El dudoso error que provocó una batalla aérea entre EEUU y la URSS durante la IIGM

El 7 de noviembre de 1944, cuando la Segunda Guerra Mundial
estaba entrando en su fase final (en junio se había producido el exitosos
desembarco de Normandía en el ‘Día D’ y apenas quedaban seis meses para la
rendición de la Alemania nazi)  se
produjo uno de los más extraños y
curiosos incidentes del conflicto bélico
, en el que miembros de dos países aliados se enfrentaron entre sí en una batalla
aérea atípica y surrealista
en las proximidades de la población de Niš (actualmente Serbia pero en
aquellos momentos perteneciente al Reino de Yugoslavia).

Aquel día, tropas del Ejército
Rojo de la Unión Soviética
junto a varias unidades de Partisanos yugoslavos se dirigían hacia Belgrado, con la intención
de reforzar aquella capital y el franco sur del frente húngaro, tras la exitosa
campaña conjunta que había realizado para liberar
toda aquella región del dominio nazi
.

Los soldados soviéticos y partisanos marchaban con el ánimo
alto, entonando diferentes canciones de cada uno de los países y con el
objetivo puesto en su llegada a Belgrado. Era un trayecto que no debería de
tener complicación alguna, debido a la liberación de la zona, por lo que iban
distendidamente e incluso enarbolando algunas banderas rojas, debido a que aquel mismo día coincidía con la efeméride
de la Revolución Bolchevique de 1917 y el nacimiento de la Rusia Soviética
.

Partieron de Niš alrededor de las diez de la mañana y cuando
llevaban cerca de tres horas de trayecto (alrededor de las 12:40), se vislumbró
en el horizonte un número indeterminado de aviones
de combate
, los cuales no llegaban a identificar. Les extrañaba que
pudiesen ser de la Luftwaffe (fuerza
aérea alemana), debido a que desde hacía varios días ya no había rastro de presencia
nazi en la zona. Pero tal y como los aparatos se iban acercando pudieron
comprobar que se trataba de los ‘Lockheed
P-38 Lightning’
, cazas estadounidenses célebremente famosos por ser rápidos
y efectivos en sus ataques.

Lo sorprendente llegó en el momento en el que los pilotos de la Fuerza Aérea de los
Estados Unidos empezaron a disparar y atacar a los soldados soviéticos y a los
partisanos yugoslavos
, cuando debía de verse claramente (por sus uniformes
y banderas que ondeaban) que no eran enemigos sino aliados.

El ametrallamiento desde los cazas estadounidenses
provocaron la destrucción de varios vehículos y 31 fallecidos más otros 37
heridos, entre los muertos se encontraba el teniente general Grigory Petrovich Kotov, quien estaba
al frente del Cuerpo de Fusileros de la
Guardia del Ejército Rojo
(algunas fuentes indican que los fallecidos
fueron 27 y otras 34, y 39 los heridos, aunque la mayoría señalan 31 y 37,
respectivamente).

Nadie se podía explicar qué era lo que estaba ocurriendo con
aquel repentino ataques de quienes se suponía que eran aliados en la IIGM. Se
avisó rápidamente al cercano aeródromo de Niš, solicitando auxilio y con el fin
de que se investigara qué era lo que había sucedido.

Alrededor de las 13:00 despegaron del mencionado aeródromo varios
aviones Yakovlev Yak-9 y Yak-3, de
la Fuerza Aérea de la URSS, para
repeler y poner fin a aquel inesperado y absurdo ataque norteamericano. Tras situarse
frente a los Lockheed P-38 y advertirles que estaban realizando un ataque
erróneo, los estadounidenses dispararon contra los cazas soviéticos, derribando
tres de estos (alguna fuente indica que fueron cuatro), dando inicio a una batalla
aérea sin precedentes (jamás se habían enfrentado aéreamente aviones de Estados
Unidos y la Unión Soviética).

Fue alrededor de un cuarto de hora de intercambio de
disparos y finalmente los pilotos estadounidenses identificaron a sus enemigos
y comprobaron que eran soviéticos, motivo por el que los Lockheed P-38 cesaron
el ataque, dieron media vuelta y regresaron a su base en el aeródromo de Foggia
(Italia).

Los responsables militares de Estados Unidos, al ser
requerida una explicación sobre lo sucedido, dijeron que aquel desafortunado incidente se debió a una terrible
confusión
por parte de los mandos de los pilotos estadounidenses, quienes tenían la misión de atacar a una unidad
alemana que estaba avanzando desde Grecia hacia Trieste
(noreste de Italia).

Unos argumentos que no convenció a los soviéticos, debido a
que entre ambos puntos había una distancia aproximada de 400 kilómetros, algo
que hacía prácticamente imposible que los pilotos yanquis se desviaran tanto de
su ruta.

A pesar de las incongruentes
y nada creíbles explicaciones de los estadounidenses
, las autoridades
soviéticas decidieron darle carpetazo al asunto (al menos momentáneamente)
debido a que en esos momentos debían
centrarse en el verdadero enemigo, las Potencias del Eje, lideradas por la Alemania
nazi de Hitler
.

Según consta, el 14 de diciembre de 1944, el presidente de
los EEUU, Franklin Roosevelt se disculpó
con los soviéticos
a través del embajador de Estados Unidos en la URSS,
Averell Harriman, lamentando el ‘accidente
ocurrido en los Balcanes’
, unas disculpas que no fueron del agrado total de
Iosif Stalin, quedando la relación entre ambas naciones bastante deteriorada.
Muchos son los historiadores que indican que la batalla aérea sobre Niš podría calificarse como el primer
desencuentro y acción hostil de la Guerra Fría
.

El 10 de mayo de 2015, se inauguró en Niš (actual Serbia),
un monumento a los soldados soviéticos que murieron en el ataque aéreo
estadounidense del 7 de noviembre de 1944.

Fuentes de consulta e imagen: ww2today
/ historyisnowmagazine
/ worldofwarplanes
/ vif2ne / proza / allaces / tvzvezda
/ pikabu

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