Smoky, el pequeño Yorkshire Terrier que se convirtió en héroe durante la IIGM y acabo siendo una estrella televisiva

Tras finalizar la Segunda Guerra Mundial, en los televisores
que había en millones de hogares estadounidenses se hizo muy popular un pequeño
perrito, de la raza Yorkshire Terrier, y que respondía al nombre de Smoky.

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Junto a su propietario, el joven soldado Bill Wynne, se dedicaba a hacer
vistosos números (como andar sobre una cuerda u obedecer a las órdenes que le
iba dando) y hacia las delicias de grandes y pequeños.

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Ambos llevaban juntos desde 1944, año en el que Bill (que
por entonces tenía 22 años de edad y hacía unos meses que se había incorporado al
ejército) estaba destinado en Nueva Guinea y compró un pequeño cachorro a un
compañero, por un par de libras australianas, que éste se había encontrado en
una abandonada. Desde entonces, el pequeño can y Wylne, se hicieron
inseparables y allí donde era destinado el joven cabo se llevaba a su nuevo
amigo con él.

Bill Wynne había vivido toda su vida rodeado de animales,
por tal motivo decidió comprárselo a su compañero ya que sabía cómo cuidarlo (a
pesar de que estaba en un lamentable estado y desnutrido). Estaba seguro que Smoky
(nombre con el que lo bautizó) sería una preciada compañía para todos ellos. Pero
fue mucho más que eso.  

En cierta ocasión la ayuda del pequeño Yorkshire fue decisiva
para salvar la vida de 250 militares y 40 aviones del ejército de los Estados
Unidos. Estando destinado en Luzón (la mayor de las islas Filipinas) los
estadounidenses necesitaban pasar unos cables de comunicaciones por un conducto
de 21 metros de largo. El aeródromo era continuamente bombardeado por los
aviones japoneses y se encontraban en una situación límite.

La solución la tuvo el joven Bill cuando propuso enviar por
una tubería, de 20 centímetros de diámetro, a Smoky, llevando el can una cuerda
atada al cuello la cual empalmaba con los cables a pasar. Una vez que el
pequeño Yorkshire Terrier recorrió esa distancia los soldados del otro lado
pudieron tirar de la cuerda y poner en funcionamiento el sistema de
comunicación que les permitió ponerse a salvo.

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Bill y Smoky se convirtieron en héroes, pero esa no fue la
única acción importante del pequeño perro durante la IIGM. Cuando su
propietario fue herido y llevado a un hospital de campaña el can le hizo buena
compañía, no solo a él sino a todos los allí ingresados, siendo de ese modo uno
de los pioneros en las terapias médicas con animales. Fue tan vital su compañía
para la mejoría de los heridos que se decidió llevar más perros a los
hospitales.

Ya terminado el conflicto bélico y de vuelta a Estados Unidos,
Bill Wynne se llevó consigo al pequeño Smoky y además de ser galardonados
militarmente (entre otros premios con ocho estrellas por sus méritos en combate)
fueron invitados en múltiples programas
de televisión, giras por teatros e incluso pasaron una temporada en Hollywood.

Smoky falleció repentinamente en 1957 (los 14 años de edad)
y Bill Wynne se convirtió en uno de los más afamados e importantes adiestradores
de perros estadounidenses (todavía sigue con vida y, a día de hoy, tiene 96
años de edad).

Fuentes de consulta e imágenes: smokywardog / nationalgeographic
/ americacomesalive
/ warhistoryonline
/ olive-drab /
Wikipedia

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