El niño exiliado de la Guerra Civil española que se convirtió en un prominente futbolista en la URSS y espió para la KGB

Según datos oficiales, 37.500 fueron los menores enviados al extranjero (con el fin de salvar sus vidas) tras el estallido de la Guerra Civil española. Diversos son los puntos geográficos a los que llegaron, siendo México uno de los países de mayor acogida, al igual que la Unión Soviética, a donde irían a parar alrededor de unos tres mil. A estos últimos se les conoció como los ‘Niños de Rusia’ y muchos de ellos rehicieron su vida allí y no regresaron nunca más a España.

Entre las muchísimas historias personales de aquellos pequeños exiliados destaca la de Agustín Gómez Pagola, originario de Rentería (Guipúzcoa), quien salió rumbo a la URSS en 1937 (a punto de cumplir 15 años) y que acabó convirtiéndose en un destacado jugador de fútbol en su nuevo país de acogida y llegando a ser incluso convocado por la Selección de la Unión Soviética para participar en los Juegos Olímpicos de Helsinki de 1952 (aunque no llegaría a disputar ningún partido) además de ser uno de los impulsores del Partido Comunista de España en el extranjero, así como trabajar durante un tiempo como espía para la KGB.

Una intensa vida la de Agustín Gómez Pagola quien, poco después de llegar a la Unión Soviética compaginó sus estudios con un empleo en un fábrica y probar suerte en el fútbol ruso (ya había destacado desde niño en el balompié en su Rentería natal).

Tras la salida de España, se le envió a vivir a la ciudad de Odesa (en Ucrania) y poco tiempo después se traslada hasta Moscú, donde disputaría algunos partidos con el equipo formado por la ‘Casa de la Juventud Española’, destacando en algún encuentro y que le serviría para dar un decisivo paso hacia el fútbol profesional, fichando (entre otros equipos) por el Krylya Sovetov Moscow y el FC Torpedo de Moscú.

Con el Torpero incluso llegó a disputar una final de la Copa de la URSS frente al Spartak (en 1952) siendo señalado como uno de los jugadores más destacados del partido.

En la Unión soviética había rehecho totalmente su vida, había cursado dos carreras universitarias (ingeniería y economía), se casó y triunfó como futbolista, además de ser un miembro esencial del Partido Comunista de España en la clandestinidad y tener un estrecho contacto con Dolores Ibárruri ‘La Pasionaria’ (máxima dirigente del PCEen aquellos momentos) convirtiéndose en prácticamente su mano derecha.

En 1956, en España se realiza cierta apertura por la que se permite volver a algunos de los expatriados que habían salido del país durante la Guerra Civil. Agustín Gómez Pagola, a pesar de vivir bien en la URSS decide regresar y se le gestiona todo para que sea fichado por algún equipo español (aunque en Rusia ya se había retirado del fútbol activo), siendo el Atlético de Madrid quien le ofrecería la oportunidad de debutar futbolísticamente en su país.

Pero la inactividad, su baja forma física y edad (contaba con 34 años en aquel momento) provocó que ese debut contra el Fortuna de Dusseldorf fuese un desastre y que el equipo colchonero desestimara finalmente el fichaje. Algunas fuentes indican que influyó en su bajo rendimiento en dicho partido el haber sido abucheado por una parte bastante significativa de los espectadores, quienes le insultaron, llamaron ‘rojo’ e incluso lanzaron de todo al campo.

Pero Agustín Gómez sabía que su futuro no estaba en el fútbol de primera línea y su plan al regresar a España no era otro que trabajar desde la clandestinidad en organizar el PCE.

El día que volvió a España, después de dos décadas en la URSS, ya había sido investigado e interrogado por las autoridades españolas (incluso por miembros de la CIA que colaboró con la policía franquista), pero en aquel momento no encontraron nada relevante que hiciese sospechar que tenía contactos con los comunistas clandestinos españoles.

Tras su fracaso en el Atlético de Madrid se trasladó hasta Guipúzcoa (provincia donde había nacido) y allí ejerció como entrenador de algunos equipos regionales, entre ellos el Tolosa Club de Fútbol de tercera división (durante cuatro años a partir de 1957), al mismo tiempo que se dedicó a organizar la creación del Partido Comunista de Euskadi (EPK).

Fue en este tiempo cuando levantó sospechas y fue citado a declarar, en diciembre de 1960, en las dependencias de la Dirección General de Seguridad como sospechoso de realizar actividades políticas ilegales y extremistas, aunque no se presentó a dicho requerimiento y durante unos meses estuvo en busca y captura.

Meses después fue apresado y enviado a la prisión de Carabanchel, no sin antes haber sido interrogado y torturado en las dependencias policiales de Madrid. Su detención fue conocida y denunciada públicamente por varios gobiernos (entre ellos el de la Unión Soviética), sintiéndose obligado el gobierno de Franco en dejarlo en libertad a causa de la presión internacional.

Agustín Gómez Pagola salió de la cárcel, huyendo de España hacia Venezuela, donde le aguardaba un nuevo trabajo para los servicios de inteligencia soviéticos (KGB) y realizando varias operaciones clandestinas en Latinoamérica bajo varias identidades falsas y tras un periodo por el continente americano decide volver a la URSS donde realmente siente que es su verdadero hogar.

En aquellos momentos se había distanciado de la cúpula del PCE, debido a sus discrepancias con Santiago Carrillo y las políticas de ‘eurocomunismo’ que éste quería aplicar en el partido. Agustín Gómez era prosoviético, por lo que creó una escisión del Partido Comunista de España (que denominó VIII y IX Congreso), aunque en los siguientes años estuvo más centrado en formar parte del PCUS (Partido Comunista de la Unión Soviética).

Por complicaciones con su salud, Agustín Gómez Pagola falleció el 16 de noviembre de 1975, dos días antes de cumplir los 53 años y cuatro antes de morir el dictador Francisco Franco, al que tanto odió. Fue considerado como uno de los personajes relevantes de la historia de la URSS y varios son los homenajes que se le rindieron. Incluso figura como una de las figuras más importantes del FC Torpedo de Moscú.

Fuentes de consulta e imagen: inclusion.gob/ libertaddigital/ elpais/ torpedo-archives

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