El inocente al que concedieron el indulto 74 años después de ser injustamente ejecutado

image

El Innocence Project (Proyecto
Inocencia) es una red de 68 organizaciones repartidas por todo el planeta que
se dedica, de manera altruista, a defender a personas que han sido acusadas
injustamente, con el fin de que sean liberadas y declaradas inocentes. Para
ello un nutrido equipo de abogados, expertos en criminología, forenses,
estudiantes de derecho y periodismo y trabajadores sociales remueven cielo y
tierra para encontrar todas aquellas pruebas que puedan exculpar a un inocente.

Pero no solo lo hacen con individuos que están condenados en
la actualidad, también revisan viejos casos en los que hubo alguna irregularidad
que llevó a prisión a alguien, demostrando a través de una exhaustiva
investigación y aportando un gran número de pruebas que se cometió un grave
error con esas personas. Lo lamentable del caso es que muchos son los que, de
una manera impune, fueron acusados falsamente de delitos que nunca cometieron,
además de haber una lista de centenares de casos de inocentes que llegaron a
ser ejecutados.

[Te puede interesar: Cuando un tribunal de Connecticut falló una
sentencia a favor de Hitler
]

Uno de esos casos es el de Harry Gleeson, quien fue acusado, juzgado y ejecutado por un crimen
que jamás cometió y al que, 74 años después, la justicia ha reconocido su error, concediéndole el indulto y la exoneración de cualquier culpa.

Todo ello ha sido posible gracias a tesón de la familia y
descendientes de Gleeson que no han cejado en su empeño de demostrar la inocencia
de su antepasado y al incondicional apoyo y trabajo prestado por el Proyecto
Inocencia en Irlanda, quienes han conseguido demostrar la gran cantidad de
errores que se cometieron cuando se investigó y juzgó el caso del asesinato de Mary McCarthy, de 38 años de edad y familiarmente
conocida con el sobrenombre de ‘Moll’.

El 21 de noviembre
de 1940 Harry Gleeson, un agricultor que trabajaba en la granja
de su tío, encontró en las lindes de las tierras de éste el cuerpo sin vida de Moll McCarthy, quien residía en la
finca contigua y presentaba dos heridas de bala
en la cara.

Tras poner en conocimiento de la policía el hallazgo, el 30
de noviembre las autoridades detenían a Gleeson, a quien acusan de haber
cometido el asesinato.

La policía sostenía que varios eran los motivos que podían
haber inducido al granjero a cometer el crimen. No hacía demasiado que se les había
visto discutir por las lindes de los terrenos de las dos granjas vecinas.
También se descubrió que el más pequeño de los siete hijos de Moll era de Harry
(los otros seis eran también de diferentes padres).

Harry Gleeson había mantenido en secreto dicha paternidad por
miedo a enojar a su tío y que éste le despidiera de la granja.

En el momento que comenzó el juicio todas las pruebas que
exculpaban a Gleeson desaparecieron misteriosamente y los testigos que podían
facilitar la coartada sobre dónde se encontraba el acusado en el momento del
asesinato no se presentaron o cambiaron su declaración en último momento.

La defensa la llevó el abogado James Nolan-Whelan, quien contaba con la ayuda como asistente del
joven Seán MacBride,
quien años más tarde sería una de las personalidades irlandesas más célebres y
reputadas, impulsor de asociaciones pro derechos humanos, Ministro de Exteriores de la República de Irlanda  y Premio
Nobel de la Paz
en 1974.

[Te puede interesar:
Juicio a Adolf Eichmann, el primer gran evento
televisado de la Historia
]

A pesar de todo el empeño que puso la defensa en demostrar
la inocencia del acusado, el tribunal hacía oídos sordos a todas y cada una de
las pruebas aportadas, además de no inmutarse ante las numerosísimas
irregularidades que había en el caso.

Gleeson fue declarado culpable y el 23 de abril de 1941 era
ejecutado. El 1 de abril de 2015, 74 años después, gracias al trabajo realizado
durante dos años por el Proyecto Inocencia, el Departamento de Justicia de la República de Irlanda reconocía el
error y concedía, a título póstumo, el perdón e indulto
.

image

Irish Innocence Project ha conseguido demostrar que la
muerte de Moll McCarthy se había producido el 20 de noviembre y no el 21, por
lo que la coartada de Harry Gleeson que aseguraba que se encontraba ese día a
muchos kilómetros del lugar del crimen era el primer paso para demostrar que él
no estuvo allí.

También se ha demostrado que las balas con las que fue
asesinada Moll no correspondían con el calibre del arma propiedad de Gleeson y que
había sido presentada como prueba. En el apartado de declaraciones de testigos
que se desdijeron a la declaración inicial, se han encontrado pruebas de que
muchos de ellos fueron coaccionados para que lo cambiasen.

[Te puede interesar:
El primer juicio por asesinato celebrado en
Estado Unidos y registrado por la prensa
]

Todo parece indicar que Harry
Gleeson fue un simple chivo expiatorio

de una serie de conflictos políticos. Varios eran los vecinos que habían
mantenido relaciones con Moll McCarthy (quien se dedicaba a la prostitución) y
que pertenecían al IRA.  Llegó a oídos de estos que la mujer se ganaba
un sobresueldo haciendo de confidente de la policía y ante la posibilidad de
que alguno de sus clientes hubiese cometido alguna indiscreción que pudiera
comprometerlos, decidieron acabar con la vida de la meretriz.

La mala suerte de Gleeson fue el encontrar el cuerpo y el
haber tenido tiempo atrás, y a escondidas, relaciones sexuales con Moll, algo que
negó y, tras descubrirse que el más pequeño de los hijos era suyo, propició que
fuese el único sospechoso, cargando con todas las culpas.

De poco sirve el indulto que ha llegado 74 años tarde, pero
al menos los descendientes y familiares de Harry Gleeson han conseguido
demostrar la inocencia de su antepasado.

Fuentes de consulta: Yahoo!
News
/ innocenceproject
/rte
/ irishexaminer

[Te puede interesar: La joven a la que se exculpó de un crimen por
un ataque de “locura menstrual”
]