La ‘cruzada de los niños’ que ayudó a liberar decenas de presos políticos en Estados Unidos

A inicios de la década de 1920 miles eran los presos que, por distintos motivos, se encontraban
encerrados en prisiones federales de los
Estados Unidos
. Más de un centenar de ellos lo estaban por cuestiones ideológicas, al haber
manifestado unos años antes sus convicciones políticas (mayoritariamente
socialistas) y su oposición a la participación
del país en la Primera Guerra Mundial
.

Estos presos
políticos
habían sido arrestados y juzgados en base a la conocida como ‘Ley de Espionaje de 1917’, por la cual
(y entre otros muchos motivos) las autoridades estadounidenses tenían la
facultad de encerrar a toda aquella persona que, por cuestiones de ideología
política, entorpecieran el reclutamiento de soldados que debían ser enviados al
frente.

Desde el Partido Socialista de América, sus líderes se
habían opuesto a la entrada de EEUU en la IGM haciendo una feroz campaña para
convencer a la ciudadanía de lo nefasto que resultaría para las familias
estadounidenses la participación en una guerra que se estaba librando en el
continente europeo y en la que nada tenían que ver.

Por tal motivo, dos meses después de la autorizar el
presidente Woodrow Wilson (en abril
de 1917) la participación de EEUU en el conflicto
armado
, desde el Congreso se puso todo en marcha para modificar la legislación federal y aprobar el 15 de junio a
mencionada ‘Ley de Espionaje’.

A partir de aquel momento varios centenares de activistas políticos (e incluso personas particulares
que habían mostrado su interés por el socialismo y el pacifismo) fueron
detenidos y condenados a pasar una temporada en una prisión federal.

Entre los activistas encerrados se encontraban personajes
tan relevantes como la editora Kate
Richards
o el líder político Eugene
Debs
, candidato a la presidencia de los EEUU en las elecciones del 2 de
noviembre 1920 y que se encontraba en prisión durante la campaña electoral (obteniendo
900.000 votos).

El ganador de aquellas elecciones fue el candidato del
Partido Republicano Warren G. Harding,
quien, tras la toma de posesión como vigésimo noveno presidente (el 4 de marzo
de 1921), se comprometió a enmendar la Ley
de Espionaje de 1917
y facilitar que los
presos políticos fuesen puestos en libertad
.

Pero un año después de aquella promesa electoral muchos eran
quienes todavía continuaban en prisión. Tan solo unos pocos se habían podido
beneficiar de la conmutación de la condena (entre ellos su oponente político Eugene
Debs y la mencionada activista Kate Richards).

Fue precisamente Kate Richards, junto a su esposo, el
periodista Frank O’Hare, quienes a
partir de marzo de 1922 pusieron en
marcha una acción de protesta
que consistió en recorrer a pie varios
estados del país llevando hasta Washington DC a las esposas e hijos de los
presos políticos que todavía en prisión (también algunas madres o novias).

A lo largo de varias semanas la caravana de manifestantes se
dirigió hasta la capital de Estados Unidos, uniéndoseles numerosas personas y plantándose
a mediados de abril de aquel mismo año frente
a la Casa Blanca
, donde permanecieron manifestándose y sin moverse de allí
durante largo tiempo.

El hecho de que la mayoría de los presos tenían familia
numerosa provocó que el número de niños y niñas presentes en aquella marcha reivindicativa
fuese muy superior a la de adultos, por lo que no se tardó en bautizarla como ‘la cruzada de los niños’.

Kate Richards y su esposo Frank O’Hare, desde el periódico que
dirigían, dieron una gran cobertura a los actos de protesta y manifestaciones
frente a la Casa Blanca y no tardaron otras publicaciones de corte progresista
en hacerse eco.

Dos meses después, el presidente Warren G. Harding accedió a
reunirse con los líderes de la marcha reivindicativa, liberando a los 113 presos políticos que todavía seguían encerrados
desde hacía un lustro por haberse opuesto a la IGM.

Fuente de la imagen: library.whitehousehistory

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