El inventor del primer secador de pelo no lo creó invirtiendo el motor de una aspiradora

De vez en cuando se hacen virales algunas curiosidades que son, cuanto menos, la mar de sorprendentes. Unas por la originalidad de la historia que hay tras ella y otras por lo increíble que parece. Pero, muy a menudo, muchos de esos memes que son compartidos sin ton ni son carecen de fundamento alguno y solo se trata un bulo más que se ha soltado en la red y que campa a sus anchas.

[Te puede interesar leer: El revolucionario invento español del motor de agua que resultó ser un fraude]

Uno de ellos (y que se puede encontrar en multitud de publicaciones en blogs, webs y redes sociales) es el que explica que el francés Alexandre Godefoy inventó el secador de pelo en 1890 invirtiendo el motor de una aspiradora, por lo que en lugar de aspirar aire lo soltaba.

La verdad es que se trata de uno más de los muchos bulos que existen alrededor del origen de algún invento y aunque la historia tiene algún elemento cierto (por ejemplo el nombre del inventor) en realidad en lo que se fundamenta es totalmente falso (el invertir el motor de un aspirador).

Alexandre Godefoy nació en Francia en 1852 y siendo muy jovencito emigró junto a su familia a Estados Unidos. A los once años de edad su padre lo colocó a trabajar como aprendiz de un barbero (algo muy común en la época) y se enamoró de ese oficio.

Siendo ya adulto se había convertido en un excelente peluquero y abrió los primeros salones en Chicago. Su origen francés jugaba a su favor y hacia el último cuarto del siglo XIX muchas eran las novedosas técnicas que utilizaba con sus clientas.

[Te puede interesar leer: La actriz que inventó un infalible sistema de comunicación secreto]

Inventó un moderno sistema de lavado, experimentó con el teñido del cabello y creó un sofisticado (aunque algo armatoste) sistema de secado de pelo basado en una estufa a gas a la que le incorporó un tubo por el que subía el aire caliente y que iba a parar a una especie de casco que se le colocaba a la clienta, tal y como podéis comprobar en la imagen bajo estas líneas que corresponde a la patente nº 389.803 presentada por el propio Alexandre Godefoy el 18 de septiembre de 1888.

Por tanto, la historia de que había creado el secador invirtiendo un motor de aspiradora es falsa.

[Te puede interesar leer: Cuando un ataque de asma propició la invención de la aspiradora portátil]

Otro de los detalles que se le ha pasado por alto a la inmensa mayoría de personas que comparten o se hacen eco de dicho bulo es que la aspiradora eléctrica no se inventó hasta bien entrado el siglo XX (casi dos décadas después de cuando se creó ese primer secador). Los aspiradores inventados en el siglo XIX eran manuales (succionaba el polvo a base de ir dándole a una manivela) o bien funcionaba por combustión interna pero no eléctrica.

Para encontrar los primeros secadores eléctricos debemos situarnos en a inicios de la década de 1920.

Cabe destacar que como por aquel entonces esos secadores eléctricos eran excesivamente caros hubo quien animó a las amas de casa a usar, para secarse el pelo, un tubo que se añadía a la salida de los motores de las aspiradoras. Mediante este ‘tuneo’ sí que se realizaron algunos secadores caseros, pero fue treinta años después del invento del mencionado Alexandre Godefoy.

Eso sí, cabe destacar que ese truco apenas tuvo éxito, debido a que era frecuente que por aquel tubo añadido a la salida de aire de la aspiradora también saliese algo del polvo aspirado por lo que el cabello de aquellas mujeres volvía a quedar sucio.

Fuentes de las imágenes: publicdomainpictures /  Wikimedia commons