En la vida de Fidel Castro hay un antes y un después en su animadversión hacia los Estados Unidos y todo lo que representa la cultura norteamericana.
La historia reciente nos ha explicado cómo, el líder de la Revolución Cubana ha sido acérrimo enemigo de los norteamericanos durante los últimos 50 años.
Pero, mucho antes de todo eso, hubo un tiempo en el que Fidel Castro fue un apasionado seguidor del modelo de vida estadounidense.
Su padre, un emigrante gallego que consiguió una solida posición económica a base de mucho esfuerzo y trabajo, decidió mandar a estudiar a su hijo a Santiago de Cuba. Desde bien jovencito, Fidel había destacado en los estudios y, a pesar del origen humilde de la familia, se decidió enviarlo a terminar su formación en importantes colegios de la capital.
En 1940 eran tiempos de cambios en Cuba. Ese mismo año había empezado su mandato, tras ganas unas elecciones democráticas, el presidente Fulgencio Batista. El modelo de vida norteamericano estaba muy presente en la isla.
Fidel Castro, con 14 años recién cumplidos, era como cualquier adolescente y seguía las modas y tendencias que sus ídolos del norte iban marcando. Su fascinación por el modelo de sueño americano y los dólares lo llevo a escribir una carta al Presidente de los Estados Unidos, Franklin Delano Roosevelt.
En la misma, escrita en un inglés básico pero entendible, Fidel (que decía tener 12 años, en lugar de los 14 que realmente tenía) le contaba a Roosevelt su alegría por su reelección como presidente y lo trataba de una manera simpática y desenfadada.
Pero en la carta también había una petición: un billete verde de 10 dólares, ya que el muchacho nunca había visto uno.
Se despedía de la misma ofreciéndose para enseñarle al presidente la mina de donde podrían sacar hierro los norteamericanos para construir sus barcos.
No hay noticias de que recibiera billete alguno o contestación, aunque el proceder de los mandatarios de la Casa Blanca ha sido el de contestar la mayor parte de las cartas que han recibido, sobre todo remitidas por niños.
La carta original enviada por Fidel Castro está expuesta en la biblioteca presidencial del archivo nacional.
En 1948, Castro realizó su viaje de novios a Nueva York y aprovechando que estaba allí se informó sobre la posibilidad de matricularse y finalizar sus estudios de derecho en Harvard (en esos momentos cursaba tres carreras en Cuba: derecho, derecho diplomático y ciencias sociales).
El matrimonio Castro decidió vivir durante una larga temporada en Manhattan, donde Fidel visitaba librerías y conducía un flamante Lincoln Continental que allí adquirió. Tras un tiempo residiendo en la Gran Manzana volvieron a Cuba.
Pero todo cambió en 1952 tras el golpe de Estado, realizado por el propio Fulgencio Batista, que derrocó el gobierno democrático de la isla.
El presidente golpista recibió el apoyo de del gobierno norteamericano, hecho que decepcionó a Fidel Castro y, a partir de ahí, su visión del estilo de vida yanqui y sus ideales cambiaron por completo.
Años más tarde, tras el triunfo de la revolución comunista en Cuba, Castro, que 20 años atrás, había pedido un billete de 10$ al presidente de los EEUU perseguía a cualquier compatriota que tuviera en su poder algún billete de dólar.
Post publicado anteriormente el 6/7/2011: https://es.noticias.yahoo.com/blogs/cuaderno-historias/cuando-fidel-castro-le-gustaban-los-d%C3%B3lares-norteamericanos-112344689.html
Fuentes de consulta e imágenes:
archives.gov / thinkorthwim / Wikimedia / Elnuevoherald