Algunas curiosidades sobre la historia y construcción del Valle de los Caídos

El Valle de los
Caídos
es un conjunto monumental levantado en plena sierra de Guadarrama
(concretamente en el valle de Cuelgamuros, en el término municipal de San Lorenzo del Escorial, Madrid) y
cuya construcción corrió a cargo de mano de obra contratada y represaliados del
régimen franquista que habían sido
hecho presos por sus ideas políticas contarías a la dictadura. Las obras comenzaron en 1940 (un año después de
finalizar la Guerra Civil) y se
prolongaron hasta 1958. Su inauguración tuvo lugar el 1 de abril de 1959,
coincidiendo con el vigésimo aniversario del triunfo del bando sublevado.

La dictadura franquista proyectó la construcción de dicho
conjunto monumental como símbolo de reconciliación de los dos bandos
enfrentados durante la Guerra Civil (el nacional y el republicano), aunque
nunca ha sido así y acabó convirtiéndose en un lugar de culto y enaltecimiento
del fascismo, al encontrarse allí enterrados
el dictador Franco y José Antonio Primo de Rivera
(fundador de la Falange
española) y un homenaje a los denominados como ‘héroes y mártires de la gloriosa Cruzada’.

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En un principio la construcción corría a cargo de personal
contratado que trabajaba un gran número de horas por un mísero salario, pero
que no conseguían que la obra avanzara al ritmo que el dictador deseaba. Por
tal motivo se decidió, a partir de 1943, enviar a miles de presos a trabajar.

Esto fue ideado como una doble solución al problema de tener
masificación de reclusos en las prisiones (la inmensa mayoría por cuestiones
políticas y llenas de presos de guerra) y poder acelerar las obras del Valle de
los Caídos con mano de obra barata, ya que se les daba una retribución muy por
debajo que el de los trabajadores cualificados y libres.

Ello fue posible a través de lo conocido como ‘Patronato Central de Redención de Penas
por el Trabajo’
, por el cual aquellos presos no comunes (de guerra y políticos)
que quisieran ver reducida parte de su condena podrían acogerse al plan a
cambio de ser trasladados al campo de trabajo de Cuelgamuros y convertirse en peones
de mano de obra barata del régimen. Hay fuentes que indican que, en algunos casos,
se llegó a conceder hasta cincos días de redención por cada uno que se trabajó.

Hay un baile de cifras respecto al número exacto de presos
políticos enviados a trabajar en la construcción del Valle de los Caídos
(muchos de ellos obligados por la dictadura) pero se calcula que rondaron los
veinte mil.

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El régimen franquista también se vanagloriaba que, a pesar
de tratarse de una colosal obra y con miles de obreros interviniendo en la
magna construcción, el índice de siniestralidad por accidentes laborales fue
bajísimo (en total 15, según las fuentes oficiales), pero en realidad los
fallecidos a consecuencia de haber trabajado allí se cuentan por varios
centenares, debido a que no murieron estando trabajando sino posteriormente
(varios días, semanas, meses e incluso años después) a causa de heridas y,
sobre todo, a la silicosis contraída
por un gran número de obreros (enfermedad derivada de respirar el polvo de la
obra el cual se depositaba en los pulmones).

Una vez finalizada la obra del Valle de los Caídos en 1958
(aunque fue inaugurado oficialmente el 1 de abril de 1959) hasta allí se
trasladaron, por orden del dictador Franco, miles de cadáveres de contendientes
de ambos bandos de la Guerra Civil. El problema radicó en que aquellos que
pertenecías al nacional (sublevado) fueron registrados convenientemente en los
ficheros y con la conveniente comunicación a los familiares, con el fían de que
tuviesen un lugar de referencia al que ir para rezarles. Sin embargo, los restos
llevados hasta allí pertenecientes a los muertos del bando republicano no pasaron
por registro alguno ni se comunicó a las correspondientes familias y, por
tanto, sin consentimiento de éstas que habían sido recogidos de diferentes
fosas comunes de los frentes de la guerra.

Otra de las peculiaridades de la obra monumental es el deterioro
de algunas de las esculturas de la misma, debido al tipo de piedra caliza
utilizada para realizarlas, la cual fue obtenida de la cantera zaragozana de Calatorao.

La reciente exhumación
de los restos del dictador Franco
, que fue enterrado con honores el 23 de
noviembre de 1975 (falleció tres días antes) y traslado de sus restos al cementerio de Mingorrubio, ha
propiciado que se abran numerosos debates sobre cuál debería ser el futuro del
Valle de los Caídos y el sentido que se le debería dar al conjunto monumental,
como parte del cumpliendo de la ‘Ley de la
Memoria Histórica de España’
aprobada el 26 de diciembre de 2006 durante el
mandato del presidente del gobierno José
Luis Rodríguez Zapatero
.

Fuente de la imagen: Wikimedia
commons

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