Booker T. Washington, el primer afroamericano que acudió a la Casa Blanca como invitado de honor

El 1 de noviembre de 1800 se inauguró la Casa Blanca; edificio que, tras ocho
años de construcción, se convertiría en la residencia
oficial del máximo mandatario de los Estados Unidos
, además de su lugar de
trabajo en la ciudad (Washington DC)
que a partir de entonces sería la capital del país.

John Adams, segundo
Presidente de los Estados Unidos y
uno de los más destacados Padres Fundadores
de la nación, fue el primero en residir en tal magna construcción y para su inauguración
(aquel primer día del mes de noviembre) organizó un multitudinario evento al
que acudió lo más selecto de la sociedad estadounidense.

Ni uno solo de los invitados era afroamericano, debido a que
por aquel tiempo estos no tenían ni un solo derecho y, además, eran utilizados
como esclavos, por lo que las personas de piel negra que se encontraban en la
Casa Blanca en dicha fiesta (y a lo largo de todo el siglo) solo era personal
de servicio y no podían acceder a todas las estancias del edificio.

No fue hasta 1901 (concretamente el 16 de octubre) cuando
una persona afroamericana acudió por primera  vez como invitado de honor a la Casa Blanca. Se
trataba de Booker T. Washington, un
reputado maestro y líder de la comunidad afroamericana en EEUU, que fue
invitado por Theodore Roosevelt.

Roosevelt apenas llevaba un mes como vigesimosexto presidente
en sustitución de William McKinley, quien
había sido asesinado por el anarquista
Leon Czolgosz
. Hasta entonces había ocupado el cargo de gobernador de Nueva
York (1899-1901) y medio año el de vicepresidente (entre marzo y septiembre de
1901).

El nuevo presidente, a pesar de pertenecer al Partido Republicano, tenía una visión algo
progresista en algunos asuntos sobre cómo deseaba que fuese la sociedad del
país que él presidía, poniéndole especial atención a los grupos más
desfavorecidos hasta entonces, como era el caso de los afroamericanos.

Booker T. Washington era un referente para el colectivo negro de Estados Unidos, motivo por
el que lo invitó a cenar oficialmente a
la Casa Blanca
y así debatir sobre los problemas e inquietudes de los
afroamericanos.

Cuando se hizo pública a través de la prensa la invitación
del líder afroamericano a la residencia presidencial causó cierto malestar
entre los sectores más conservadores de la sociedad, siendo muchos los
ciudadanos que trasladaron sus quejas al presidente por haber invitado a una
persona negra a la Casa Blanca, permitidle su acceso por la entrada principal
del edificio y sentarlo en la mesa donde otros líderes (blancos) comían. Esto
provocó los primeros problemas en la presidencia de Roosevelt e incluso miembros del ‘Ku Klux Klan’ llegaron a
manifestarse por las calles de Washington DC y otras poblaciones
estadounidenses
.

El activista afroamericano había nacido en 1856 y los
primeros años de su vida los pasó como esclavo (al igual que sus padres). Fue un
par de años después de la ‘Proclamación
de Emancipación’
, dictada por Abraham
Lincoln
en 1863, cuando fue libre, siendo escolarizado y convirtiéndose en
maestro de una escuela técnica, creada por el mismo (el ‘Instituto Tuskegee’ en Alabama) en el que enseñaba a otras
personas negras diferentes oficios para que se convirtieran en auténticos
profesionales y así poder ganarse mejor la vida. Esto le dio una gran
relevancia, siendo subvencionado su programa de educación por varios prestigiosos
mecenas.

Pero Booker T. Washington también adquirió una gran fama
como orador, siendo invitado a numerosísimos eventos en los que explicaba la problemática
de los afroamericanos en un país que todavía seguía teniendo profunda raíces
racistas.

En 1901 publicó el libro ‘Up from Slavery’ (Ascenso desde la esclavitud) que se convirtió en
un best seller y le dio gran popularidad, motivo por el que Theodore Roosevelt,
tras tomar posesión del cargo como presidente, lo invitó a cenar a la Casa
Blanca y quiso contar con su asesoramiento en asuntos raciales durante su
legislatura.

A pesar de la gran relevancia que tuvo durante las dos
primeras décadas del siglo XX (falleció de forma repentina en 1915) Booker T.
Washington no recibió los merecidos reconocimientos hasta muchos años después
(muchas escuelas calles y edificios llevan su nombre, además de acuñarse un
sello postal y una moneda de medio dólar dedicado a él).

Fuente de las imágenes: whitehousehistory
/ Wikimedia
commons

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