Cuando Maria Bochkareva y su batallón de mujeres ridiculizó a los soldados rusos

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En mayo de 1917, durante la Primera Guerra Mundial, el entonces Ministro de Guerra (y posteriormente
Presidente del Gobierno provisional ruso) Aleksandr Kérenski
atendía la petición de la soldado María Bochkariova (conocida con el apodo de Yashka)
para crear un batallón compuesto únicamente por mujeres.

Kérenski era un hombre de mente abierta y a pesar de las muchísimas
críticas que recibió por parte de altos mandos del ejército ruso dio luz verde
y todo su apoyo para que se pusiera en marcha el que sería conocido como el ‘Batallón de la muerte de mujeres’.

María Bochkariova tenía el reto de demostrar que aquel grupo
de mujeres a las que debía de entrenar y preparar para la guerra era tan válido
o más que cualquier otro batallón compuesto por hombres.

Sabía que no se lo pondrían fácil y ya estaba acostumbrada a
encontrar mil y un problemas, pues su vida no había sido
ningún camino de rosas.

En aquel momento contaba con 28 años de edad, pero la
carga que llevaba tras de si parecía que hubiese vivido el doble de años. En
1904 a los 15 años, y tras un arrebato de apasionado amor adolescente, escapó
de su casa para unirse a Afanasi Bochkarev,
quien poco después comenzó a abusar sexualmente de ella e incluso a maltratarla
físicamente.

Tras lograr abandonarlo el
único trabajo que encontró fue como sirvienta en un prostíbulo, en el que más
de un cliente se encaprichó de ella y tuvo que acabar acostándose con éstos
obligada por el propietario del establecimiento. Nuevamente pudo huir y
establecerse en otra localidad, donde volvió a conocer a un hombre mucho mayor
que ella llamado Buk Yakov que también acabó abusando y maltratándola.

El inicio de la IGM, en
1914, proporcionó a María el poder incorporarse a filas y dejar atrás los diez angustiosos
y horribles años que había vivido. Pero el ejército no le proporcionó la
seguridad y protección que ella buscaba. Una vez más tuvo que enfrentarse al
acoso sexual de sus compañeros de batallón.

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Yashka  era combatiente, valiente y disciplinada y
estuvo adquiriendo toda la experiencia que pudo para presentar la propuesta
para crear el batallón de mujeres.

Sabía que algunas eran las mujeres
soldado que estaban segregadas en diferentes batallones que padecían vejaciones
por parte de sus compañeros hombres. El juntarlas en una unidad conformada únicamente
por mujeres podría acabar con todos esos abusos.

Logró ponerlo en marcha y en
un principio consiguió que más de dos mil voluntarias se incorporasen, aunque pocos
meses después, debido a la dura disciplina, el batallón de mujeres se quedó
reducido en alrededor de 300 soldados.

En julio de ese mismo año el
Primer Batallón de la muerte de mujeres fue asignado al 525 Regimiento
Kiuruk-Darinski, siendo la primera misión participar en la conocida como ‘Ofensiva de Kérenski’
donde la unidad comandada por María Bochkariova fue hacia adelante mientras
que las unidades compuestas por hombres se acobardaron y tomaron retirada.
Aquella batalla no pudo ser ganada porque nunca llegaron los refuerzos y Yashka y
su batallón tuvo que retirarse.

Su heroico acto fue alabado por los mandos militares y
gubernamentales e hizo que una gran parte de sus compañeros masculinos se
sintieran ridiculizados. Esto provocó que la hostilidad hacia ella y sus
compañeras fuera en aumento.

Por su parte, Aleksandr Kérenski (que en aquel momento ya era presidente del gobierno provisional ruso) vio el buen resultado
que había dado el batallón de mujeres de Bochkariova y, a pesar de las
reticencias de una gran parte de la cúpula militar que se oponía, dio el visto
bueno para que se creasen otros batallones (en Moscú, Petrogrado y Kuban) tras
la avalancha de peticiones femeninas para incorporarse al ejército ruso.

A pesar del buen trabajo, disciplina y entrega de las
mujeres que conformaban estos batallones, que lograron destacar en más de una
misión por delante de los masculinos, finalmente fueron disueltos a finales de
noviembre de 1917 por orden del nuevo gobierno bolchevique surgido tras la Revolución de Octubre.

Pero lamentablemente los nuevos mandatarios no vieron en María
Bochkariova una heroína que había hecho grandes gestas para su país, sino como
alguien enemiga del pueblo, por lo que los bolcheviques decidieron arrestarla y
ordenaron ejecutarla, aunque logró escapar (en esa ocasión) de la muerte gracias
a la ayuda de un antiguo compañero de armas al que conoció en el Ejército
Imperial en 1915.

En 1918 logró salir del país y gracias a la ayuda de
influyentes sufragistas británicas y estadounidenses pudo viajar durante unos
meses por los EEUU, donde llegó a entrevistarse con el presidente  Woodrow Wilson y
posteriormente al Reino Unido, donde fue recibida por el rey Jorge V. Dio conferencias,
ofreció entrevistas e incluso llegó a publicar un libro, explicando su
experiencia y vida, titulado ‘Yashka: Mi
vida como campesino, el exilio, el soldado’
.

Pero el gran error de Maria fue añorar Rusia y regresar pocos
meses después. Intentó volver a formar un ejército de mujeres, aunque no
obtuvo éxito al ser capturada de nuevo por los bolcheviques, quienes esta vez
sí que consiguieron su objetivo de ejecutarla el 16 de mayo de 1920 por un
pelotón de fusilamiento.

Fuentes de consulta: hubpages
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