por Entre los siglos XV y XVIII España tuvo una gran relevancia en todo el planeta, siendo uno de
los más grandes e importantes imperios, sobre todo entre los años 1516 y 1640,
bajo los reinados de Carlos I, Felipe II, Felipe II y Felipe IV, empezando el
declive internacional de la monarquía hispánica a partir de 1700 con el
fallecimiento de Carlos II y, por tanto, siendo el fin de la dinastía Habsburgo.
Durante sus años de esplendor
el Imperio español se convirtió en una de las naciones más potentes y mayor
expansión a lo largo y ancho del planeta, siendo visto con miradas de recelo
por parte de otras monarquías europeas que competían con España por liderar la posesión
de tierras colonizadas.
Para ello se utilizó una de las tácticas que a lo largo de
la Historia han funcionado mejor: calumniar al adversario y difundir bulos sobre
el mismo con el fin de crearle una mala propaganda
(algo que, a pesar del tiempo transcurrido sigue realizándose actualmente, con
la salvedad de que hoy en día tenemos como medio difusor las redes sociales).
Muchos fueron los autores de Inglaterra, Francia, Italia o
los Países Bajos que se dedicaron a publicar obras de un señalado carácter
propagandístico y antiespañol en el que tergiversar gran parte de la Historia y
gestas del Imperio español, convirtiendo todo ello en una retahíla de datos inexactos y falseados que muchos siglos después
todavía se siguen repitiendo por algunos sectores de la sociedad y que, de
una manera oportunista, está siendo aprovechado por ciertos grupos (con unos
claros intereses políticos o económicos) para adoctrinar a parte de la sociedad
para que sientan un profundo desprecio
hacia la Historia de España y todo lo que ha representado, siendo esta la
causa principal por la que, actualmente, estemos asistiendo a una brutal y
violenta campaña de un movimiento propagandístico antiespañol a nivel
internacional que protesta y vandaliza contra monumentos de insignes personajes
(Cristóbal Colón, Miguel de Cervantes o fray Junípero Serra) entre otros
lugares en Estados Unidos.
Pero no hay nada peor que tener al enemigo en la propia casa
y, desafortunadamente para la Historia de España, varios fueron los personajes
que echaron piedras sobre el tejado de su propia nación, escribiendo obras manipuladas, sesgadas y con medias
verdades y con las que perjudicaron seriamente la imagen de la Monarquía
Hispánica y su Historia. Por ejemplo Antonio
Pérez del Hierro, fray Bartolomé de las Casas o Reinaldo González Montano (este
último seudónimo de un(os) fraile huido en 1557 del monasterio de San Isidoro
del Campo de Santiponce, en Sevilla, y que escribió sobre las artes de la
Inquisición española) siendo los principales
precursores patrios de la Leyenda Negra española.
Al igual que hoy en día ha resurgido un corriente revisionista de la Historia, también ocurrió algo similar
coincidiendo con la entrada del siglo XX, en la que un movimiento propagandístico antiespañol se dedicó a seguir difundiendo
toda clase de noticias e historias tergiversadas.
Por tal motivo a inicios de 1914 uno de los mayores
intelectuales de la época se empeñó en desmontar todas aquellas historias
apócrifas o desdibujadas que tanto daño había
hecho a la imagen de la marca España. Su nombre era Julián Juderías y Loyot y su obra más reconocida fue ‘La leyenda negra y la verdad histórica’,
la cual fue publicada en cinco entregas, entre enero y febrero de aquel año por
la revista ‘La Ilustración Española y
Americana’, tras haber ganado un concurso literario convocado por esta
publicación.
‘La leyenda negra y la verdad histórica’ se convirtió con el
tiempo en uno de los libros de referencia de todo aquel que quería rebatir y
debatir con argumentos sólidos y razonados todos los ataques hacia la imagen de
España, siendo tal el impacto en la sociedad de la obra de Julián Juderías que
la expresión ‘Leyenda Negra’ pasó a
ser conocida universalmente.
Aunque cabe destacar que muchos son quienes atribuyen a Julián
Juderías el haber acuñado dicha locución, en realidad existen constancias de
haber sido pronunciada o utilizada por otros autores algunos años antes (por
ejemplo Emilia Pardo Bazán y Vicente
Blasco Ibáñez, ambos en 1899, en París).
Julián Juderías llegó a ser uno de los grandes conocedores
de la Historia de España, habiendo leído a lo largo de su corta vida miles de
libros y documentos en cualquier idioma. Y es que jugaba con una extraordinaria
ventaja, era políglota y conocía a la perfección diecisiete idiomas: alemán,
bohemio, búlgaro, croata, danés, español, francés, holandés, húngaro, inglés,
italiano, noruego, portugués, rumano, ruso, serbio y sueco.
Fue uno de los grandes intelectuales de su época y de su autoría
son un gran número de libros de Historia, política o sociología, además de
cientos de artículos periodísticos (muchos de ellos incluso bajo seudónimo).
Lamentablemente Julián Juderías falleció en junio de 1918, a
los 40 años de edad. Y es que, a veces, el destino es caprichoso y la causa de
su muerte fue la mal
llamada ‘Gripe española’, una
desafortunada denominación que se le dio a una epidemia que nada tenía que ver,
originalmente, con este país y que se convirtió en otra de las bestias negras que
ayudaron a hacer más grande todavía la leyenda negra que circula alrededor de
la imagen e Historia de España.
Antes de terminar este post, y si estás interesado en el
tema, quería hacer la recomendación de seguir a Javier Santamarta del Pozo,
escritor, politólogo y uno de los
mayores referentes actuales en ‘Leyenda Negra’ y que es autor de dos interesantísimos
libros: ‘Siempre
tuvimos héroes’ y ‘Siempre
estuvieron ellas’, ambos publicados por la editorial Edaf.
Por último os recomiendo este interesantísimo vídeo del
canal de YouTube Academia Play
en el que Javier Rubio Donzé hace un repaso pormenorizado
‘Contra la Leyenda Negra en América’.
Fuente de las imágenes: Wikimedia
commons
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