Cuando en la Inglaterra medieval surgió un repentino temor a los muertos vivientes

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Muchas son las personas que tienen asociado el concepto de ‘muertos vivientes’ (hoy en día
conocidos más comúnmente como ‘zombis’)
como algo relativamente moderno y cuya moda ha surgido en las últimas décadas
gracias a la proliferación de películas y series de televisión (además de
cómics, novelas…).

Pero la creencia a la existencia de unos seres que
resucitaban después de muertos y regresaban para comerse o atacar a los vivos
es antiquísima y existe numerosísimas obras literarias de hace centenares de
años en las que se cita el temor de los
habitantes de algún lugar a que los cadáveres se levantaran de sus tumbas
.

Evidentemente, en aquella época no estaban influenciados por la tele, el cine ni la literatura, sino a supersticiones medievales (muy comunes en aquel tiempo) que provocaba que en algunas zonas rurales la población viviera atemorizada

.

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En la Inglaterra medieval, concretamente en una pequeña aldea
agrícola al noroeste de la isla británica llamada Wharram Percy (desde el siglo XVI abandonada y en donde solo queda en pie una iglesia en ruinas junto al cementerio) todo apunta a que surgió un repentino temor a los
muertos vivientes y pusieron en marcha una práctica para que fuera imposible el
retorno a la vida de los ‘revenants’:
mutilando en pedazos el cadáver de aquellos que morían (sobre todo si era a
consecuencia de la peste) y enterrar sus restos en diferentes lugares después de
haberlos quemado previamente.

Un acto que estaba influenciado por la superstición que en
aquella época se extendía por los pueblos, pero que, debido a la gran cantidad
de años que han pasado desde entonces, no se tenía una constancia fehaciente de
que así se hiciera.

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Pero un reciente estudio arqueológico realizado en Wharram
Percy ha dado como resultado el haber encontrado esparcidos y enterrados en
varios lugares diferentes de la antigua aldea un total de 137 huesos
pertenecientes a diez individuos distintos, lo que ha confirmado las sospechas
que se tenían sobre este tipo de prácticas en aquel condado.

Se tenía constancia de que en la época medieval, algunas
eran las ocasiones en las que tras el fallecimiento de un rey o importante miembro
de la nobleza se les extirpara el corazón y cortara la cabeza para ser
enterrados en otro lugar, pero no como superstición sino como un homenaje al
fallecido.

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La forma en los que se han encontrado que fueron troceados los restos de Wharram Percy, el disgregamiento y quema de los mismos encaja mucho mejor con las evidencias que se tenían que varios siglos atrás fue común el miedo entre los aldeanos a que los muertos volvieran a la vida.

Fuentes de consulta e imágenes: sciencedirect
/ britishlibrary / bbc
/ Wikimedia
commons