoza, tendría la misma suerte, siendo asesinados por un miembro de la Guardia Nacional.
Las imágenes de la ejecución del periodista dieron la vuelta al mundo y las maltrechas relaciones entre el régimen de Somoza y la administración Carter se rompieron del todo, dando el presidente estadounidense su total apoyo a las fuerzas revolucionarias sandinistas (algo de lo que posteriormente se arrepentiría, al convertirse el país en un régimen comunista).
La ejecución de Bill Stewart no fue la gota que colmó el vaso, pero si ayudó a llenarlo, provocando el rechazo internacional hacia el régimen del dictador Anastasio Somoza, quien renunció a la presidencia casi un mes después (16 de julio) aunque la carta de renuncia había sido escrita nueve después del asesinato del periodista (el 29 de junio).
A continuación, podéis visionar el vídeo grabado por el cámara de televisión Jack Clark, sobre el asesinato de Bill Stewart, y emitido por la cadena de noticias ABC News: https://youtu.be/AwhCXqe6Vm0?t=16
Fuente de la imagen: abcnews
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