La prolífica escritora que publicó 200 libros con ocho seudónimos diferentes

Sabido es que tras la autoría de un gran número de obras
literarias se encuentran realmente escritores y/o escritoras que, por cualquier
motivo, han preferido no mostrar su verdadero nombre en sus libros, siendo
publicados con seudónimos.

En la historia de la literatura moderna (del pasado siglo
XX) podemos encontrarnos con una de las
autoras más prolíficas que ha habido y cuyo legado literario supera los
doscientos libros escritos
en poco más de medio siglo (entre 1941 y 1993)
de los que llegó a vender más de cien millones de ejemplares y que han sido
traducido a una veintena de idiomas.

Su verdadero nombre era Eleanor Alice Burford, con el que firmó una treintena de obras,
sobre todo en sus inicios como escritora, y los seudónimos utilizados fueron: Eleanor Burford, Elbur Ford, Kathleen
Kellow, Ellalice Tate, Philippa Carr, Victoria Holt y Jean Plaidy,
siendo
el último el más famosos de sus alias y con el que publicó 91 libros.

[Relacionado: ¿Sabías que Agatha Christie
escribió novelas románticas bajo un seudónimo?
]

La mayoría de las obras de
Eleanor (y sus múltiples personalidades literarias) versaban en novelas
históricas las cuales destacaban sobre todo por lo bien documentadas que
estaban (también escribió novela negra o romántica).

Eleanor Alice Burford
nació en Londres en 1906, aunque durante bastante tiempo se desconocía el año
exacto se su nacimiento y éste no se dio a conocer hasta bastante después de su
fallecimiento en enero de 1993.

Desde bien pequeña sintió un
gran interés por la lectura y la Historia y a pesar de que provenía de una
familia de clase trabajadora sus padres procuraron para ella una buena
educación y el mayor acceso posible a la cultura. Llegó a aprender varios
idiomas que hablaba con soltura y que le permitían leer libros extranjeros
(muchos de ellos que le regalaban turistas para los que hacía ocasionalmente de
intérprete).

Cuando tenía veinte años contrajo
matrimonio con George Percival Hibbert,
un acaudalado hombre de negocios que le doblaba la edad y que puso a
disposición de Eleanor una extensísima biblioteca y la posibilidad de viajar
por todo el planeta conociendo nuevas culturas y leyendo todo aquellos libros
que caían en sus manos.

Era una auténtica devoradora
de literatura y durante la década de 1930 comenzó a escribir sus primeras obras,
que fueron en aquellos inicios pequeños cuentos que se publicaban
ocasionalmente en algún diario londinense y una serie de novelas de gran volumen
que inicialmente no interesaron a ningún editor.

Aconsejada por un editor,
siguió devorando libros de todo tipo pero sobre todo se centró en la lectura de
novela romántica. En 1941 se publicaba su primera novela, con su nombre de
soltera ‘Eleanor Burford’ que llevaba por título ‘La hija de Ana’ (Daughter
of Anna)
firmando un contrato por
el que se comprometía a escribir un libro al año.

En
1945 comenzó a publicar bajo el seudónimo de Jean Plaidy centrándose en la novela histórica y de la que
tuvo una prolífica obra. Era tal la perfección en la documentación que muchos
de sus libros han sido utilizados por escuelas e institutos británicos para
enseñar Historia a sus alumnos.

[Te puede interesar leer: La broma
literaria que acabó convirtiéndose en un libro de culto
]

Pero Eleanor tenía la
necesidad de escribir sobre otros temas y lo hizo bajo otros seudónimos.
Destacaron sus sagas históricas sobre reinas e importantes personalidades británicas
e incluso varios libros dedicados a la Corona Española de los Reyes Católicos
(con especial atención a la figura de la reina Isabel de Castilla).

A lo largo de las siguientes
décadas mantuvo un altísimo a nivel de publicación (una media de cinco libros
al año), y al final de su carrera (en 1993) eran más de doscientos los que
había publicado.

Enviudó en 1966 y en
aquellos momentos ya era una de las autoras británicas más consagradas y con un
gran patrimonio económico conseguido a través de la ventas de sus libros.

Otra de las grandes pasiones
de Eleonor fue el viajar, algo que hizo frecuentemente durante sus años de casada
junto a George Percival Hibbert y que no dejó de realizar tras enviudar. Cada
año procuraba hacer varios largos viajes, entre los que se encontraban los
cruceros, su manera preferida de viajar, ya que de este modo podía ir recorriendo
de una manera cómoda y mientras escribir (con la máquina que siempre le
acompañaba a todas partes) durante los trayectos.

Y fue precisamente realizando
un crucero cuando falleció el 19 de enero de 1993 a la edad de 86 años. A día
de hoy, a pesar de que han trascurrido más de dos décadas desde su muerte,
todavía se desconocen los motivos de la defunción.

Recibió un entierro marinero
y sus restos fueron lanzados al mar en algún punto entre Grecia y Egipto.

Eleonor (y sus alter ego literarios) había dejado varias
obras terminadas que fueron publicadas después de su fallecimiento. Se calcula
que su fortuna superaba los ocho millones de libras esterlinas.

Sus libros siguen siendo de
los más vendidos y, sobre todos, cogidos en préstamo en todas las bibliotecas
británicas.

Fuentes de consulta: royal-intrigue / mujeresenlahistoria
/ nytimes

[Te puede interesar leer: Cuando un
editor alemán pidió a Tolkien una prueba de ‘ascendencia aria’
]